En la inauguración de la séptima edición de la Expo Maquila, en Ciudad del Este, las autoridades nacionales expresaron su apoyo a todas las iniciativas emprendedoras del país para hacer que la industria vaya creciendo con mayor empuje, y que siga aumentando la creación de empleos. Dieron a entender que la actividad de la maquila puede ser la llave para generar una revolución industrial en el Paraguay. Por eso expresaron su inte­rés en seguir apostando por este importante sector económico que ha revolucionado la actividad fabril del país en algo más de una década.

La presidenta de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap), Carina Daher, señaló en la ocasión que el Paraguay tiene el potencial y las condiciones como ninguna otra nación de Sudamérica para generar un proceso de fuerte industrializa­ción, “de punta a punta”, como expresó tex­tualmente. Resaltó que esto quedó demos­trado con inversiones realizadas por valor de más de 700 millones de dólares en algo más de diez años, con la radicación de nada menos que 278 unidades industriales.

Para tener una idea de la importancia de este sector hay que señalar que en 2022 llegó a exportar por valor de 1.036 millones de dólares, cifra que constituyó el 10,4 % del total de las exportaciones nacionales y el 67 % de las manufacturas.

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En la actualidad da empleo a 25.000 traba­jadores de manera directa y, por su efecto derrame, da ocupación a alrededor de 60.000 personas de manera indirecta, lo que constituyen 85.000 individuos que reci­ben sustento mediante las actividades de este renglón fabril. Las empresas del área generaron en el segmento maquilador de servicios más de 2.500 puestos de trabajo en jóvenes menores de 25 años de edad como primer empleo.

Lo más llamativo desde el punto de vista sociológico es que la nómina laboral está compuesta por 68 % de mujeres, muchas de ellas en estado de vulnerabilidad, según expresó la presidenta de la Cemap, un dato altamente sorprendente y para tener en cuenta.

Conocedor de esta realidad y de la impor­tancia económica y social del sector, el pre­sidente Santiago Peña dijo durante el acto inaugural: “Hoy nos animamos, no a mante­ner los 25 mil empleos, sino a conseguir más de cien mil puestos en el sector de la maquila y en las industrias en general”.

A la hora de expresar su apuesta por el sec­tor fabril, señaló: “Me interesa generar una revolución en la industria siendo nuestro único objetivo la creación de empleos. No estoy interesado en cobrar impuestos. Como presidente, estoy interesado en crear pues­tos de trabajo, porque es la mejor política social que puede tener un país. Es sostenible en el tiempo. Y la maquila ha sido una indus­tria que aportó miles de puestos laborales”.

El Paraguay ofrece condiciones extraordi­narias, como pocas naciones en el mundo, para la radicación de empresas fabriles. Además de tener impuestos que no van más allá del 10 %, ofrece una estabilidad tributa­ria para el futuro, ya que el nuevo gobierno no subirá los impuestos en los próximos cinco años. Otro de los atractivos funda­mentales que ofrece el país es su estabilidad política: desde la caída de la dictadura en 1989, los diversos gobiernos se han venido sucediendo sin revoluciones ni golpes de estado, sino mediante elecciones libres entre los más diversos partidos, con fuerte participación popular durante los últimos 34 años.

A estos elementos que suscitan la atracción para realizar inversiones, el primer man­datario les añadió la estabilidad macroeco­nómica cuya fortaleza se ha demostrado incluso en los difíciles momentos de la pan­demia y sus consecuencias en la actividad productiva y comercial. Otro detalle signi­ficativo es la cantidad y calidad de la ener­gía eléctrica renovable a precios altamente competitivos para la actividad industrial, como pocos países pueden ofrecer.

“Queremos inversiones de 500, 1.000, de 2.000 millones de dólares para transformar la realidad del Paraguay”, expresó Peña, lo que posibilitará un crecimiento importante en las industrias que privilegian la creación de empleos.

El Gobierno tiene ideas muy claras para ase­gurar el crecimiento económico. Está tra­bajando con entusiasmo para atraer más capital para nuevas inversiones y hacer que crezcan las posibilidades de trabajo para la gente, que es una de sus principales obse­siones.

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