POR ÓSCAR GÓMEZ

Pasó un tiempo impor­tante para poder vol­ver a ver un triunfo de Olimpia con autoridad, superioridad y mostrando buen fútbol durante gran parte del juego. El equipo de Enrique Landaida repi­tió el resultado del fin de semana pasado ante San Lorenzo, pero ayer dejó una mejor sensación. Hubo un pequeño tramo del juego en el que el equipo de Orte­man despertó y se arrimó, logrando descontar, pero en líneas generales el Franjeado fue ampliamente superior.

Las conexiones de mitad de cancha para adelante eran hasta exquisitas por momen­tos. Los dos mediocampistas soltándose, conectando con Recalde o con Silva, abriendo por los costados al paso de los laterales y la concreción de los goles, por sobre todo.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El déficit sigue siendo en la intensidad para recuperar el balón y es algo que le seguirá costando por la caracterís­tica de sus hombres en mitad de cancha. Así, también, esto obliga a un mayor trabajo de los defensores centrales que parecen estar cada vez en un nivel más alto.

Sol planteó el mismo esquema que el utilizado en Chile unos días atrás, pero esta vez cedió rápidamente y no fue capaz de bloquear los circuitos de juego del rival. Ni Valdez ni Franco estuvie­ron en el rendimiento espe­rado y entre los jugadores por fuera, fue Federico Jourdan el más insistente, pero tam­poco con mucha claridad.

Cuando Orteman mandó a la cancha a Villagra, para jugar con dos puntas y comenzar a cargar sobre el área de Olim­pia, Landaida respondió con Domingo, poblando la mitad de la cancha esperando evi­tar los lanzamientos para los hombres de arriba. Aún así, por empuje el local ter­minó sobreponiéndose en varios ataques, más aún con el ingreso del “Conejo”, llegando al descuento.

Pero Olimpia siempre tiene su arma preferida bajo la manga: el contragolpe. Así liquidó a San Lorenzo y lo volvió a hacer ayer para seguir acomodándose en el Clausura, donde ya es escolta de Cerro Porteño, solo a un punto de distancia.

Dejanos tu comentario