“Realidades” es el nombre de la exposición de pinturas de las artistas Norma Annicchiarico, Carla Ascarza, Osvaldina Servián y Gloria Valle, en el espacio “Miguel Acevedo” de la Manzana de la Rivera (Ayolas 129). La muestra será inaugurada el próximo jueves 15 de abril, a las 19:00, y permanecerá abierta hasta el viernes 30 de abril.
Cuatro artistas mujeres se han reunido para exponer sus obras más recientes que hacen referencia a diversas realidades como las que forman parte de nuestra cultura, de nuestros paisajes urbanos, así como aquellas que representan otras dimensiones, dualidades, mundos particulares y escenarios mágicos. Cada artista presenta su propia colección, temática y técnica diferentes
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La identidad de una sociedad
“Identidad” es como se denomina la serie de Norma Annicchiarico, en la que se observan “La Estación del Ferrocarril”, “La Recova”, “Cambistas en la calle Palma” y “Punta Karapa”, en gran formato con la técnica del acrílico sobre tela, con unas pinceladas cortas, de textura y de color. Dando énfasis a la forma y al color. “La identidad de una sociedad, su patrimonio, sus costumbres, sus personajes, son testigos de muchos hechos que han marcado la historia”, señala la artista.
Por su parte, Carla Ascarza presenta la colección “Entre lo real y lo imaginario”, cuyas obras representan escenarios en los que plasma la idea de una realidad intuitiva, dotada de personajes que conviven de una manera intimista con los objetos o sujetos que los motivan, los perturban o los conmueven. “De este modo, los relatos se perciben como historias metafóricas que construyen nuevas dimensiones, generando mundos de contenidos simbólicos”, comenta la misma.
Luz de luna
En la serie de Osvaldina Servián, titulada “Dualidad”, la artista se centra en el paisaje, específicamente en la luna a la que pintó en diferentes momentos, llena de luz contrastando con la oscuridad, mostrando el mundo dual, en el cual existe la luz porque existe la oscuridad y viceversa.
Al respecto, Servián expresa: “Solo así ambos adquieren sentido y los podemos percibir como parte de la realidad que vemos y cuando tomamos consciencia de que siempre existe la luz que logra rescatarnos e iluminarnos mediante nuestra voluntad, encontramos motivos para la esperanza a un nivel interior, que no vemos, pero sentimos, el espiritual”.
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El rol de las mujeres
La colección “Tocai&Guinea” perteneciente a la artista Gloria Valle, representa la existencia real o la invisibilidad del rol de las mujeres paraguayas que llevan años de dedicación anónima, contribuyendo día a día al crecimiento del rubro parental del que le fuera prestado.
Sobre las obras, Valle describe: “Este alegre ir y venir de días tempraneros, con ruidosa compañía en que el Tocai marca el inicio de la jornada, anuncian visitas inesperadas, o las lluvias cercanas, compañías, estás, que se espantan de las sombras, se ocultan en el follaje escaso, que se protegen una a otras en ruidosas manifestaciones de raudo pasar. Y se calman todas con promesas de paz”.
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ueno black y uela black trazan un futuro sostenible a través del arte en el Pinta Art Week
Las oficinas de itti se transformaron, por un día, en escenario de arte y encuentro. En el marco de Pinta Art Week, junto a ueno black y uela black, la empresa recibió a una comitiva internacional integrada por coleccionistas, curadores, artistas y periodistas especializados.
Más de 20 invitados provenientes de Argentina, Chile, Uruguay y Estados Unidos recorrieron los 3.700 metros cuadrados de las oficinas acompañados por la artista Claudia Casarino y el arquitecto Saúl Acosta de Bauen. La visita no fue solo un paseo arquitectónico: fue un recorrido que revelaba cómo la tecnología, el diseño y la artesanía dialogan en cada rincón.
El camino llevó a los visitantes por espacios concebidos para el encuentro y la colaboración. Allí, las coloridas alfombras hechas con plásticos recuperados del mar conviven con hamacas tejidas en telar en Carapeguá, y las estructuras de madera de reforestación con tramas de cuero ancestral se entrelazan con murales de fibras naturales y pinturas creadas por niñas y niños. Todo un universo donde la innovación se respira, pero con raíces profundamente ligadas a lo manual y a lo comunitario.
