La humanidad consumió el jueves todo lo que el planeta produce en un año sin agotarse y, por lo tanto, vivirá el resto del año prestado, advirtieron las oenegés Global Footprint Network y WWF. Para decirlo en sentido figurado, se necesitarán 1,75 Tierras para satisfacer las necesidades de la población mundial de manera sostenible, según el indicador creado por investigadores a principios de la década de 1990. Y sigue empeorando.
Esta fecha corresponde a cuando “la humanidad consumió todo lo que los ecosistemas podían regenerar en un año”, de acuerdo a las dos oenegés. “Durante los 156 días restantes (hasta fin de año), nuestro consumo de recursos renovables consistirá en devorar el capital natural del planeta”, señaló Laetitia Mailhes, de Global Footprint Network durante una rueda de prensa.
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Pero, esto ni siquiera tiene en cuenta las necesidades de otras especies que viven en la Tierra. “También hay que dejar espacio para el mundo salvaje”, prosiguió Mailhes. La “sobrecapacidad” de la Tierra marca la fecha en la que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad en un año concreto supera lo que la Tierra puede regenerar en ese periodo.
Según la oenegé Global Footprint Network que sigue esta medida, continúa creciendo desde hace 50 años: 29 de diciembre de 1970, 4 de noviembre de 1980, 11 de octubre de 1990, 23 de septiembre de 2000 y 7 de agosto de 2010. En 2020, esta fecha se había atrasado tres semanas por el confinamiento debido a la pandemia del covid-19, antes de volver a los niveles anteriores.
Esta huella ecológica se calcula a partir de seis categorías diferentes, “cultivos, pastos, áreas forestales necesarias para productos, áreas de pesca, áreas construidas y bosques necesarios para absorber el carbono emitido por ‘combustibles fósiles’, y está íntimamente ligada a los patrones de consumo, sobre todo en los países ricos.
En concreto, si todos los humanos vivieran como los franceses, el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra habría ocurrido incluso antes, el 5 de mayo de 2022. WWF et Global Footprint Network hacen hincapié sobre todo en los alimentos. “Nuestro sistema de alimentación ha perdido la cabeza con un exceso de consumo de recursos naturales, sin responder a las necesidades de luchar contra la pobreza”, por un lado, y una epidemia de sobrepeso y obesidad, por otro, asevera Pierre Cannet, de WWF Francia.
Fuente: AFP.
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“El momento oportuno para impulsar la era de la energía limpia”
- ARTÍCULO DE OPINIÓN DE: António Guterres
- Secretario General de las NN. UU.
La energía ha marcado la trayectoria de la humanidad, que logró dominar el fuego, aprovechar el vapor, dividir el átomo. Nos hallamos ahora en el albor de una nueva época: el sol alumbra el inicio de una era de energía limpia.
El año pasado, casi toda la nueva capacidad instalada correspondió a energías renovables y las inversiones en energía limpia se dispararon hasta alcanzar los 2 billones de dólares, es decir, 800.000 millones más que en combustibles fósiles.
La energía solar y la energía eólica son ahora las fuentes de energía más baratas de la Tierra, y los sectores de energías limpias están creando empleos, impulsando el crecimiento y potenciando el progreso, a pesar de que los combustibles fósiles siguen recibiendo subvenciones mucho mayores.
Los países que se aferran a los combustibles fósiles no están protegiendo su economía, sino saboteándola, minando la competitividad y desperdiciando la mayor oportunidad económica del siglo XXI.
La energía limpia también aporta soberanía y seguridad energéticas. Los mercados de combustibles fósiles están a merced de las bruscas fluctuaciones de los precios, la disrupción del suministro y las tensiones geopolíticas, como se comprobó cuando Rusia invadió Ucrania.
Por el contrario, ni la luz solar sube bruscamente de precio ni el viento está sujeto a embargos, y casi todas las naciones tienen suficientes recursos renovables para autoabastecerse de energía.
Finalmente, la energía limpia estimula el desarrollo, porque puede llegar a los cientos de millones de personas que aún viven sin electricidad de forma rápida, asequible y sostenible, sobre todo gracias las tecnologías solares en pequeña escala y fuera de la red.
Por todos estos motivos, la era de la energía limpia es imparable. Pero la transición aún no se está haciendo con suficiente rapidez ni justicia y está dejando atrás a los países en desarrollo. Los combustibles fósiles continúan dominando los sistemas energéticos, y las emisiones siguen aumentando, cuando deberían caer en picado para evitar las peores consecuencias de la crisis climática. Para solucionar esta situación, necesitamos actuar en seis frentes.
En primer lugar, los gobiernos deben comprometerse plenamente con un futuro de energía limpia. Todos los países han prometido presentar en los próximos meses nuevos planes climáticos nacionales, llamados contribuciones determinadas a nivel nacional, con metas para la próxima década.
