El 25 de junio de 1612 se terminaba de escribir el primer libro paraguayo: “Anales del descubrimiento, población y conquistas del Río de la Plata” por Ruy Díaz de Guzmán. Fue publicado dos siglos después y es considerado una crónica histórica.
Ruy Díaz de Guzmán nació entre 1558 y 1560 en la capital de la gobernación de Andalucia, Asunción, que a su vez era parte de la gobernación del Río de la Plata y Paraguay.
En los documentos aparece tanto como criollo o mestizo, ya que al ser hijo de padre español le correspondería la definición de criollo, sin embargo, como nieto de Domingo Martínez de Irala, quien tuvo a su hija Úrsula con una mujer guaraní, su madre recibía la definición de mestiza.
Fue militar, cronista, conquistador y gobernador. Fue el tercer teniente gobernador del Guairá y el primer teniente gobernador de Santiago de Jerez (Matto Groso del Sur, Brasil). Además, de haber participado en la fundación de Villa Rica del Espíritu Santo.
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Sus relatos en el libro reúnen los desafíos que pasaron los conquistadores de la época, así como también los anhelos que tenían, centrándose en gran parte en las obras de su abuelo, Domingo Martínez de Irala. Así como también, acotando experiencias suyas, ya que investigó archivos y reunió testimonios de la época.
Anales del descubrimiento, población y conquista del Río de la Plata fue publicado dos siglos después, en 1836, en Buenos Aires, por lo cual no sorprende que su nombre se haya cambiado a “La Argentina” en ese entonces.
Hoy además, se celebra por este día la Primera Feria Virtual del Libro Paraguayo que quedará inaugurada oficialmente a las 19:00. Todas sus actividades serán transmitidas y anunciadas desde su fanpage.
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Escritores celebran el Día del Libro Paraguayo
La Librería y Editorial El Lector realizará este miércoles un acto denominado Encuentro con Escritores, en el marco de la conmemoración de un aniversario más del Día del Libro Paraguayo. Será a partir de las 18:00, en el local ubicado en Plaza Uruguaya, en 25 de Mayo esquina Antequera, en Asunción, con acceso libre y gratuito.
El Encuentro con Escritores reunirá a destacados exponentes de la literatura nacional, como lo son Fernando Pistilli, Richard Ferreira, Noelia Quintana, Marco Augusto Ferreira, Marcos Ibáñez, Irina Ráfols, Emilio Urdapilleta, Nilsa Maíz, José Samudio Falcón, Ramón Antonio Vargas, entre otros.
El Día del Libro Paraguayo se celebra cada 25 de junio, en conmemoración a la fecha de 1612 en que el historiador Ruy Díaz de Guzmán concluyó la primera obra manuscrita denominada “Anales del descubrimiento, población y conquista del Río de la Plata”, considerada como el primer libro paraguayo.
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Posteriormente, en el año 1980, el entonces Ministerio de Educación y Cultura instituyó esta fecha como el Día del Libro Paraguayo, con el objetivo de promover la lectura y la difusión de la literatura nacional.
Al respecto, Pablo León Burián, director y propietario de la Editorial El Lector, afirmó que la ocasión será propicia para compartir nuevas ideas y renovar esperanzas en favor de la literatura paraguaya.
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Día del Libro Paraguayo: rinden homenaje al escritor Feliciano Acosta
En el marco de las celebraciones por el Día del Libro Paraguayo, un grupo de 20 escritores y artistas de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), realizó un viaje a la ciudad de Concepción, los días 20 y 21 de junio, para rendir homenaje en vida al escritor Feliciano Acosta. Desde 1980, cada 25 de junio se recuerda a Ruy Díaz de Guzmán, quien en 1612 concluyó “Anales del descubrimiento, población y conquistas del Río de la Plata”, el primer libro paraguayo.
El poeta Feliciano Acosta vivió momentos de mucha emoción al recorrer las calles de la memoria de su ciudad, para relatar sus vivencias y reencontrarse con sus vecinos. Visitó su escuela, donde realizó sus primeras letras en un plurigrado, y recitó sus poemas en guaraní, dedicadas a la perla del norte que conmovieron al público en el Centro Cultural de la Villa Real. La primera ruta literaria de un escritor activo quedó inaugurada con el Feliciano Rapé y en los próximos meses se pondrán en marcha nuevas rutas.