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El recorrido culminó en el “coliseo” de itti, donde los anfitriones ofrecieron una merienda típica con un giro gourmet. La sorpresa mayor llegó en forma de obsequio: piezas de cestería Mbya, transformadas en cuadros, que conquistaron a los visitantes por su delicadeza y simbolismo.
“itti es un espacio abierto a la interacción y la colaboración, diseñado para propiciar un modo de convivir más amable entre nosotros y con el entorno. Aquí, lo digital se desarrolla en un entorno hecho a mano, donde tradición e innovación se potencian mutuamente”, expresó Casarino.
Más que una visita, fue una experiencia inmersiva que confirmó el espíritu de Pinta Art Week: tender puentes entre lo local y lo global, lo contemporáneo y lo ancestral, lo artístico y lo cotidiano.
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Sobre Pinta Art Week
Pinta Art Week, se celebra en Asunción del 10 al 13 de septiembre. En su cuarta y última edición, la ciudad se vive como un centro de cultura y arte: exposiciones, visitas a talleres, recorridos por galerías, museos y espacios no convencionales.
El programa cultural cuenta con la curaduría de Irene Gelfman, Curadora Global de Pinta, y Adriana Almada, Curadora General del evento, quienes diseñaron una agenda que convierte a Asunción en epicentro de la escena artística regional.
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Un recorrido sensorial desde el origen de la creación
- Fotos: Cristóbal Núñez
“Ascendentes, entre tiempos” es la muestra de la diseñadora paraguaya Ilse Jara que permanecerá abierta durante todo setiembre. La obra está construida con cintas textiles de distintos géneros, un elemento que marca el inicio del proceso creativo de Ilse Jara y que se erige como emblema de su identidad artística.
La diseñadora paraguaya Ilse Jara inauguró el pasado 11 de setiembre su primera instalación artística titulada “Ascendentes, entre tiempos”, en el showroom de su marca ubicado en el Complejo Textilia (local 9). La presentación se realizó en el marco de Pinta Asunción Art Week 2025. La propuesta explora la relación entre la naturaleza y el ser humano a través de la proporción áurea.
La obra está construida con cintas textiles de distintos géneros, un elemento que marca el inicio del proceso creativo de Jara y que se erige como emblema de su identidad artística.
Inspirada en la secuencia matemática presente en la naturaleza, conocida como proporción áurea o serie de Fibonacci, “Ascendentes” busca expresar el flujo evolutivo de la humanidad, simbolizando un salto de la tercera a la quinta dimensión, desde el centro de la tierra hacia el cielo.
EXPERIENCIA HOLÍSTICA
La muestra permanecerá abierta al público hasta finales de setiembre, ofreciendo una experiencia que fusiona arte, matemática y espiritualidad.
En esta charla con La Nación del Finde, la diseñadora paraguaya habla de su primera muestra ofreciendo un recorrido que transita desde el centro de la tierra hasta el cielo.
–¿En qué consiste la muestra inaugurada en el Pintasud?
–Es una manifestación artística compuesta por tres obras: Agua, Aire y Sol. Construidas con alambres de cobre, como ejes de conducción energética y espiritual, abrazadas por textiles que guardan la memoria de la Tierra, y revitalizadas con iluminación, movimiento y color. Agua, Aire y Sol te llevan a una experiencia y recorrido sensorial desde el origen de la creación, la memoria de la tierra, el aliento de vida y la energía vital. Es una pausa, un espacio y un canal, para recordar la esencia de nuestra propia existencia.
FUENTE CREADORA
–¿Qué significa que la propuesta artística aborda la naturaleza y el ser humano en proporción áurea?
–Tanto la naturaleza como nosotros venimos de la misma fuente creadora, somos naturaleza. La proporción áurea es una secuencia matemática perfecta que se encuentra visible en toda la creación, que marca un ritmo, una forma y un ‘flow’ en ascendencia. De allí nace “Ascendentes”, del ritmo y proceso evolutivo in crescendo del Universo.
–¿Cómo se cruzan el diseño con el lenguaje de las artes visuales en la muestra?