Estos planes tienen que cumplir el requisito de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 ºC, abarcar todas las emisiones y todos los sectores y trazar una clara trayectoria hacia la energía limpia. Los países del G20 deben tomar la iniciativa, pues sus miembros producen alrededor del 80 % de las emisiones mundiales.
En segundo lugar, debemos construir sistemas energéticos propios del siglo XXI. Las energías renovables no pueden desarrollar todo su potencial sin redes y sistemas de almacenamiento modernos. Sin embargo, por cada dólar que se invierte en energía renovable, solo se destinan a redes y almacenamiento 60 centavos, mientras que la proporción tendría que ser uno por uno.
En tercer lugar, los gobiernos deben tratar de satisfacer con renovables la creciente demanda mundial de energía. Las grandes empresas tecnológicas también tienen que poner de su parte. En 2030, los centros de datos podrían llegar a consumir tanta electricidad como toda la que utiliza el Japón en la actualidad. Las empresas deben comprometerse a alimentar esos centros con energías renovables.
En cuarto lugar, debemos integrar la justicia en la transición energética. Esto significa ayudar a las comunidades que aún dependen de los combustibles fósiles a prepararse para un futuro de energía limpia.
Y significa también reformar las cadenas de suministro de los minerales esenciales, que están plagadas de abusos de los derechos y destrucción ambiental y atrapan a los países en desarrollo en el fondo de las cadenas de valor. Esta situación debe terminar.
En quinto lugar, debemos hacer del comercio una herramienta de transformación energética. Las cadenas de suministro de energía limpia están muy concentradas, mientras que el comercio mundial se está fragmentando. Los países comprometidos con la nueva era energética deben procurar diversificar los suministros, recortar los aranceles sobre los productos de energía limpia y modernizar los tratados de inversión para que apoyen la transición.
En sexto y último lugar, debemos estimular la financiación destinada a los países en desarrollo. El año pasado, África solo recibió el 2 % de la inversión en energías renovables, a pesar de que alberga el 60 % de los mejores recursos solares del mundo.
Necesitamos actuar a nivel internacional para impedir que los reembolsos de la deuda esquilmen los presupuestos de los países en desarrollo y para que los bancos multilaterales de desarrollo puedan aumentar sustancialmente su capacidad de préstamo y movilizar mucha más financiación privada.
También necesitamos que las agencias de calificación crediticia y los inversionistas modernicen las evaluaciones del riesgo para tener en cuenta la promesa de la energía limpia, el costo del caos climático y el peligro de los activos varados de combustibles fósiles.
Tenemos al alcance de la mano una nueva era energética, una era en que la energía barata, limpia y abundante impulsará un mundo rico en oportunidades económicas, las naciones tendrán la seguridad de la autonomía energética y el don de la electricidad será un don universal.
Este es el momento oportuno para impulsar el cambio global. Tenemos que aprovecharlo.
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Siete claves para reducir la brecha entre el cultivo tecnificado y tradicional
Por Willian Legal
En un país sumamente productivo como Paraguay, es fundamental hablar de tecnología en el sector agrario. La mayoría asocia el concepto de tecnología con herramientas de última generación o dispositivos sofisticados como la robótica. Sin embargo, también forman parte de la tecnología los manejos productivos, el conocimiento sobre el manejo del suelo y del cultivo.
En una nueva entrega de Ellos saben de La Nación/Nación Media, el presidente del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), Édgar Esteche, explicó que el país se encuentra en una zona agroecológica particular, lo que implica que las tecnologías aplicadas deben ser validadas y ajustadas a estas condiciones.
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Mencionó que las proyecciones muestran que en los próximos 25 años se logrará más progreso que en los últimos 10.000 años. Esto implica pensar estratégicamente en el rol del país dentro de ese escenario. Parte del enfoque debe centrarse en reducir la brecha entre los productores altamente tecnificados y aquellos que aún dependen de herramientas rudimentarias.
1- Transferencia de tecnología
El IPTA es el ente encargado de la investigación, desarrollo de tecnología, innovación, transferencia y difusión. Trabaja sobre cuatro pilares: agricultura, pecuaria, forestal y agricultura familiar. La misión institucional es la generación, rescate, adaptación y validación de tecnologías agrarias, así como el manejo de recursos genéticos.
Se busca desarrollar variedades y prácticas de manejo que se adapten a las condiciones del país. La transferencia de tecnología implica enseñar a los productores a utilizar la tecnología en su cultivo. Por ello, es fundamental que los sistemas de producción se vuelvan mucho más amigables con el ambiente.
2- Agricultura sostenible
Hablamos de una agricultura resiliente y más sostenible. La sostenibilidad contempla tres enfoques: económico, social y ambiental. Anteriormente, el productor se adaptaba a lo que el clima le ofrecía en ese momento. Sin embargo, con los nuevos conceptos en el sector agrario, proponemos una agricultura sostenible, lo que significa tener la oportunidad de construir el futuro y definir cómo se quiere producir en los próximos años.
