Las infecciones respiratorias por virus son responsables de un gran número de muertes anuales en todo el mundo, incluido el conocido virus SARS-COV-2, responsable de la pandemia de COVID-19 pero al parecer, hay suplementos alimentarios muy efectivos.

El descubrimiento de un equipo de científicos de la Universidad de Tel Aviv apunta a que suplementos dietéticos que se encuentran en calabazas, garbanzos y otras frutas y verduras puede ayudar al cuerpo a luchar contra el coronavirus y otras enfermedades invernales, según un comunicado oficial.

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El estudio, liderado por Ehud Gazit, Eran Bacharach y Daniel Segal, de la facultad de Ciencias, y recién publicado en la revista académica Pharmaceuticals, revisado por pares, investigó el efecto de la combinación de suplementos de zinc con flavonoides, compuestos polifenólicos que se encuentran en muchas frutas y verduras, en el combate contra virus respiratorios, incluyendo SARS-CoV-2.

Se sabe que el modo más efectivo para combatir la propagación del virus es la vacunación y las medicaciones antivirales, sin embargo, como los virus mutan a gran velocidad es necesario que los medicamentos se actualicen de igual manera. Por eso los tratamientos alternativos forman un buen equipo con los medicamentos.

Alternativos y efectivos

Uno de esos tratamientos son las plantas medicinales y las fórmulas herbales y el equipo científico quiso explorarla a fondo. Esperaban encontrar el modo de combinar componentes naturales que están disponibles para el público y que tuvieran un efecto probado sobre varios virus.

“Para hacer frente a los cambios rápidos del virus, decidimos desarrollar vacunas activas hechas de suplementos dietéticos seguros y fáciles de obtener, que reducirían la carga viral en el cuerpo y reducirían el contagio”, dijo el doctor Gazit. “Sabemos desde hace años que los complementos alimenticios que contienen zinc pueden mejorar la inmunidad a las infecciones graves, virales y crónicas y sus consecuencias potencialmente graves”.

Los investigadores encontraron que el consumo de zinc solo logra un contenido celular relativamente bajo. Para potenciar el efecto, combinaron el zinc con flavonoides, compuestos polifenólicos que se encuentran en muchas frutas y verduras. También agregaron cobre, para prevenir un desequilibrio iónico y mejorar la efectividad del tratamiento.

Reducen la carga viral

Según las pruebas de laboratorio realizadas por el equipo, incluida la PCR, las nuevas vacunas desarrolladas por el equipo redujeron la carga viral. “Encontramos una disminución del 50-95% en la replicación genómica de varios grupos de virus de ARN, incluido COVID-19, el virus de la gripe y otros”, indicó el profesor Segal.

Lo que conduce a pensar que los prometedores resultados posiblemente permitan el desarrollo de un tratamiento biológico de almacenamiento administrado por vía oral que, dicen, será “seguro, natural y efectivo contra varios tipos de virus, incluidas nuevas mutaciones y variantes”.

Hasta ahora todos los experimentos se realizaron in vitro en el laboratorio, pero los investigadores son optimistas en cuanto al potencial práctico del estudio. Pronto esperan lanzar una serie de ensayos clínicos en humanos, que en última instancia conducirán a un tratamiento efectivo accesible para todos. Dado que los suplementos están verificados como seguros para su uso, y en vista de la pandemia mundial, se decidió ofrecer el producto al mercado general antes de la obtención de los resultados de los ensayos clínicos.

El investigador Bacharach señaló que “a todos nos enseñan desde una edad temprana que la buena medicina incluye la medicina preventiva” y asegura que eso es lo que hacen estos suplementos, además de complementar y mejorar el efecto de las vacunas y medicamentos antivirales existentes. Y señaló la flexibilidad potencial del tratamiento: “Encontramos que una combinación de varios flavonoides con zinc ayuda a proteger las células contra una amplia gama de virus de ARN.

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