Concepción, brindó una cálida bienvenida a los escritores y artistas que llegaron de Asunción, vistiendo sus mejores galas para recibir a su hijo dilecto Feliciano Acosta. La actividad también buscó conectar a los escritores con la riqueza cultural y literaria del norte del país, con el objetivo de conocer los lugares emblemáticos relacionados con la vida y obras del autor, reconocido con la más alta distinción de hijo dilecto de Concepción.
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La Perla del Norte hizo honor a su nombre, luciendo su esplendor arquitectónico, que seduce a los visitantes por su imponente belleza de ciudad colonial. Sus avenidas de tajy florecidos y su rico patrimonio cultural, estampado en el paisaje de su centro histórico, cautivan con sus casonas coloniales, constituyéndose en atractivo especial para el turismo cultural.
“Esta primera ruta literaria permitió conocer la vida y obras del escritor Feliciano Acosta, desde los ojos y las voces de los habitantes de su ciudad, así como el relato del propio autor. Nos embarcamos en un viaje mágico y maravilloso en el tiempo, para redescubrir su caminar como creador, su lucha por la libertad y el compromiso por promover la cultura y la lengua guaraní en las letras de Concepción, una ciudad mantenida como la isla rebelde durante la dictadura, cuya rica historia cobra vida en sus poesías y narrativa bilingüe”, señaló Marcos Ybáñez, presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), quien destacó el aporte de los escritores de esta ciudad a las letras nacionales como el caso de la escritora Nila López y otros.
Celeste Galeano, agente literaria de la SEP y directora de Punto Divertido, evaluó de positiva la experiencia, anunciando que se vienen nuevas rutas, “porque permite valorar el aporte del escritor contemporáneo a la cultura y las letras de su ciudad y el país en vida”. Los viajes a diferentes departamentos del país seguirán, porque constituyen un puente que conecta a los escritores y artistas con sus territorios. Arrancamos en el Chaco, luego Itapúa, Caaguazú y este fin de semana en Concepción.
La Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), Celeste Galeano, directora de Punto Divertido y agente literaria de la SEP, el Centro Cultural de la Villa Real, llevaron a cabo con éxito el “Feliciano Rape”, una ruta literaria turístico-cultural que rindió homenaje a un escritor nacional en vida.
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El legado de Mario Halley Mora volverá a editarse
En el marco del Día del Libro Paraguayo, se llevó a cabo la firma oficial del contrato de edición entre la Editorial El Lector y la Fundación Mario Halley Mora, con el firme propósito de preservar y difundir el legado del reconocido autor paraguayo.
Dicho acto se realizó en la residencia de Zunilda Merlo, viuda de Halley Mora, presidenta honoraria de la Fundación, quien, a sus 98 años, recibió con gran emoción a los representantes de la editorial. La firma se concretó en un ambiente íntimo y significativo, reafirmando el compromiso compartido con la cultura nacional.
El acuerdo contempla la edición y comercialización de una serie de obras infantiles y narrativas de Mario Halley Mora, tanto en formatos accesibles como en ediciones ampliadas. Las publicaciones se integrarán a los proyectos educativos y culturales de la editorial, orientados a fomentar la lectura comprensiva y la transmisión de valores en niñas, niños y jóvenes.
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Entre las obras que serán reeditadas se encuentran los cuentos “Marcelito y el Pez”, “José y el Señor Tiempo” y “Daniel y la Lombriz”, así como títulos emblemáticos como “La quema de Judas”, “Amor de invierno”, “La madama” y “Yvyguy Rekavo – El último caudillo”.
Asimismo, se prevé la creación de un Concurso de Cuentos Infantiles que llevará el nombre de Mario Halley Mora, a realizarse anualmente con el acompañamiento de la Fundación. Además, se nominará una sala del futuro auditorio de la editorial en honor al autor.
Esta alianza representa un acto de profundo reconocimiento a una figura fundamental de la literatura paraguaya y renueva el compromiso de la Editorial El Lector con la promoción de la literatura nacional y la educación a través de la lectura.
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La larva que sueña con volar
- Jimmi Peralta
- Fotos : Archivo / Gentileza
Con motivo del Día del Libro Paraguayo, que se recuerda el próximo 25 de junio, Milia Gayoso, Javier Viveros y Vidalia Sánchez hablan sobre sus experiencias en la industria editorial en la isla rodeada de tierra. Esta conmemoración se da en el contexto de la reciente aprobación de la ley del libro, que prevé campañas para la promoción de la lectura y legisla sobre algo que no estaba regulado: los libros digitales, que en adelante están protegidos como propiedad intelectual.
