El primer día hábil luego de las elecciones, el presidente electo Santiago Peña empezó a tra­bajar y anunció su equipo para elaborar las tareas de transición hasta el 15 de agosto. No hay tiempo que perder cuando hay mucho por hacer por el país. Paraguay necesita urgentes medidas económicas y de seguridad para encarar la situación que están dejando los cinco años de Mario Abdo, caracterizados por sus falencias.

El nuevo mandatario conoce los princi­pales problemas del país y las situaciones que requieren remedios urgentes. Pero faltan aún 3 meses y unas semanas para la asunción oficial, por lo que hasta ahora solo puede preparar el equipo de trabajo y diseñar las principales estrategias. Entre las medidas importantes está la prepara­ción del proyecto de ley del presupuesto general de la nación para el año entrante, en que estarán las principales líneas de inversiones y gastos, lo que será clave para enfrentar los puntos más delicados de la situación financiera. En el Ministe­rio de Hacienda hay muchos técnicos que ya trabajaron con Santiago Peña y Lea Giménez durante la administración Car­tes que aguardan las directivas.

Peña afirmó al periodista de CNN des­pués de los comicios que se hará una transición ordenada y tranquila. Enfa­tizó que más allá de las diferencias políti­cas de las internas, “tenemos la madurez de entender que el país necesita de todo nuestro empeño para salir adelante”.

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La generación de empleo y el mejora­miento del sistema de salud serán parte de sus principales medidas. “Voy a traba­jar ya en estos meses de transición para poner en práctica un plan económico que genere bienestar financiero y social lo más rápido posible”, explicó. En este campo está la propuesta de crear 500 mil nuevos puestos de trabajo para hacer frente a la situación de los desempleados que están en la pobreza, lo que requerirá de la movilización de más capitales con propuestas e incentivos especiales.

En el área de la actividad económica, la responsabilidad no es solo del Estado, sino principalmente de las grandes, medianas, pequeñas y micros empre­sas. Pero la actitud del Gobierno es fun­damental para solucionar problemas de diversa índole y para establecer los impulsos fiscales y financieros que ayu­den a expandir las inversiones y la crea­ción de nuevos empleos.

No será fácil la tarea de la nueva admi­nistración en el campo económico, pero existen conocimientos técnicos suficien­tes, además de experiencia administra­tiva para ello. En otros ámbitos de la vida del país, como la seguridad hay desafíos muy serios que deberá afrontar.

Para algunos analistas, lo primero que tiene que hacer es desactivar la bomba, el gran desorden dejado por la adminis­tración actual y el fuerte avance del cri­men organizado que ha dado muestras sobradas de su gran poderío. La inse­guridad reinante en todo el país se debe principalmente a la arrolladora incur­sión del narcotráfico que con sus grupos siembra toda clase de delitos en diversos sitios de la geografía nacional, hasta en las penitenciarías en que están cautivos sus exponentes. Este es uno de los asun­tos más delicados que deberá afrontar la nueva administración, debido al creci­miento del crimen, las falencias opera­tivas de las autoridades políticas que no supieron administrar la situación y los responsables de la seguridad que no estu­vieron a la altura de los requerimientos.

El proyecto del presidente electo es muy ambicioso, pero no imposible. Porque se propone trabajar para que el Paraguay se posicione de manera resaltante en el mundo y sea un importante actor en la integración de las naciones. Tiene que convocar a los más diversos sectores para la tarea de trabajar en forma conjunta con el Gobierno, a fin de alcanzar no solo la prosperidad económica, sino también la seguridad de las personas y las insti­tuciones que actualmente se encuentran amenazadas por las fuerzas del crimen.

Aparte de contar con un buen equipo eco­nómico, el nuevo gobierno debe armar un excelente sistema de seguridad para combatir el crimen con éxito y garantizar una vida pacífica a la sociedad paraguaya. Para ello debería contar con el auxilio de organismos internacionales especializa­dos en la lucha contra los delincuentes.

En esta tarea solo se podrá triunfar si los paraguayos trabajamos por el bienestar de la gente y el fin de la inseguridad.

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