–Particularmente considero que una visión, una idea o simplemente un sentir puede expresarse de cualquier forma y a través de cualquier canal. El hecho de que durante el proceso pueda sanar o transformar a uno mismo o a una sociedad, liberando y/o visibilizándolo, ya podría ser considerado arte. Ahí es donde todo se une. En mi caso y desde mis inicios lo expresé a través de nuestra segunda piel, la ropa. Hoy el mismo mensaje y propósito busca naturalmente expandirse a través de otros lenguajes, que en esencia siempre fue el mismo.
–¿Cómo definiría su identidad artística?
–Mi identidad tiene que ver con hacer visible lo sublime de la naturaleza, que mas allá de su belleza estética tiene un alma, una voz y un propósito muy especifico, que además de acogernos y nutrirnos como fuente de vida y belleza, nos muestran fragmentos de nosotros mismos como seres humanos, la creación maestra más completa de la Tierra. Mi expresión además de la moda actualmente se da a través de la escultura, la manipulación textil, con la intervención de artes lumínicas y musical.
ARMONÍA UNIVERSAL
–¿Cómo la muestra transita el campo de las matemáticas, el arte y la espiritualidad?
–La muestra une matemáticas, arte y espiritualidad desde un mismo origen: la armonía del universo. Las matemáticas, a través de la proporción áurea, revelan el orden perfecto que sostiene la creación; el arte lo convierte en experiencia sensible y transformadora; y la espiritualidad le da sentido, recordándonos que somos parte de ese mismo tejido universal. En “Ascendentes”, esta conexión se traduce en formas, luces y ritmos que buscan despertar en cada espectador la memoria de su propia esencia.
–¿Desea agregar algo que no le hayamos preguntado?
–Mis agradecimientos a todas las personas que formaron parte de este momento tan especial, principalmente a Adriana Almada, curadora de Pinta Asu, que apostó en mí invitándome a lanzarme y ser parte. A todo mi gran equipo de IJ y todas las artesanas que se sumaron a construir este sueño con muchísimo amor, talento y pasión, a Christian Chamorro y su equipo que se lanzaron conmigo a este desafío para construir las esculturas que fueron sostén para nuestra expresión textil, a Manuel Schaerer, artista lumínico que hizo posible dar vida y movimiento a mis obras; a mi madre Gloria Zárate, que me acompañó, impulsó y motivó desde el inicio de mi trayectoria como diseñadora, y a mi querida Anabeba, mi maestra espiritual en la Tierra que esa noche ascendió y bendijo desde el cielo con la frecuencia más hermosa de amor este nacimiento de arte.
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Casa Taller Koki Ruiz: lugar de memoria y pulsión artística
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Archivo/Gentileza
Como una manera de seguir su legado, las hijas del recordado maestro de las artes plásticas planean generar un espacio de arte colectivo en La Barraca, San Ignacio Guasu, Misiones, donde tradicionalmente culmina la procesión de Tañarandy cada Viernes Santo desde hace más de 30 años. Están dando sus primeros pasos, concibiendo las primeras obras y planean habilitar una fundación para luego perseguir el sueño de habilitar un museo permanente de la obra de su padre.
“Abriremos las puertas de la Casa Taller Koki Ruiz, en La Barraca”, cuenta Macarena Ruiz, hija del querido artista plástico, explicando que lo hacen buscando mantener su legado en “el lugar donde él vivió, creó y soñó”
Según comenta, “vamos a empezar vendiendo piezas de arte inspiradas en la obra de mi papá, para continuar con el sueño de tener un taller de artesanos, una comunidad de artistas”, apunta.
Una tarea que el propio Koki inició con el taller Felipe Santiago Apocatú, nombrado así en homenaje a un artesano indígena de la época de las reducciones, donde, acompañado de amigos artistas de San Ignacio, buscaban recuperar el espíritu creador de aquellos aprendices que se hicieron verdaderos maestros.
“Hacían reproducciones de piezas decorativas y algunas tallas de la época jesuítica como ángeles querubines, músicos, con volutas, con flores, una experiencia muy rica”, dice Macarena desde Tañarandy, “la tierra de los irreductibles”, colonia vecina a San Ignacio, Misiones, a 230 kilómetros de Asunción.
