POR ROLANDO VARGAS
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Un tremendo zurdazo del capitán Richard Ortiz permitió en tiempo de descuento a Olimpia alcanzar un sufrido empate ante Luqueño, que sorprendió de entrada a la visita, pero no pudo sostener la diferencia para disfrutar de la victoria.
El Franjeado arrancó anestesiado por la larga pausa del fútbol y se despertó con dos goles en contra en apenas 7 minutos. Con determinación y velocidad, el Auriazul desnudó las debilidades del Decano, que se vio sobrepasado sin poder tomar el control del juego.
El potente Isidro Pitta puso en calor el duelo con un doblete impresionante. El primero con un cabezazo dejando atrás a Leguizamón y el segundo con una estupenda corrida superó en velocidad al mismo “Legui”, sorteó la marca de Alcaraz y marcó con clase ante la salida de Aguilar. Explotó de alegría todo Luque.
Así, sin acomodarse en la cancha, el Franjeado ya estaba herido. Intentó reaccionar, pero el local se inyectó motivación y peleó el partido.
En la reanudación, el técnico Garnero puso en la cancha a Jorge Rojas y Nicolás Domingo, que empujaron al equipo. Alejandro Silva, de penal, descontó. Richard Ortiz sacó a relucir su temple, de cabeza puso en pruebas al portero Escobar, quien sacó importantes pelotas, pero en tiempo de descuento nada pudo hacer ante el misil del capitán y al final tuvieron que repartirse los puntos en un extenuante encuentro.
FALTÓ AGRESIVIDAD
Como siempre Richard Ortiz fue clave con su temperamento para salvar el partido en Luque: “Arrancamos mal. Sabíamos que se iba presentar así el partido por volver después de mucho tiempo. Creo que en los primeros minutos no estuvimos atentos y ellos convirtieron dos goles. Después nosotros pudimos hacer nuestro juego y al final empatamos. Nos faltó agresividad y posesión de balón. Nos costó mucho y recién en el segundo periodo mejoramos un poco”, analizó.