“Coda”, un film de bajo presupuesto que trata sobre la complicada vida de una familia con padres sordos y una hija oyente recibió la noche de este domingo el Óscar a la mejor película, frente a figuras y filmes de pesos pesados del cine.
La victoria de esta película, una adaptación de la francesa “La Famille Bélier”, convierte a Apple TV+ en la primera plataforma de streaming que gana en los Óscar en la categoría insignia de mejor largometraje. La directora Sian Heder ganó la estatuilla al mejor guion adaptado y el actor Troy Kotsur, sordo de nacimiento, la de mejor actor de reparto.
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Ganadores del Óscar en las principales categorías
Estos son los ganadores en las principales categorías de la 94ª edición de los premios de la Academia, que se entregaron el domingo en el Teatro Dolby de Hollywood.
Mejor película: “Coda”
Mejor directora: Jane Campion, “El poder del perro”
Mejor actor: Will Smith, “Rey Richard: una familia ganadora”
Mejor actriz: Jessica Chastain, “Los ojos de Tammy Faye” (“The Eyes of Tammy Faye”)
Mejor actor de reparto: Troy Kotsur, “Coda”
Mejor actriz de reparto: Ariana DeBose, “Amor sin barreras”
Mejor película internacional: “Drive My Car” (Japón)
Mejor película animada: “Encanto”
Mejor documental: “Summer of Soul (...o, cuando la revolución no pudo ser televisada)”
Mejor guion original: “Belfast” - Kenneth Branagh
Mejor guion adaptado: “Coda” - Sian Heder
Momento viral
Uno de los momentos más destacados de la gran gala de premiación, y del que todos hablan esta noche de domingo fue cuando el actor Will Smith irrumpió en el escenario durante la entrega de premios y golpeó a Chris Rock en la cara por bromear sobre su esposa y dejó al público atónito preguntándose si había sido guionado o no, el video de lo ocurrido se volvió viral.
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Fuente: AFP.
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Creció la audiencia de los Óscar
El triunfo de la taquillera “Oppenheimer”, dos canciones en vivo de “Barbie” y un divertido número con el actor Jonh Cena casi desnudo levantaron la audiencia de los Óscar por tercer año consecutivo a 19,5 millones de televidentes, de acuerdo con las primeras cifras de ABC ayer lunes. Los números de la exitosa gala casi duplicaron la audiencia respecto a la época de la pandemia, cuando el programa capitalizó apenas 10,4 millones de espectadores. Pero continúan lejos de los 40 millones que registraba una década atrás.
“Oppenheimer”, el drama sobre la bomba atómica de Christopher Nolan, conquistó siete estatuillas en la 96ª edición de los premios de la Academia, entre ellos mejor película, mejor director y mejor actor para Cillian Murphy, mientras que “Pobres criaturas” se llevó cuatro Óscar, entre ellos el de Emma Stone para mejor actriz.
Los destaques de la noche incluyen la presentación de Ryan Gosling, quien cantó “I’m Just Ken”, la poderosa balada de “Barbie”, el humor bien recibido del anfitrión Jimmy Kimmel, y la aparición de Cena quien entregó el premio al mejor vestuario luciendo apenas un par de sandalias. La publicación Variety describió la participación de Gosling como “maximalista y contagiosamente cómica”. Fue “la forma ideal de canalizar la energía positiva de unos Óscar en los cuales la alegría no se sintió forzada, como a veces puede ocurrir”, escribió el portal.
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Billie Eilish y su hermano Finneas cantaron además la canción ganadora de la noche, “What Was I Made For?”, también de la banda sonora de “Barbie”, y músicos indígenas interpretaron el tema nominado por la película “Los asesinos de la luna”.
El aumento de los índices de audiencia es algo bienvenido por este tipo de premiaciones, que han perdido espectadores a medida que compiten con los formatos cortos y rápidos de las redes sociales. Este año los premios Óscar se beneficiaron de tener entre las nominaciones a dos éxitos globales como “Oppenheimer” y “Barbie”, el fenómeno “Barbenheimer” que dominó los cines en 2023. Pero el programa por sí solo también recogió elogios.
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El diario Los Angeles Times, por ejemplo, exaltó los “ruidosos y estridentes Óscar” que administraron dosis de humor y celebraron la historia del cine, con una pizca de comentarios políticos en la medida justa. Donald Trump estuvo entre los millones que sintonizaron la transmisión la noche del domingo. El expresidente de Estados Unidos publicó una mala reseña del presentador en sus redes sociales que Kimmel leyó en vivo durante la última parte de la transmisión.
