Las cebollas moradas, también conocidas como cebollas paiteñas, por lo general son de tamaño mediano a grande y tienen un sabor suave y medio dulzón. Se pueden consumir de diversas maneras, ya sean asadas, crudas o bien cocinadas con otros ingredientes. No tiene temporada de estación, por lo que se encuentran disponibles durante todo el año.

Además de ser un exquisito vegetal, también sirve como medicina natural debido a sus importantes propiedades y beneficios que aportan a la salud. Esta hortaliza está compuesta por un 89% de agua, 38% de calorías, además de grandes cantidades de nutrientes como calcio, vitaminas A, B, C y E, fibras, fósforo, magnesio, zinc, entre muchos otros, aparte de ser ricas en flavonoides, antocianinas y quercetina.

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Beneficios

Fortalece el sistema inmunológico, mejora el estado de ánimo, es antiinflamatorio, desintoxicante, ayuda a la salud cardiovascular, combate el insomnio, es anticoagulante, previene la pérdida de cabello y mejora la salud de la piel, controla los niveles de la glucosa en la sangre, es diurética, protege el sistema óseo previniendo enfermedades como la osteoporosis, etcétera.

Por otro lado, es importante mencionar la diferencia que existe entre la cebolla blanca y la cebolla morada. Esta última es más rica en antioxidantes, que es de donde proviene su color morado. Así como también contiene mayor cantidad de quercetina, un potente antioxidante con efecto antiinflamatorio y antialérgico y que también favorece a la circulación sanguínea.

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Una fusión poderosa para combatir y mitigar afecciones respiratorias. Foto: Gentileza.

Medicina natural

La combinación de la cebolla morada y la miel es una fórmula súper poderosa, indicada para estados gripales y de resfríos. Gracias a su alto contenido en sustancias que poseen efecto mucolítico, expectorante y antitusivo. Aquí te contamos cómo preparar el jarabe de cebolla y miel.

Picar una cebolla mediana en forma de dados, luego mezclarla con tres cucharaditas de miel en un pote de vidrio. Cerrar y dejar reposar por 12 horas, pasado el tiempo indicado colar la mezcla en un envase hasta que quitarle todo el zumo.

Si se desea se puede preparar una infusión con los restos para combatir la tos. Finalmente, consumir tres cucharaditas todos los días ayudará a bajar la inflamación de la garganta y a abrir los bronquios. Su vida útil es de cuatro a cinco días en el refrigerador.

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