“Poco a poco, nuestra música se vuelve a bailar y se vuelve a escuchar en cada rincón de nuestro país”, expresó hoy lunes Néstor López Escobar en un acto en el Congreso Nacional, al recibir el Premio Nacional de Música 2021, en la categoría popular vernácula, por su polca “Mamáma”.

En su discurso, López pidió primeramente un aplauso para el maestro Remigio Pereira, que recibió una mención en la categoría clásica o selecta por su obra “Ritual Kambakua”, para orquesta sinfónica. También agradeció al equipo de Los Caminantes, su banda que lo acompaña en este “nuevo encare a nuestra música”.

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“Me hubiese encantado que estuviesen aquí mis padres, a quienes ya no les tengo, pero recuerdo perfectamente, como si fuera ayer, cada vez que me decían que nuestra música paraguaya estaba muriendo, que nuestra música paraguaya estaba quedando en el olvido porque los jóvenes ya no la escuchan”, evocó el artista.

“Hoy día, agarramos esa posta de la música paraguaya, no solo yo, no solo Kike, no solo los premiados, sino que hay un sinnúmero de jóvenes que estamos abocados a que nuestra música, nuestra cultura, aquello que nos hace únicamente paraguayos recorra cada uno de los rincones de nuestro país”, agregó.

Polca se usaba para despedir fiestas

López continuó: “Me siento con el deber, no todavía cumplido, pero sí con que hemos empezado algo que hasta hace 5 años era difícil. Hace 5 años, nuestra música paraguaya tocaban en las discotecas para que la gente se vaya, hoy día estamos logrando, poco a poquito, que nuestra música paraguaya se baile en las discotecas y en los boliches”.

“Creemos que todavía falta muchísimo por trabajar. Siento que nuestra música se vuelve a acercar a los jóvenes porque, si bien había una brecha que nos distanciaba con nuestra música, también tenía que ver con que las composiciones de nuestras músicas, por muchos años no reflejaban más la coyuntura de lo que nos sucede hoy a los jóvenes. Hoy día, creo que esa brecha se está acortando, se está acercando a los jóvenes”, concluyó.

Difícil, pero no imposible

“Ganó el arte, y lo ganó de forma histórica”, dijo, a su turno, Enrique “Kike” Álvarez, galardonado con el Premio Nacional de Música 2021 en la categoría clásica o selecta por su poema sinfónico: “¡Que no se enoje el Paraná!”. El músico encarnaceno dedicó la distinción a sus padres presentes, así como a su esposa e hijas, y amigos.

“Vivir de la música en el Paraguay es todavía una tarea difícil, pero no imposible”, señaló Kike. “Por lo tanto, pido al Estado paraguayo seguir otorgando premios y becas a nuestros jóvenes. Tenemos muchas mentes brillantes en este país, tenemos mucho talento, tenemos mucho por dar, tenemos mucho por aprender”.

“A las fundaciones en pro del arte, desarrollo y cultura, a las instituciones que velan por nuestros derechos y regalías, pensemos y hagamos cosas de manera colectiva y honesta. Solamente así podremos seguir creciendo a nivel mundial”, cerró Álvarez, que, además, consideró un privilegio que el premio contara con un jurado exigente.

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Fundamentaciones del jurado

El coordinador del jurado, el maestro Diego Sánchez Haase, dos veces ganador del Premio Nacional de Música y director de la Orquesta del Congreso, destacó el “perfil altamente técnico” de los juzgadores, así como de sesiones marcadas por “interesantes debates y enriquecedoras reflexiones sobre el presente y futuro de la música paraguaya”,

Al presentar las fundamentaciones de las obras premiadas, Sánchez Haase, respecto a “Que no se enoje el Paraná explicó “A través de una obra sinfónica escrita con una rica orquestación y un adecuado manejo de las técnicas y recursos compositivos, en un lenguaje moderno, el compositor cuenta una historia en la que participan dos personajes principales, el caudaloso río Paraná y el ser humano, trasmitiendo el mensaje de la necesidad de cuidar y valorar el medio ambiente y los valiosos recursos naturales del Paraguay”.

En tanto, sobre “Mamama” refirió: “Una canción que busca explorar nuevas sonoridades para la música vernácula del Paraguay, sin olvidar sus raíces y su esencia. Al homenajear a su abuela con esta música, el compositor evoca sus orígenes, dejando un mensaje que busca valorizar las raíces, en la búsqueda de un camino propio”.

Menciones de honor

Participaron un total de 19 obras en ambas categorías. En la categoría clásica o selecta recibieron menciones: “Meditación Lacónica” de Pascual Gabriel Graziani, “Ritual Kambakua” de Remigio Pereira, y “Tangara” de Javier Acosta Giangreco. Las menciones en la categoría popular vernácula fueron para: “Opus 2″ de Carlos Cazal y Raúl Daumas, “Calle Luna” de Carlos Galeano, y “Mi eterna pasión” de Enrique Riveros y Hugo Hernán Basaldúa.

Además de Sánchez Haase, el jurado de este año se conformó con la diputada Blanca Vargas, representante de la Cámara Baja; Prof. Virginia Yolanda Aquino, representante del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC); Prof. Dr. Juan Manuel Marcos, de la Academia Paraguaya de la Lengua Española; Prof. José Luis Miranda, de Autores Paraguayos Asociados (APA); y un representante de la Asociación de Músicos del Paraguay (AMP).

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