Esa tarea fue un antecedente importante para lo que desarrollaría luego en el intenso trabajo comunitario que alumbró los afamados retablos que prepararon para la visita del papa Francisco y se emplazaron en el parque Ñu Guasu en 2015 y en los actos por la beatificación de Chiquitunga realizados en la Nueva Olla del Club Cerro Porteño en junio de 2018.
CONTINUIDAD
“Queremos que eso continúe, honrar el sueño que tenía”, apunta señalando que los primeros trabajos irán enfocados a la creación de “piezas inspiradas en sus cuadros, con las temáticas de canoeros y lavanderas que caracterizaron a Koki”.
Tal es así que en la casa taller ya se encuentran trabajando Macarena, su hermana Almudena; el tallador Ramiro Corbalán, Joel Maidana y Muñeca Rodríguez con las primeras obras que próximamente saldrán a la venta.
“No está todavía abierta al público, pero esta semana publicaremos en nuestras redes fotos de las piezas y a partir de cuándo la gente puede acercarse a adquirirlas”, explica.
La idea es, a partir de los recursos que se generen, abrir una fundación que les permita reactivar talleres y residencias en la casa taller “para que todo sea tal cual como en el inicio, donde más cantidad de artesanos puedan aprender, formarse y hacer piezas que tengan que ver con el estilo barroco de las reducciones jesuíticas, por ejemplo”, dice.
“Si bien Koki vivía de los cuadros que hacía, lo que le gustaba era tener a su equipo y trabajar en conjunto. Su sueño fue poder tener ese estilo de vida y creó sus trabajos más importantes junto al equipo y queremos recrear eso”, apunta.
INSPIRACIÓN
“Las primeras tallas de madera reproducen a varias lavanderas que fueron pintadas en el estilo con el que él lo hacía, cuadros muy coloridos de las mujeres lavando la ropa”, adelanta.
“Estaremos atentas a la repercusión que podamos tener, entender si estamos en el camino correcto, es como una prueba y estamos avanzando de a poquito”, señala.
En este momento “estamos trabajando con gente que conocemos, se comunicó un grupo de artistas que quería venir a conocer, pero les dijimos que todavía no será en esta etapa. Ahora damos este paso para ver si se venden las obras y poder ir al siguiente paso, que sería habilitar la fundación”, concluye.
El sueño de un museo
“Este es un primer paso para poder abrir la fundación y hacer posible más adelante un museo de Koki Ruiz”, describe Macarena Ruiz sobre el inicio de actividades en la casa taller en La Barraca, donde el gran artista nacional concebía sus obras.
Con miras al museo, se están buscando obras para incorporar al acervo. “Tenemos tres cuadros que pudimos conseguir y queremos que el museo tenga un lugar fijo para exponer siempre sus obras, pero sería el último paso de este proyecto”, señala.
Macarena cuenta que hay galeristas que tienen una importante cantidad de obras de Koki y que algunos esbozan la posibilidad de una muestra de sus obras, difíciles de conseguir y de buen precio en el mercado de arte local.
“Casa Taller le llamamos porque es en La Barraca donde hoy él descansa y donde creó todas las obras que más conocemos”, destaca del espacio.
“Sus inicios fueron en Asunción, donde le iba bien pintando y vendiendo individualmente. De hecho, lo podía seguir haciendo, pero al venir aquí a San Ignacio dio otro paso más en su creación, al estar en comunidad, en su casa taller, todo partía de aquí, así que para nosotros es un espacio/refugio de su memoria y hogar del pulso de su arte”, expone.
“Aquí seguimos trabajando con nuestras manos, transformando la materia humilde –la misma que siempre estuvo presente en este lugar– en obra viva. Cada pieza que nace en este taller busca mantener vivo su espíritu, su mirada y su forma de entender el mundo. Porque hoy, la casa taller no es solo un lugar: es una proyección de sus obras y un homenaje de quienes lo recordamos a través de su arte”.
