La primera semana de la aplicación del programa Hambre Cero en la Escuelas sirvió para marcar la extraordinaria importancia en la vida de los escolares del país del plan emble­mático del Gobierno nacional, que hará que los chicos lleguen a sus mejores niveles educativos. El despliegue de los servicios de alimentación en todo el territorio de la República marcó el comienzo de una nueva era en la vida de los escolares, que permitirá la nutrición adecuada de alrededor de un millón de escolares. Y, mal que les pese a los que se oponen a ese programa del Gobierno, los niños de las escuelas públicas ya no vol­verán a sentir hambre ni ser víctimas de la desnutrición. Lo que quiere decir que crece­rán en capacidad intelectual y aprovecha­miento de la enseñanza que reciben en las instituciones educativas del Estado. Como en un partido de fútbol, el gran triunfador fue el que hizo los goles para alimentar a los niños y dejó que el hambre quedara en cero, como un mal recuerdo del pasado.

De acuerdo con los informes oficiales, del lunes al viernes de la semana que pasó, se han servido 4.900.000 platos de comida para los almuerzos. Si se le agregan las por­ciones de desayuno y merienda se llega a un total de 9.000.000 de raciones de alimentos en todo el territorio nacional. Teniendo en cuenta solo los cinco días hábiles de la pri­mera semana, se puede afirmar que en esas jornadas se han dado suficientes alimentos a los chicos, a razón de un total de 9 racio­nes de comida en toda la semana para cada uno de los niños beneficiados.

Teniendo en cuenta los números que hablan de la cantidad de alimentos distribuidos a los escolares del país, se puede hablar con satisfacción de que se ha obtenido un logro espectacular, único en la vida de la nación paraguaya. Y que por ello mismo debe cau­sar la satisfacción de la ciudadanía, por alcanzar un hito que provocará grandes resultados en la sociedad nacional.

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Hay que reconocer que con Hambre Cero en las Escuelas se está ante un hito de la historia nacional, un hecho clave que mar­cará con fuerza la vida de miles de chicos que se preparan para el mañana. Un acon­tecimiento excepcional que debe ser valo­rado como uno de los grandes logros del Paraguay, que debe recibir el apoyo de la sociedad y sus miembros de las más diver­sas extracciones. Porque con ese plan ali­menticio de alcance educativo se está apos­tando por los más débiles de la comunidad en que vivimos y que necesitan la ayuda de todos.

El plan alimenticio ha tenido algunos inconvenientes menores en algunos pun­tos del país debido al manejo inadecuado de ciertos funcionarios y a situaciones atri­buibles a personas con malas intenciones. Eso ha provocado las denuncias que están siendo procesadas por las entidades encar­gadas del tema. Es inevitable que la aplica­ción del plan en 263 distritos de la geografía paraguaya no sufra algunos inconvenien­tes, que son solucionables con las correc­ciones necesarias. Pero hay que tener claro que son las excepciones a lo que ocurre en la mayor parte de las escuelas, donde se han reportado la satisfacción de los alum­nos que se están alimentando por primera vez. Porque se hayan dado ciertos incon­venientes en algunas instituciones no se puede dejar de valorar la llegada de Hambre Cero en las Escuelas del país. Si se quiere ser justo, no se puede juzgar el inicio del programa por las raras excepciones que se han dado, que son reales, y cuyas causas hay que conocerlas para buscar la solución. Lo importante es que los niños reciban la ali­mentación que corresponde y que todos los sectores involucrados se comprometan a trabajar responsablemente para ello.

El inicio del programa Hambre Cero en las Escuelas constituye una sensacional tarea realizada por el Gobierno para apoyar a los niños y sus familias. Nunca antes se ha encarado un proyecto tan ambicioso a favor de los chicos de nuestro país, muchos de los cuales tienen problemas de nutrición. Eso se está acabando, porque el Estado para­guayo ha tomado en serio su papel para ayudar a los que más necesitan. Y se puede aseverar que con este programa nunca más habrá hambre en las escuelas públicas del Paraguay.

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