3- El manejo del suelo
Paraguay cuenta con suelos inmensamente ricos, pero también muy degradados. Es necesario empezar una corrección del suelo, lo que implica su manejo adecuado, el uso de abonos verdes, la labranza mínima y dejar de lado el uso de la rastra.
Se debe avanzar hacia la siembra directa, como ya lo hace el gran productor. El pequeño y mediano productor también debe enfocarse en este modelo, lo que les permitirá ser más resiliente y adaptarse con mayor rapidez a los cambios climáticos.
4- El manejo del agua
Al hablar de cambios climáticos, también se debe hablar del agua. Aunque el pequeño productor fue muy golpeado por la sequía reciente, el país está rodeado de grandes ríos que ofrecen oportunidades. Solo el 18 % de la superficie cultivable en el mundo se produce bajo sistema de riego, pero esa superficie aporta el 45 % de los alimentos.
Paraguay y la región tienen acceso al 38 % de la disponibilidad de agua, lo que representa un potencial enorme, y para ello se deben aplicar prácticas responsables de manejo del recurso hídrico.
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5- Biotecnología
La biotecnología es clave para el desarrollo del país. Es fundamental avanzar en el desarrollo de tecnologías en laboratorio que permitan obtener materiales genéticos resistentes y accesibles para los productores. Son herramientas que no se pueden dejar de desarrollar.
6- Digitalización
La digitalización y la modernización son procesos importantes. La asistencia técnica, la gestión, los pronósticos, la predicción, el uso de sensores remotos y la agricultura de precisión son factores clave. Hoy todos los productores tienen un celular. Se deben utilizar esas plataformas para que ellos puedan acceder a sensores remotos, manejar microcuentas, predecir fenómenos climáticos, saber cuándo habrá lluvias, excesos hídricos o altas temperaturas.
El acceso a drones y sistemas más sofisticados permite una aplicación más eficiente y la posibilidad de reducir costos. Si bien son herramientas disponibles, la eficiencia aumenta con agricultura de precisión. Estos avances pueden alcanzarse con la digitalización y la modernización de los procesos productivos.
7- Capacitación
La capacitación es esencial. En los próximos años, se generará más conocimiento del que se creó en toda la historia de la agricultura. Es indispensable formar nuevas generaciones en tecnología, incluyendo herramientas como la edición genética o la edición CRISPR, que permiten desarrollar materiales genéticos con características adaptadas a las necesidades del productor: variedades resistentes, adaptadas a estrés hídrico y climático, como exceso o falta de agua y altas temperaturas.
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UGP destaca tres aspectos clave a tener en cuenta para el fortalecimiento agrícola
La agricultura sigue siendo uno de los pilares del desarrollo económico y social de nuestro país, pero su fortalecimiento requiere mucho más que trabajo diario en el campo, explican desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP), agregando que este trabajo demanda preparación, información precisa, sostenibilidad en las prácticas y políticas públicas efectivas que respondan a la realidad rural.
Cada uno de estos elementos actúa como un engranaje para que la producción agrícola pueda sostenerse, crecer y generar oportunidades para miles de familias campesinas, expresó el Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la UGP.
Manejo de información
Para quienes buscan trabajar en el campo, Cristaldo explicó que es fundamental cultivar la vocación, adquirir conocimientos y mantener la perseverancia. Sostuvo que trabajar en el sector agrícola requiere de una buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad.
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“Teniendo en cuenta el comportamiento cíclico, con años buenos, regulares y malos, es clave gestionar información sobre el clima y el mercado para realizar un análisis adecuado y manejar los riesgos”, precisó. Además, dijo que para evaluar la rentabilidad se recomienda analizar los resultados en períodos de cinco años y no centrarse únicamente en el resultado de un solo ciclo.
Políticas públicas
La agricultura reúne a un sector que necesita mejorar su calidad de vida, y las políticas públicas deberían enfocarse en incluir plenamente en la economía real y en las cadenas de valor, señaló Cristaldo. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryguatã (pobre, pero sin hambre)”, enfatizó.
Estas políticas deben abordar el déficit de infraestructura rural, como caminos, sistemas de riego, acceso a electricidad, agua y conectividad digital, facilitar el acceso al crédito y financiamiento diferenciado, además de promover la educación, capacitación y asistencia técnica gratuita para los pequeños productores.
Sostenibilidad
La modernización de la agricultura es lo que permite mantener la competitividad sin comprometer los recursos naturales. Cristaldo mencionó que este proceso comenzó en los años 80 con la mecanización y tecnificación, continuó en los 90 con la siembra directa y se consolidó en los 2000 con la introducción de variedades mejoradas genéticamente.