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Un encuentro íntimo entre el alma del artista y el espectador
- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Néstor Soto
El pasado viernes 5 de setiembre el artista plástico cubista Miguel F. Fernández inauguró su exposición “Mi primera vez”, en la que presentó obras en las que predomina el estilo vanguardista creado por Pablo Picasso y Georges Braque, aunque también otras con matices expresionistas y abstractos. La muestra permanecerá abierta durante las próximas tres semanas en Más Decor - Galería de Arte (Malutín 610, Villa Morra). Además de retratos no figurativos, hay otros lienzos en los que se puede apreciar un diálogo entre personajes. En este intercambio con La Nación/Nación Media, Fernández adelanta lo que será su primera muestra artística de envergadura y reflexiona sobre el sentido del arte en nuestros días.
Las vanguardias europeas irrumpieron en las primeras décadas del siglo pasado trastocando para siempre el sentido del arte. Lo figurativo y la perfección formal dejaron de ser las máximas aspiraciones abriendo un mundo de relaciones no directas entre el objeto y la representación. Así, la fragmentación y la distorsión pasaron a suplir los contornos definidos de las técnicas realistas.
Estos movimientos tuvieron una intensa actividad especialmente a través de grandilocuentes manifiestos en los que declaraban una ruptura con la tradición. Sin embargo, visto en perspectiva, cabría afirmar que estas corrientes no rompieron con ella, sino que pasaron a enriquecerla.
Más de un siglo después, estas pinturas forman parte del acervo pictórico de la humanidad y ocupan grandes espacios en los museos más prestigiosos del mundo con cotizaciones en millones de dólares. Es decir, han resignado forzosamente su voluntad de marginalidad y pasaron a integrar la esfera canónica.
No obstante ello, no han perdido su carácter contestatario, ya que aún encarnan ideales de emancipación y siguen denunciando flagelos como la guerra, el hambre y otras formas del dolor humano.
REMINISCENCIAS
Al observar la creación de Miguel F. Fernández, las reminiscencias a las obras de Pablo Piccaso y Vincent Van Gogh son inmediatas, así como el carácter deconstructivo de mitos fundacionales de la cultura occidental. En este diálogo con el estilo de otros artistas, Fernández bebe de sus influencias, pero aportando a su vez una mirada propia sobre episodios bíblicos y figuras de la literatura universal como el Quijote de la Mancha, reinterpretando estos símbolos muy arraigados en nuestra cultura.
“En el Quijote no veo un loco, sino un soñador que se resiste al pragmatismo del mundo. En los episodios bíblicos busco la dimensión humana como el pecado, dudas, los miedos, las decisiones. No es religión, es humanidad. El arte cuestiona, revela lo que la historia oficial no dice. En mi caso, la fragmentación invita al espectador a recomponer su propia versión de los hechos”, comenta.
Sobre las posibilidades de expresión que encontró en el cubismo, señaló que este le permite desarmar la realidad y reconstruirla desde múltiples perspectivas: “Es mi manera de mostrar que no hay una sola verdad, sino fragmentos que se entrelazan. Para mí la fragmentación y superposición de formas refleja la idea de que la vida es compleja, hecha de capas y contradicciones. Ninguno de nosotros es lineal y mis obras intentan reflejar esa condición”.
PRIMER ENCUENTRO
Con relación al nombre de la muestra, “Mi primera vez”, explica que “simboliza no solo mi primera gran exposición, sino también el primer encuentro del público con mi obra. Alude tanto a mi debut expositivo como al primer contacto del espectador con mi propuesta. Quiero que cada visitante lo viva como una experiencia única. Por eso, me interesa que quienes la visiten vuelvan más de una vez, porque cada cuadro guarda lecturas distintas”.
Consultado sobre qué opina del prejuicio hacia el arte producido en masa, responde que para él se trata de “elitismo innecesario. Ya lo dijo otro gran ídolo e innovador, Andy Warhol, que popularizó su arte en serigrafía. El arte no pierde valor por difundirse en distintos soportes; al contrario, llega a más corazones y multiplica su alcance”.
En lo tocante a la técnica en la que se siente más cómodo, indica que el acrílico sobre lienzo le da dinamismo, aunque también recurre al óleo y a técnicas mixtas cuando la obra así lo exige. En su carácter de comunicador, habiendo ejercido el oficio durante más de 40 años, Fernández asevera que en todo este tiempo aprendió que todo mensaje requiere un receptor, por lo que sus cuadros también buscan eso: “Abrir un diálogo, despertar preguntas y generar reflexión”.
