Muchas personas tienen el hábito de hablar con sus mascotas para descargarse o expresarles su amor. Aunque puede parecer extraño, esta práctica ahora tiene el visto bueno de la ciencia. Según un estudio, la comunicación con los animales contribuye a la inteligencia emocional, además de beneficiar a las mascotas.

En una investigación elaborada por la Universidad de Chicago, que fue replicada por la prensa internacional, se demostró que el cerebro humano tiene la tendencia de intentar comunicarse con cualquier ser por inercia, por la empatía que tiene al intentar generar vínculos. Precisamente, por la relación de afecto que se comparte con los animales, se da la facilidad del ser humano para intentar hablarles y comunicarse, siendo un reflejo de una evolución en la inteligencia.

Al intentar hablar con una mascota, se aplica un método de ordenar la cabeza antes de comunicarse, que genera beneficios a nivel psicológico y permite aprender a expresar emociones. Los beneficios de comunicarse con una mascota no solo son para la persona, sino también para el animal, que necesita atención y compañía.

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Hablar con los animales es positivo y puede prevenir su estrés, ansiedad y problemas en el comportamiento. Las personas que interactúan y hablan, por ejemplo, con sus perros tienen un vínculo más unido y son más felices. Una relación llena de amor, atención y afecto hará que sea recíproca y que se sientan parte de la familia.

Especialmente los canes tienen la capacidad de procesar la forma de hablar de los seres humanos y reconocer palabras o gestos, por lo que resulta muy probable que pueda entender cuando sus familiares buscan comunicarse con él, aunque sea por partes o determinadas palabras.

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