Reportero gráfico de La Nación y Crónica se despidió de sus compañeros y deja un testimonio de calidad profesional y humana en la redacción.
“Yo empecé haciendo trabajos de fotografía de eventos sociales, sean casamientos, cumpleaños, todo lo que tenga que ver con registrar fotos para el recuerdo. Eran épocas en las que uno tenía que sacar las fotos y uno mismo tenía que revelarlas y hacer las copias. Tenías que tener conocimiento para sacar las fotos y también para revelarlas, así era un fotógrafo, completo”, recuerda Agustín “Toto” Acosta, reportero gráfico de los diarios La Nación y Crónica, quien el viernes último se despidió de la redacción para acogerse al beneficio de la jubilación.
Fueron 36 años de actividad profesional en el fotoperiodismo, un oficio al que llegó sin tener un conocimiento acabado, pero en el que se formó paso a paso en la escuela de los colegas y el trabajo diario que es la redacción.
“Antes de ser fotógrafo yo quería ser militar. Hice los requisitos en la Academia, al final no era lo que me gustaba. Después se me presentó la oportunidad para ir al seminario para ser sacerdote, pero finalmente aprendí a hacer fotografías. Tenía un vecino que me llevó como su secretario. Ahí empecé preparando tereré y esas cosas, hasta que me tocó hacer algo de fotografía. Eso habrá sido en 1973, creo, era muy joven y todavía estaba en el colegio”, rememora sus inicios Agustín.
Más de 30 años de coberturas diarias marcan la vasta experiencia de “Toto”, una persona sencilla, quien en su acto de despedida recibió todo el afecto de sus colegas. “Tuve muchos compañeros maestros de la fotografía. El fotoperiodismo no es fácil. Hay que estar en el lugar y en el momento precisos. Ese un requisito básico. No podés decir ‘esperá un rato, voy a repetir el disparo’ (de la cámara), porque en la cancha si te perdiste el gol, ya no lo tenés registrado”, señala. Durante el acto de despedida la editora general de La Nación/Nación Media y Carlos Juri, jefe de Fotografía de Nación Media, hicieron entrega de una placa honorífica al trabajador.
“Voy a seguir sacando fotos. Hay muchas técnicas que probar todavía con la cámara. Más que nada ahora que son todas automáticas. Se podrían producir fotos muy raras, muy llamativas con las nuevas cámaras”, señaló Acosta, al tiempo de referir que la jubilación no lo alejará ni remotamente de su cámara fotográfica.