El presidente Santiago Peña intervino el martes en la 78.ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Ante los ojos y oídos de todo el planeta, afirmó que entre los principales objetivos estratégicos de Paraguay está contribuir a mejorar la integración de los países de nuestra región, y que se podrá avanzar en ese camino con respeto entre los países, trabajando juntos y en armonía.
La alocución del mandatario estuvo llena de propuestas para que las naciones del orbe puedan progresar y alcanzar mejores niveles de convivencia promoviendo la paz, la seguridad y el progreso de los pueblos. Para ello, pidió que la estructura orgánica y funcional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alcance avances que reflejen la dinámica de los países del mundo sobre bases participativas, democráticas, y equitativas que observen los principios rectores de la carta para promover la paz, la seguridad y la prosperidad de las naciones en igualdad de condiciones.
Recordó que a pesar de tanta riqueza que existe en muchos países del mundo, los niveles de pobreza y desigualdad continúan muy altos en varias regiones donde se dan migraciones de grupos humanos que son desplazados por conflictos armados, los crímenes transnacionales y el terrorismo. Señaló que ante estas duras realidades el organismo internacional se encuentra claramente sobrepasado.
Entre los reclamos que realizó, pidió el reconocimiento como país miembro del sistema de la ONU a la República de China (Taiwán), una nación que es amiga de Paraguay por más de seis décadas, que es discriminada en el organismo internacional debido a la presión del Gobierno comunista de la República Popular de China.
Lamentó la guerra en Ucrania ocasionada por Rusia, que pone en evidencia las limitaciones de los organismos internacionales para impedir este tipo de conflictos e instó a las partes involucradas en este conflicto a detener de inmediato las acciones militares para evitar más víctimas y daños.
Hablando de los planes de nuestro país, destacó que entre las medidas para mejorar la integración de la zona está gestionar la hidrovía Paraguay-Paraná y de la Plata, los acuíferos, el corredor bioceánico, las hidroeléctricas y la navegación de los ríos, que constituyen delicados procesos de equilibrio entre la integración y la soberanía de los pueblos. “Somos conscientes de los progresos logrados en el camino de la integración, pero no podemos estar satisfechos y debemos avanzar con coraje y determinación. Latinoamérica es la región del mundo con el mayor potencial de desarrollo, pero solo podremos desarrollar ese potencial respetándonos, trabajando juntos y en armonía”, manifestó.
Aunque no se refirió directamente al hecho, es evidente que al mencionar la falta de respeto de los países incluía también al comportamiento del actual Gobierno argentino con nuestro país en el tema de la hidrovía y otros asuntos conexos. Es evidente y lamentable la falta de respeto hacia el Paraguay que está demostrando últimamente el gobierno saliente de la Argentina que, envuelto en las peleas internas de las elecciones próximas del 22 de octubre, no muestra el equilibrio ni la sabiduría necesarios para el manejo de los asuntos que lo involucran con los países vecinos.
Aparte de cobrar ilegalmente peaje en el Paraná contra todas las normas vigentes, últimamente ha retenido a decenas de camiones que trasportaban gas licuado de petróleo para nuestro país, lo que causa perjuicios económicos considerables. Con estos hechos el actual Gobierno del vecino país está demostrando no solo una fuerte hostilidad, sino la más lamentable hipocresía de sus ministros que han venido al Paraguay a mentir descaradamente haciendo negociaciones pretendidamente amistosas y de buena vecindad para declarar desde Buenos Aires sus grandes embustes y mostrando mala voluntad.
El Gobierno nacional, que cree en la importancia del derecho en las relaciones internacionales, está actuando con energía y negociando el levantamiento de las obstrucciones ilegales que están realizando en perjuicio de nuestra nación. Como al vecino país no le asiste la legalidad ni la razón, es de esperar que su Gobierno revea sus imposiciones poco amistosas para que Paraguay no tenga que recurrir con más dureza a los organismos competentes. Aunque, hay que reconocer, sus actuales autoridades parecen no estar con su mejor humor debido a los duros pronósticos de las elecciones venideras.