“Gracias, presidente Trump. Gracias por mirar. Me sorprende que aún esté ahí... ¿No ha pasado ya tu hora de ir a la cárcel?”, bromeó Kimmel, arrancando carcajadas de la audiencia. Pero la noche no fue sólo de risas. Durante la ceremonia también hubo sentidas referencias a las huelgas de Hollywood, al conflicto en Gaza y a la guerra en Ucrania.
Fuente: AFP.
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Da’Vine Joy Randolph: del teatro al Óscar con “Los que se quedan”
Hace una década, Da’Vine Joy Randolph conquistó excelentes críticas y una nominación al Tony por su trabajo en Broadway. Ayer domingo, ella brilló en Hollywood, llevándose un Óscar en su primera candidatura a mejor actriz de reparto. Randolph destacó en “Los que se quedan”, de Alexander Payne, encarnando a Mary Lamb, la cocinera de un internado que conecta de forma improbable con el profesor cascarrabias Paul Hunham (Paul Giamatti) y el angustiado estudiante Angus Tully (Dominic Sessa) durante las vacaciones de Navidad.
La actriz, de 37 años, derrotó a contendoras de peso en la categoría, incluyendo la dos veces ganadora del Óscar Jodie Foster (“Nyad”), Emily Blunt (“Oppenheimer”), America Ferrera (“Barbie”) y Danielle Brooks (“El color púrpura”). “Agradezco a todas las personas que cruzaron mi camino y han estado allí, y me han guiado”, dijo una muy emocionada actriz al recibir su estatuilla, la primera de su carrera, y de esta gala del Óscar.
“Siempre quise ser diferente, y ahora entiendo que solo necesito ser yo misma”, señaló. En “Los que se quedan”, Mary es una de las pocas personas negras en los años 1970 en el campus de New England, en el este de Estados Unidos, época y lugar donde la película está ambientada. Lamb decide quedarse durante las fiestas en la escuela porque está en duelo por su hijo, uno de los pocos jóvenes negros graduados en esa prestigiosa escuela y quien es asesinado en Vietnam.
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Uno de los mejores momentos de Randolph en la película ocurre cuando Mary, en una fiesta navideña familiar, a la que va junto a Paul y Angus, drena de forma catártica parte de su dolor. “Estaba gratamente sorprendida de ver la cantidad de contexto que Mary tenía, la emoción de un arco dramático completo”, dijo Randolph a Los Angeles Times el año pasado.
“Puede sonar trivial y tonto, pero esto no siempre está disponible a una persona de color”. La actriz nacida en Filadelfia arrasó en la temporada de premios de Hollywood, llevándose galardones importantes como un Globo de Oro, un BAFTA y el trofeo del Sindicato de los Actores de la Pantalla. “Mary, oh Mary. Cambiaste mi vida. Me hiciste sentir vista de tantas maneras que nunca imaginé”, dijo en su discurso al recibir su Globo de Oro.
Del teatro a la gran pantalla
Randolph nació el 21 de mayo de 1986. Acudió al prestigioso programa de artes Interlochen en Michigan para estudiar teatro. En la Universidad Temple en Filadelfia, se centró inicialmente en la música clásica y la ópera, antes de cambiar de rumbo y especializarse en teatro musical. Perfeccionó sus conocimientos en la Escuela de Arte Dramático de Yale, donde culminó una posgraduación.
Un año después, Randolph impresionó a Broadway, donde consiguió una nominación al Tony en 2012 por su interpretación de la psíquica Oda Mae Brown en “Ghost: The Musical”. Debutó en la pantalla grande en “Mother of George”, que estrenó en el festival de Sundance, protagonizada por Danai Gurira.
En televisión, apareció en la popular “Selfie”, además de programas como “The Good Wife”, “Veep”, “This Is Us” y el drama musical “Empire”. Su explosión en el cine fue gracias a la bien recibida “Dolemite” (2019), de Netflix, protagonizada por Eddie Murphy. Su voz aparece en varias películas animadas, al tiempo que también trabajó en “Estados Unidos vs. Billie Holiday” junto a Andra Day, y “La Ciudad Perdida”, protagonizada por Sandra Bullock. Volvió a la televisión con “High Fidelity” y “Only Murders in the Building”. Y llegó la llamada de Payne.