MERCADO DEL ARTE
Apelando grosso modo a la teoría del sociólogo francés Pierre Bourdieu, la adquisición de obras de arte guarda relación con una búsqueda de distinción social y de acumulación de capital cultural. En nuestro caso, ante la falta o escasez de una burguesía ilustrada, el mercado del arte es por definición pequeño, por lo que la mayoría de nuestros pintores no lo pueden ser a tiempo completo, debiendo alternar esta vocación con otras actividades que cubran las necesidades materiales de la existencia. “Nuestro mercado es pequeño y en desarrollo, pero cuenta con gran potencial y con talento de sobra a pesar de la falta de apoyo institucional y la escasez de espacios de exhibición”, define Fernández. Teniendo en cuenta esta necesidad, el día de la inauguración de la exposición y durante las próximas tres semanas, las obras podrán ser adquiridas en la ya mencionada galería a precios que oscilan entre los 500 y 1.000 dólares, dependiendo del formato y la técnica.
RECEPCIÓN Y CONSUMO
Muchas veces los trabajos sobre arte se centran excesivamente en la producción y características inmanentes de las obras, pero muy poco en su recepción. Es decir, en cómo son consumidas e interpretadas por el público; cómo se convierten en hechos sociales, además de puramente artísticos.
Una vez hechas, por qué el espectador o el marchante deciden comprar una pintura y otorgarle un lugar privilegiado en sus hogares y galerías, además de qué es lo que supone este hecho socialmente. “Adquirir arte es también llevarse un fragmento de la mirada del artista. Cada uno adquiere una obra porque encuentra un espejo en ella. No es solo una adquisición material: es un encuentro íntimo entre el alma del artista y la del espectador”, asevera.
A más de los cuadros en formato tradicional, también habrá reproducciones más económicas de láminas en canvas, porcelanas y otros objetos de uso cotidiano para que todo el público pueda llevarse consigo un pedazo de arte y que la experiencia perdure a través de un recuerdo. En este sentido, el artista se declara un convencido de la democratización del arte, pues aunque el original tiene un valor único, las reproducciones permiten que más personas se acerquen y se lleven algo consigo.
TECNOLOGÍA DISRUPTIVA
Los artistas y los creadores de productos culturales se han pronunciado mayoritariamente en contra del uso de la inteligencia artificial en sus respectivos campos, alertando sobre los peligros en materia de derecho de autor y mercado de trabajo.
En cambio, el alarmismo ha cedido lugar a un irremediable pragmatismo, pues prescindir de estas tecnologías sería condenarse al ostracismo.
Por ello, la muestra incluye códigos QR pegados a un lado de los cuadros a través de los cuales se podrá contemplar la misma pintura, pero animada en inteligencia artificial, una nueva forma de ver y vivir la obra de arte.
Por último, en cuanto a qué le diría a un potencial público no especializado que quiere pero no se atreve a acudir a los centros de exposición, concluyó señalando que “invito a la gente a acercarse al arte sin miedo. No hace falta entenderlo todo: basta con sentirlo y dejarse interpelar. El arte es presencia, es diálogo y es memoria”.
TEMPRANA FASCINACIÓN
Sobre sus inicios en el mundo del arte, Fernández relata que “desde niño sentí fascinación por los colores y las formas. Empecé dibujando en cuadernos escolares y copiando escenas cotidianas.
A los 17 años descubrí a Van Gogh y Picasso en exposiciones en Copenhague y Suecia.
Estos pintores marcaron mi rumbo. Van Gogh, por la intensidad emocional, Picasso por la libertad formal y Andy Warhol por su compromiso en popularizar el arte. Mi formación fue en gran parte autodidacta, pero siempre en diálogo con otros artistas. Hoy mi trabajo es la síntesis de esa curiosidad inicial y de una búsqueda constante por expresar mi visión del mundo”.
Además de artista plástico, Fernández es actor y comunicador con más de 45 años de experiencia en medios de comunicación. Ha explorado diversas técnicas y formatos a lo largo de su carrera en la que fue atravesando diferentes etapas. Actualmente incorpora nuevas tecnologías y perspectivas que enriquecen y popularizan sus creaciones.