Una actividad tan simple como caminar tiene el poder de transformar nuestro bienestar y mejorar nuestra condición física. Pero, ¿hacerlo al aire libre o en una caminadora? Esta pregunta impulsó a expertos a responder qué es mejor para la salud, teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de ambas opciones.

Tanto las caminatas al aire libre como en las caminadoras pueden mejorar la salud y resistencia cardiovascular. Caminar regularmente, independientemente del entorno, ayuda a fortalecer el corazón, reduce la presión arterial y disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas y accidente cerebrovasculares. Al mantener una rutina de caminata constante, ya sea al aire libre o en una cinta, mejora el estado cardiovascular y resistencia general.

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Sin embargo, hacerlo al aire libre, ayuda a fortalecer la función pulmonar porque ofrece beneficios respiratorios. Los especialistas explican que el cuerpo se expone a una variedad de elementos naturales y de calidad del aire, que pueden promover una respiración más profunda y una mayor ingesta de oxígeno. Pero caminar, independientemente del entorno, ayuda a regular el equilibrio hormonal en el cuerpo.

La caminata estimula la liberación de endorfinas, conocidas como hormonas del “bienestar”, que pueden mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y aliviar los síntomas de la depresión, es decir, que optes por caminar al aire libre o en una caminadora, esta actividad física contribuye a un estilo de vida más saludable y equilibrado.

En una caminadora puedes ajustar la velocidad, la inclinación y controlar tu frecuencia cardíaca. Foto: Ilustrativa

¿Cuál quema más calorías?

La principal diferencia entre los dos son los factores externos que pueden afectar el entrenamiento. Al caminar al aire libre, es posible que te encuentres con un terreno irregular, con la resistencia del viento y con cambios de elevación, lo que puede aumentar la intensidad de tu rutina y potencialmente quemar más calorías en comparación a caminar sobre una cinta de correr plana.

Por otro lado, en una cinta de correr puedes ajustar la velocidad, la inclinación y controlar tu frecuencia cardíaca, lo que facilita mantener un cierto nivel de intensidad durante un período prolongado. Algunos caminadores también ofrecen programas de entrenamiento preestablecidos que pueden ayudar a aumentar la quema de calorías.

En última instancia, si caminas a la misma velocidad e intensidad tanto en una caminadora como al aire libre, la diferencia en la quema de calorías puede no ser significativa. Sin embargo, si te encuentras con condiciones al aire libre desafiantes o elige caminar a diferentes velocidades e inclinaciones, caminar al aire libre puede resultar en un gasto de calorías ligeramente mayor.

Conclusión del debate

Entre caminar al aire libre y usar una caminadora, la respuesta depende en última instancia de las preferencias personales, circunstancias y objetivos. “Caminar al aire libre ofrece las ventajas del aire fresco, un entorno natural, una sensación de libertad, reduce los niveles de estrés y mejora el ánimo, mientras que hacerlo en una caminadora brinda comodidad, ambientes controlados y accesibilidad durante todo el año”, señalan los expertos.

Caminar al aire libre proporciona una conexión con la naturaleza que es rejuvenecedora para la mente y el cuerpo, pero en una caminadora puedes caminar sin importar la hora del día o la estación. Proporciona un entorno controlado donde puede monitorear fácilmente la velocidad, distancia y otras métricas de entrenamiento. Cualquiera de las opciones pueden ser beneficiosas, siempre y cuando se adapten a tu rutina diaria.

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