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“Me parece que los actores con dotes para la comedia pueden hacer papeles dramáticos sin resultar pesados en ellos”, declaró Payne a USA Today. “Ella consigue arrancar grandes carcajadas y también te hace llorar”. Randolph también apareció en la nominada al Óscar “Rustin”, protagonizada por Colman Domingo, en la cual interpretó a la cantante de góspel Mahalia Jackson, quien cantó en la Marcha en Washington, en 1963.
La actriz tiene en el horno varios proyectos, como la película de acción y suspenso “Shadow Force”, protagonizada por Kerry Washington y Omar Sy, y la comedia “Bride Hard”, con Rebel Wilson. “Estoy muy agradecida por la apreciación que la gente tiene de mi talento, pero de ninguna forma mostré mi verdadero alcance”, dijo a The New York Times en el camino al Óscar. “Comencé a crear una plataforma para hacerlo. ¡Hagámoslo!”.
Fuente: AFP.
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Un Óscar al retrato de la banalidad del mal
“Zona de interés”, del director británico Jonathan Glazer, conquistó ayer domingo el Óscar a la mejor película internacional con su retrato de la banalidad del mal, uniendo en el guion el horror de la Alemania nazi y una vida tranquila y bucólica a pocos metros. “Nuestra película muestra que la deshumanización lleva a lo peor”, dijo Glazer al recibir la estatuilla. “Moldea nuestro pasado y nuestro presente”, agregó en un comunicado, que hizo directa referencia al conflicto en Gaza.
En la película, Glazer describe la vida cotidiana de la familia del comandante nazi Rudolf Hess en la casa contigua al campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia. Desde la vivienda se pueden escuchar los disparos, los gritos de los detenidos, mientras la familia, ajena a ese otro mundo, disfruta del jardín y de la piscina. Más de un millón de personas, judías en su mayoría, perdieron la vida en Auschwitz, el campo de concentración más grande construido por los nazis.
“Zona de interés” era un término utilizado por los nazis para describir el perímetro de 40 km cuadrados contiguos a un campo de concentración. El filme, una coproducción británica-polaca-estadounidense, es solo el cuarto largometraje de Glazer en 24 años de carrera como director. Rodado en polaco y alemán, “Zona de interés” llegó a los Óscar después de haber ganado tres premios en los BAFTA, otorgados por la academia británica de cine en febrero.
“Los muros no son nuevos ya que existían antes o después del Holocausto y parece claro que ahora mismo deberíamos estar preocupados por las muertes de personas inocentes en Gaza, Yemen, Mariupol o Israel”, afirmó en Londres, en aquella ceremonia de los BAFTA, el productor de “Zona de interés”, el estadounidense James Wilson. Wilson expresó su gratitud al jurado de los BAFTA por “reconocer una película” que “pide pensar en esos espacios” en conflicto.
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Adaptación de una novela
El productor parecía hacerse eco de unas declaraciones realizadas en diciembre de 2023 por el director Glazer al diario The Guardian. “La película no es sobre el pasado, sino sobre el presente”, analizó Glazer, de 58 años y religión judía. “Zona de interés” también se impuso en los BAFTA a la producción española “La Sociedad de la Nieve”, en el apartado de mejor película de habla no inglesa.
Protagonizado por los actores alemanes Christian Friedel y Sandra Hüller, el filme es una adaptación de la decimocuarta novela, del mismo nombre, del escritor galés Martin Amis, fallecido en mayo de 2023 y que no ha podido ser testigo del gran éxito de su relato en su adaptación a la gran pantalla. “Siempre había querido hacer una película sobre el Holocausto de una manera que no se había hubiera hecho antes”, afirmó Glazer en una entrevista a la publicación española El Cultural.
“Cuanto más descubría sobre Rudolf y su mujer en los archivos de Auschwitz, más me daba cuenta de que eran personas de clase trabajadora con ganas de ascender”, resumió Glazer hace tres meses a The Guardian. “Aspiraban a convertirse en una familia burguesa como muchos de nosotros lo hacemos hoy. Eso era lo grotesco y sorprendente de ellos, lo familiares que nos resultaban”, añadió.
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Fuente: AFP.
