Aunque vayamos a la cama limpios, las células muertas que desprende nuestra piel mientras dormimos es cuna de cultivo de ácaros y microorganismos. Por eso, cambiar y lavar las sábanas forman parte esencial de la higiene personal, y según los expertos debe realizarse cada una a dos semanas para evitar alergias u otras enfermedades.

En las sábanas pueden acumularse suciedad, bacterias, ácaros y sudor, que provocan en nuestro cuerpo erupciones u otras molestias, por lo que evitarlos resulta fundamental para no dormir en medio de sustancias alergénicas, ya que esto puede representar mayor riesgo de desarrollar asma o alergias, incluso implicando cierta incidencia en patologías respiratorias.

De acuerdo a una encuesta realizada por expertos del Reino Unido, casi la mitad de los hombres solteros no lavan sus sábanas con frecuencia y pueden permanecer con la misma ropa de cama hasta cuatro meses; mientras que las mujeres solteras se toman más en serio esta tarea doméstica y la mayoría las lava cada 15 días. La investigación científica asegura que lo ideal es cambiar y lavar las sábanas cada una a dos semanas.

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Consejos a tener en cuenta

Aunque esta tarea parece ser no tan importante en comparación al hecho de lavar nuestra propia ropa, puede influir considerablemente en nuestra salud y, por lo tanto, lo recomendable es hacerlo con una frecuencia apropiada. No obstante, durante el invierno podría llegar a tres semanas, pero de todas formas es clave tener en cuenta que aunque no sudemos como en verano, igual nos deshacemos de células muertas de la piel al dormir.

Para lavar las sábanas correctamente hay que seguir una serie de pautas. La primera de ellas es realizar el lavado con un programa de agua caliente, en torno a los 60 o 90 grados porque esto ayuda a desinfectarlas. Si lavas en frío limpiarás bien, pero eliminarás únicamente el 6 por ciento de las bacterias, también se recomienda no tocar las sábanas con las manos sucias o dejarla en el cesto de ropas de uso habitual. Preferiblemente deben ser lavadas aparte, ya sea a mano o en la lavarropa.

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