Un hombre de 88 años fue sorprendido conduciendo a 191 kilómetros por hora en una carretera rural francesa para no llegar tarde a la cita en la que debía vacunarse contra el COVID-19.

El límite de velocidad en la carretera donde fue detenido el jueves es de 110 kilómetros por hora, dijo la policía de la región oriental francesa de Bas-Rhin en Facebook. El conductor, un lugareño, “dio como razón de su exceso de velocidad que llegaba tarde a su vacuna contra el COVID”, añadió la policía.

Los agentes confiscaron el permiso de conducir del hombre y su vehículo. Desde enero, Francia da prioridad a los mayores de 75 años en su campaña de vacunación. La estrategia está dando resultados, según declaró el jueves el primer ministro Jean Castex, ya que la tasa de nuevas infecciones entre los mayores de 80 años ha descendido.

La alcaldía de París sugirió confinar tres semanas la capital francesa para contemplar “reabrir todo” al final, incluidos los restaurantes, bares y museos, una medida que sera “estudiada” por el gobierno pese a las dudas sobre su eficacia.

Esta medida daría “una bocanada de oxígeno” y abriría la “perspectiva de reabrir todo cuando termine”, dijo el jueves por la noche el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire, a la radio France Info. “No podemos imponernos vivir en una semicárcel durante meses. Ahora debemos tomar decisiones valientes”, añadió el adjunto de la alcaldesa socialista Anne Hidalgo.

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El portavoz del gobierno, Gabriel Attal, dijo el viernes que se estudiaría la idea, pero añadió que no tenía mucho sentido imponer un confinamiento sólo en París, dado el número de personas que entran y salen cada día de la capital. El vocero también expresó dudas sobre la eficacia de la medida. “Son relativamente pocos los científicos que creen que con un confinamiento de tres semanas podemos acabar con el virus y abrirlo todo, como ha dicho la alcaldía de París”, advirtió.

La propuesta fue hecha después de que el gobierno pusiera el jueves a 20 departamentos franceses, incluyendo París, en “vigilancia reforzada” ante un aumento del número de contagios. El jefe del gobierno francés, Jean Castex, llamó a las autoridades locales a entablar conversaciones para tomar nuevas restricciones sanitarias a partir del fin de semana del 6 de marzo “si la situación se sigue degradando”.

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Las autoridades ya impusieron confinamientos durante el fin de semana en el muy turístico departamento de los Alpes Marítimos, cuya capital es Niza y en donde vive un millón de personas, y en la aglomeración de Dunkerque (norte), frente a las costas inglesas.

Ante las críticas que levantó su propuesta, Emmanuel Grégoire dijo el viernes que se trata “simplemente de una hipótesis”. “La decisión corresponderá al ejecutivo nacional”, dijo Grégoire, que rechazó las políticas de “medias tintas, con resultados muy cuestionables”.

A nivel nacional ya rige un toque de queda entre las 18:00 y las 6:00 y los restaurantes, cafés, bares, museos y cines están cerrados desde hace varios meses. Más de 85.000 personas han muerto debido al coronavirus en Francia, uno de los países de Europa más golpeados por la pandemia.

Fuente: AFP.