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Robert Downey Jr., de tocar fondo a la gloria del Óscar
Robert Downey Jr. se llevó ayer domingo el Óscar al mejor actor de reparto por su impecable rol en “Oppenheimer”, bañando con oro una carrera de altibajos, dentro y fuera de la pantalla. El intérprete estadounidense, de 58 años, cerró con la mayor estatuilla de Hollywood una exitosa temporada de premios que lo engalanó de honores por su participación en la cinta de Christopher Nolan sobre las tribulaciones que la bomba atómica le costó a su inventor.
“Quiero agradecer a mi terrible infancia y a la Academia, en ese orden”, abrió su discurso el carismático actor. “Este es mi pequeño secreto: yo necesitaba este trabajo más de lo que él me necesitaba a mí. Chris lo sabía”, prosiguió refiriéndose al director del drama épico que llegó con 13 nominaciones a esta gala.
“Fue fantástico, y me presento aquí, ante ustedes, como un mejor hombre gracias a esto (...). Lo que hacemos es importante, y lo que decimos hacer es importante”, completó. Downey venció en la categoría a Robert De Niro, Ryan Gosling, Sterling K. Brown y Mark Ruffalo.
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La estatuilla le llega tres décadas después de su primera candidatura al Óscar con la biográfica “Chaplin” (1992), de Richard Attenborough, que lo catapultó como uno de los grandes nombres de su generación. La Academia le concedió el anhelado Óscar por un rol atípico de villano en su trayectoria llena de personajes carismáticos y seductores.
Downey interpreta al expresidente de la Comisión de Energía Atómica, Lewis Strauss, en esta cinta épica sobre Robert Oppenheimer. Al comienzo, Strauss parece apenas un contrapunto al imponente Oppenheimer de Cillian Murphy, quien también fue nominado por su rol. Un inocuo burócrata, que, sin brillo, entra y sale de la escena.
Pero a medida que la trama se desenvuelve, el personaje cobra protagonismo y destila su arrogante y ambiciosa esencia. Puede considerarse un camino inverso de algunos de los más famosos roles de Downey, quien dentro y fuera de la pantalla ha conquistado admiración y simpatía.
Auge y caída
Downey Jr. nació el 4 de abril de 1965. Debutó a los cinco años, de la mano de su padre, el director, actor y guionista Robert Downey Sr. Después de algunos roles junto a los talentos emergentes de la época, como Anthony Michael Hall y Molly Ringwald, bautizados como el “Brat Pack”, Downey aterrizó en los zapatos de Charles Chaplin, que le rindió un premio BAFTA y la primera nominación al Óscar. Pero cuando parecía que todo iba en alta, el actor tocó fondo.
La década de los años 1990 estuvo marcada por las consecuencias de su larga adicción a las drogas, que según ha dicho en entrevistas probó por primera vez gracias a su padre, en su infancia, en los tiempos de la contracultura. Downey fue arrestado varias veces entre 1996 y 2001, regalándole a los tabloides fotos policiales. Entró y salió de casas de rehabilitación, y cumplió penas tras las rejas, incluyendo un período de casi un año entre 1999 y 2000.
La adicción le costó trabajos, como su participación en la serie “Ally McBeal”, de donde salió tras uno de sus arrestos. Pero eventualmente emergió de las cenizas. En una entrevista con Oprah Winfrey en 2004, Downey dijo que su último arresto lo hizo reflexionar. “Finalmente me dije: ‘¿sabes qué? No creo que puedo continuar así’. Y busqué ayuda, y la acepté”, ha confesado.
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Junto a Mel Gibson, volvió a la pantalla grande con “El detective cantante” (2003), y en seguida consiguió un rol en la película de suspenso “Gothika”, junto a Halle Berry. Poco a poco, Downey se estableció nuevamente, y en 2008 firmó dos de sus papeles más exitosos en “El hombre de hierro” y “Una guerra de película”.
El último le valió su segunda nominación al Óscar, y el primero, en la piel del excéntrico Tony Stark, lo convirtió en uno de los actores más taquilleros de la industria. También protagonizó “Sherlock Holmes”, así como una secuela, bajo la dirección de Guy Ritchie.
El actor está casado con Susan Downey, con quien tiene dos hijos. Otro, el mayor, es producto de su matrimonio con Deborah Falconer, quien se separó de él en sus años turbulentos. “Quiero agradecer a mi veterinaria, quiero decir, mi esposa, Susan Downey allí”, dijo ayer domingo en su discurso el actor. “Ella me encontró como una mascota de rescate gruñendo... y tu amor me devolvió a la vida. Por eso es que estoy aquí”.
Fuente: AFP.