Esta pausa movió hasta los calendarios de los eventos más importantes a nivel mundial y ¿cómo se arreglan los personales? Te ayudamos sobre cómo hacerlo para no sumar más ansiedad pero tampoco dejarlos varados.


Por: Jazmín Gómez Fleitas

Así como compartíamos en una entrega anterior [Worry Time: para que los pensamientos no nos abrumen] sobre cómo gestionar la preocupación, la psicóloga Fátima López Moreira aprovechaba también en esa nota para darnos un anticipo de cómo proyectarnos en este año “el primer paso es entender que esto es un momento para ir sorteando lo que nos va ocurriendo día a día y no proponernos metas muy lejanas, o nuevas metas muy lejanas, porque en este momento eso no es posible y solo puede generarnos mucha angustia, mucha ansiedad”.

La Dra en Psicología Olivia Gamarra nos ayuda con un bosquejo para solucionar el “qué hacer” con esos planes o proyectos que quedaron pendientes y que habíamos marcado a comienzos de año o finales del año pasado. Aquí va:

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  • Poner por escrito en una hoja de papel todos los planes y proyectos que teníamos para este año.
  • Plantear cada uno de ellos como un problema para poder darles una solución.
  • Añadir una columna más a la de los planes del año y allí plantear posibles ideas de solución para cada una. A cada solución que salga por cada idea, agregarle sus ventajas y desventajas. “Cada problema puede darnos varias salidas o formas de resolver. Al escribir todas las ventajas y desventajas, podemos elegir UNA que sea la más viable AHORA, que pueda darnos más ventajas sobre las desventajas”.
  • La idea elegida, desplegarla en PASOS para aplicarla. “Desde el paso 1, y desde ahí vamos colocando todo lo necesario: día, presupuesto, personas a quien contactar, y luego AGENDAR los horarios tentativos para desarrollar esos pasos.

Lo que se puede hacer ahora

La idea es que con cada ‘problema’ (plan u objetivo) se piense en las soluciones posibles y que con lo que no se puede hacer, se anota para el año que viene o se reemplace por algo similar.

“Estas soluciones deben ser realistas, y concretas (al hacer la lluvia de ideas). Esto puede ayudarnos a pensar y ponernos en acción sobre lo que ahora podemos hacer. Lo que no podemos hacer, lo escribimos igual. Por ejemplo, si uno tenía planeado empezar un curso en marzo y fue cancelado, podemos ver otras opciones online, cursos liberados gratuitos, o materiales en Internet para leer sobre el tema, y si no se puede, entonces reagendarlo para el año que viene. O si perdimos nuestro trabajo, podemos ver en qué somos buenos, y ver otras opciones laborales (enviar nuestro CV a otras empresas), ver cómo podemos vender de manera independiente online, ver qué otras salidas laborales podemos tener con el recurso que tengamos (si tengo una moto, puedo hacer delivery). Cuando le ponemos fecha a nuestras preocupaciones, y las ordenamos en nuestra mente, la ansiedad baja y además podemos empezar a dedicarnos sobre aquello que SÍ controlamos, en este momento”.

El paso a paso de arriba tiene por objetivo disminuir nuestra ansiedad clarificando la situación y ordenándolas en 1)qué puedo hacer y 2)qué no puedo hacer, para encontrarle solución -pasos organizados- a lo que se puede y lo que no, reagendarlo para el año que viene o reemplazarlo.

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