Una de las propuestas de vida de la sociedad actual con respecto a la producción material se basa en que el ciudadano tipo debe buscar una actividad laboral que lo apasione para sobrellevar su vida más alejado del displacer productivo.
Es en ese paradigma en el que en algunos casos se localiza a la carrera profesional en las coordenadas en las que uno aplaude frente a un mostrador con la pretensión de requerir algo parecido a la plenitud.
No obstante, en ese marco la producción artística en países pequeños y sin mucha tradición en las artes le juega una broma amarga a los interlocutores de las musas. Ellos llegan, intuición y fortuna mediante, a reconocer el lugar del deseo y el goce en un hacer específico, cumpliendo así la excepción de la regla general. Pero para sopesar la buena suerte las condiciones estructurales hacen que aquel hacer no garantice las condiciones materiales de la existencia.
RECORDACIÓN
El próximo miércoles 25 de junio se celebra el Día del Libro Paraguayo, un agasajo que rescata la fecha de finalización de la redacción del libro “Anales del descubrimiento, población y conquistas del Río de la Plata”, de Ruy Díaz de Guzmán, en 1612.
La historia del libro paraguayo cuenta con grandes hazañas y un premio Cervantes en su haber, pero con la mirada puesta en el presente El Gran Domingo de La Nación conversó con los escritores Milia Gayoso y Javier Viveros, así como con la editora Vidalia Sánchez, sobre el presente del mundo editorial y el devenir de los textos que llevan a algunos lectores a convertirse en escritores y así abrazar esta labor, que difícilmente permite un sostén económico en Paraguay. Por ello, a la vez de cultivar su arte los escritores locales también trabajan en otra cosa.
Niños y jóvenes, el gran objetivo
La escritora Milia Gayoso, periodista jubilada con tres décadas de ejercicio del oficio, apunta a llevar los libros al público infantojuvenil para crear una sociedad de lectores.
“El trabajo que realizo con los niños en las escuelas, más que un ‘encuentro con el autor’, es un reencuentro con mi pasado en las aulas argentinas, donde vi nacer mi vocación de lectora voraz-contadora de historias, por un lado. Y, por otro, me hace ver la gran necesidad que tienen los niños y jóvenes de ese acercamiento vital a los libros y el bien que les hace leer, adentrarse en otras realidades, conocer otras vidas parecidas o diferentes a las suyas. Muchos de ellos vienen de hogares donde no se lee y son ellos quienes encienden esa mecha en sus padres y/o hermanos. El efecto en los demás miembros de su familia es maravilloso”, comenta Gayoso, quien lleva unos años orientada con más énfasis en la producción de libros para niños y adolescentes, lo que le permite el recorrido permanente en instituciones educativas, marcando una experiencia en primera persona con sus lectores, sus intereses y su humanidad.
OXÍGENO
“Nunca he podido vivir de la producción literaria. Me dediqué más de treinta años a trabajar como periodista, he vendido desde carteras hasta orquídeas. Me jubilé hace cuatro años y lo que percibo es bastante modesto. No voy a negar que en los últimos años me va mejor con la venta de mis libros. El programa Ñe’êry del MEC (Ministerio de Educación y Ciencias) con sus llamados a licitación para adquirir libros ha logrado que muchos escritores consigamos interesantes ingresos que dieron un poco de oxígeno a nuestra economía. Desde hace algunos meses, también trabajo con la editorial Atlas como su embajadora cultural y todo junto me permite continuar aportando en la casa”, agregó.
Milia realizó su primera publicación en 1990, material que lleva el título de “Rondas en las olas”, gracias a un primer impulso que le dio su compañera de trabajo María Luisa Ferreira. Poco más de tres décadas después, Gayoso es referente en el ámbito editorial con decenas de títulos en su haber.
–¿Cómo empezaste a relacionarte con los libros paraguayos?
–Mi trabajo como periodista me permitió conocer a numerosos escritores de mi generación y de generaciones anteriores, antes de que yo me hiciera de un lugarcito en la literatura nacional. Siempre me sentí una privilegiada de haber podido entrevistar a personalidades como José Luis Appleyard, Augusto Roa Bastos, Josefina Plá, Luis María Martínez, Gladys Carmagnola, Raquel Saguier, Raquel Chaves, Elsa Wiezzel, Renée Ferrer, Nila López…. entre varios otros. Mi cercanía con algunas escritoras fue fundamental para mi crecimiento personal y profesional como narradora. Bebí de la generosidad de Nila López, Renée Ferrer, Raquel Chaves y Gladys Carmagnola.