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Finalmente, expuso que el productor agrícola tiene un compromiso inquebrantable con las buenas prácticas en sus fincas, porque de ello depende la conservación de sus principales recursos para garantizar el consumo propio y la generación de ingresos.
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Finlandia ofrece programa para ser pastor por una semana
Ovejas blancas y negras se acercan balando a Petri Stenberg en un prado salpicado de flores estivales en el centro de Finlandia, a la espera de que el joven veraneante les de avena para comer. Stenberg participa con su esposa Oona y sus hijos Fia y Hugo, de 2 y 4 años, en la “semana del pastor”, un programa de vacaciones muy popular en Finlandia que combina el descanso con la conservación de la naturaleza.
Una antigua granja situada en una idílica isla del Parque Nacional de Isojarvi, a la que solo se puede acceder en barco o a pie, atravesando el bosque y un puente, es uno de la decena de lugares remotos donde los finlandeses pueden solicitar pasar una semana cuidando ovejas, por su cuenta y sin la ayuda de pastores profesionales.
Históricamente, las ovejas y otros animales de pastoreo han desempeñado un papel esencial en el mantenimiento de la biodiversidad y los entornos para la flora y la fauna. Pero los cambios en las prácticas forestales y agrícolas, así como la “drástica” disminución del número de pequeñas granjas en Finlandia, fragilizan estos ecosistemas tradicionales, explica Leena Hiltunen, experta de Metsahallitus, empresa propiedad del Estado finlandés.
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Como parte de su misión de gestionar y proteger tierras, bosques y lagos, Metsahallitus organiza las estancias en praderas seminaturales y pastos arbolados en lugares delicados. “El principal objetivo de las semanas del pastor es sensibilizar a la gente sobre estos biotopos tradicionales”, subraya.
En el pasado, la vegetación de la isla de Isojarvi se mantenía de forma natural gracias al pastoreo de ovejas, que impedía la proliferación de matorrales, permitiendo así la supervivencia de especies vegetales e insectos que ahora están amenazados. En comparación con los años 50, hoy en día queda menos del 1% de los paisajes tradicionales de Finlandia, según Metsahallitus, la mayoría de los cuales se encuentran en zonas protegidas.
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Vacaciones que atraen a los finlandeses
Para la temporada de verano, Metsahallitus recibió 12.764 solicitudes de 2.236 personas, muchas de ellas para varios lugares. En total, se asignaron 158 semanas de pastoreo por sorteo. La familia Stenberg, que vive en Vantaa, al norte de Helsinki, probó suerte varias veces antes de ser seleccionada este año, cuenta Oona Stenberg.
Una semana suele costar entre 400 y 670 euros, según el lugar. El alojamiento es rudimentario y sencillo, en cabañas o chalets de madera en medio de la nada, a menudo sin agua corriente y a veces incluso sin electricidad. “Algunos nos preguntan por qué queremos pagar para cuidar de las ovejas y la tierra”, ríe Oona Stenberg. “Pero para nosotros es toda una experiencia, y a los niños les encanta”, añade sorbiendo su café frente a la casa amarilla que alquilaron, rodeada de viejos edificios de madera y una sauna junto al lago.
En Finlandia, mucha gente pasa los veranos en cabañas o chalets rústicos de madera en el campo. Hiltunen explica que solo los finlandeses pueden solicitar las semanas del pastor, porque hay que saber “gestionar este modesto estilo de vida” de forma autónoma en la naturaleza. “No tenemos recursos suficientes para hacer publicidad en el extranjero, ni para tener a alguien in situ que explique cómo funciona todo”, dice.
“Un descanso”
En esta isla se respira un ambiente de serenidad, bajo un cielo gris que presagia lluvia. La familia tiene orden de contar la decena de ovejas todos los días, “y asegurarse de que gozan de buena salud, de que comen lo suficiente y de que las vallas están en buen estado”, explica Petri Stenberg, normalmente conductor de excavadora.
“Aquí vivimos realmente cerca de la naturaleza. Damos de comer a las ovejas dos veces al día, hemos ido a la sauna, nos hemos bañado y hemos pescado”, cuenta Oona Stenberg, fisioterapeuta.
“Aquí no he visto las noticias ni una sola vez. No hay televisión ni teléfonos. En cierto modo, mi mente se ha calmado y estoy viviendo el momento”, confiesa. La pequeña granja estuvo en funcionamiento hasta 1989, antes de ser comprada por Metsahallitus en la década de 1990.
Hojeando las páginas de un cuaderno que estaba en la casa, Petri Stenberg muestra escritos y algunos dibujos de ovejas hechos por anteriores visitantes, en los que documentaban su vida cotidiana y sus observaciones. “Es un verdadero descanso de la vida cotidiana”, concluye Petri Stenberg.
Fuente: AFP