Los domingos por la tarde son los momentos más tristes de la semana que nos embargan, sin aparente sentido, en una profunda tristeza, preocupación y miedo. Estos síntomas son parte del síndrome dominical que tiende a aparecer después del almuerzo, y la psicóloga Laura Cáceres nos explica los motivos y qué hacer para afrontarlo.

También se lo conoce como “síndrome del domingo por la tarde”, ya que es después del almuerzo cuando empezamos a sentirnos más ansiosos, desanimados, tristes y apáticos, con una inestabilidad emocional. “Es la aversión que tenemos por el regreso del lunes al trabajo”, señala la profesional en conversación con el diario La Nación/Nación Media.

Mencionó además que es el duelo que sentimos porque termina el fin de semana y la sensación general de desesperación o nostalgia por la promesa que ofrecen los domingos por la tarde al comenzar una nueva semana. Este conjunto de sentimientos surge en horas de la tarde, generalmente después del almuerzo, momento que se considera como el más triste de la semana y nos obliga a enfrentarnos a nosotros mismos.

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“Una de las razones son los pensamientos anticipatorios de la semana siguiente. Comenzamos a pensar en lo que tenemos por delante: madrugar, el tráfico, los jefes, la cantidad de trabajo y los compañeros de oficina. Todo aquello que nos genere más malestar es a lo que le damos más vueltas y lo vivimos como si ya fuera lunes. Adelantamos lo que no nos gusta y lo sentimos de forma intensa sin necesidad de que llegue el lunes”, detalla.

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Una de las razones por las que aparece el síndrome del domingo por la tarde son los pensamientos anticipatorios de la semana siguiente. Foto: Pexels

¿Cómo afrontarlo?

Este síndrome fue detectado hace 17 años por la psicóloga norteamericana Larina Kase, que realizó varias investigaciones al respecto, y según sus conclusiones, esa tristeza de los domingos afecta a personas de todos los países, edades y condiciones sociales, por lo que cualquiera podría desarrollarlo, especialmente durante el otoño e invierno, cuando los días se tornan más grises.

Cáceres recomienda aplicar ciertas estrategias para afrontar el síndrome del domingo por la tarde, como: tomar conciencia de lo que se está sintiendo e identificar qué genera ese malestar o tristeza, ya que la causa puede encontrarse en el ámbito familiar, laboral o de la pareja. También señaló que es importante activar la confianza y nuestra capacidad de resolución.

“Revisar nuestros estilos de vida, y buscar planes que motiven y resulten apetecibles. Al final, se trata de dedicar tiempo de calidad para hacer aquello que nos gusta, pero que durante la semana no podemos. De hecho, el disfrutar de tiempo de calidad con amigos y familiares puede ayudarnos a mitigar el problema”, afirma la terapeuta.

Por último, aconsejó hacer ejercicio, ya que esto ayudará a generar endorfinas, las hormonas relacionadas con la felicidad, y a evitar el alcohol, pues es un depresógeno. “Si se han probado las opciones de resolución sin éxito y no se logra encontrar la raíz del problema, quizás sea el momento de contactar con un profesional para que nos ayude a trabajarlo”, puntualiza.

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