“Tensión entre el entusiasmo creativo y las limitaciones estructurales”
El escritor, editor y actual ministro de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, Javier Viveros, informático de profesión, aconseja siempre a los aspirantes a escritores a escribir mucho y a asegurarse fuentes de ingresos de otras actividades laborales.
“He aprendido que en la industria local del libro conviven, en tensión permanente, el entusiasmo creativo y las limitaciones estructurales. Como escritor, he confirmado que hay un capital simbólico potente: talento, diversidad de voces y una buena tradición literaria que a menudo se reinventa desde los márgenes. Pero como editor, comprendí que ese impulso tropieza muchas veces con obstáculos concretos: baja tirada, escasa distribución y circuitos de venta muy limitados. A mi juicio, hacer libros en Paraguay sigue siendo una suerte de acto de fe, una forma de militancia cultural. Sin embargo, cada libro que circula, cada lector que se forma, cada autor que encuentra un espacio, confirma que merece la pena sostener esa apuesta”, comenta.
Desde su labor editorial, Viveros pudo vivenciar la realidad del libro en Paraguay desde ambas aristas.
“El libro paraguayo en el contexto del mercado internacional está aún en estado larvario. Asoma de un modo muy tímido en la escena editorial allende nuestras fronteras. Paraguay permanece fuera de los grandes circuitos editoriales y la escasa crítica literaria, sumada a la falta de traducciones, conspira contra su proyección. Pero hay signos de movimiento, avances lentos, pero avances al fin. No olvidemos que la larva sueña con sus alas futuras”, agrega Viveros.
–¿Cómo empezaste a relacionarte con los libros paraguayos?
–Llegué a la obra de Gabriel Casaccia antes que a la de Roa Bastos y todavía recuerdo el deslumbramiento que produjo en mí la lectura de su novela “La llaga”. No por la forma, sino por el fondo, por su realismo sombrío, por el penetrante manejo de la psicología de sus criaturas de papel y la lucidez implacable con la que ausculta la condición humana. Salvando las distancias, Casaccia es nuestro Dostoyevski.
“Situación prometedora”
La relación entre la posibilidad de mayor y mejor producción editorial es casi proporcional a la demanda. Sin estudios acabados, las estadísticas citadas en grandes medios señalan que en el país en promedio se leen 0,25 libros por habitante al año, exponencial diferencia negativa con relación a otros países de la región.
Sin embargo, la directora de la editorial y librería Servilibro, Vidalia Sánchez, se muestra optimista por el impacto que tiene y tendrá en el futuro la actual política oficial de fomento de la lectura en la educación inicial.
“La situación del mercado editorial local en este momento es buena y muy prometedora gracias al programa de comprensión lectora Ñe’êry, iniciado desde el MEC. Este programa se basa en distribuir en cada aula, no en cada colegio, pequeñas bibliotecas de 100 o 150 libros. Entonces, 10 minutos antes de comenzar las clases, los chicos tienen que leer libros, un fragmento, una poesía, lo que sea, pero tienen que leer todos los días. Eso hizo que el Ministerio de Educación tenga que comprar muchos libros. Unas 12.000 bibliotecas en la primera parte que ya se distribuyeron a los colegios. Ahora se tiene que licitar la segunda parte, otras 12.000”, comenta Sánchez.
“Se cuenta con un presupuesto para distintos proyectos: que los escritores lleguen a los colegios, que se compren también libros para bibliotecas departamentales, que se publiquen también libros”, relata.
En lo tocante a cuáles son las principales trabas que existen para el acceso a los libros, Sánchez señala que “sigue no estando al alcance de todos. Un empleado que gana un sueldo mínimo, vive en casa de alquiler, tiene tres o cuatro hijos, tiene que ver para la educación, la salud y todo lo que los chicos requieren. Ese empleado no tiene para comprar ni un libro por año. Entonces, ¿cuál es la solución? Hay que crear bibliotecas públicas y bibliotecas comunitarias donde la gente puede leer gratis. Esa es una materia pendiente todavía en nuestro país”, sentencia Sánchez.