La confianza del consumidor nacional disminuyó en febrero comparado con enero último por varios elementos que han incidido en su percepción. Se han reducido también las expectativas favorables en torno a la situación económica, así como ha declinado además la predisposición para realizar compras de bienes durables. También se registró una caída en el porcentaje de personas que cree que es un buen momento para comprar bienes diversos. Aunque se elevó levemente la cantidad de gente que piensa que puede ahorrar.
Eso dicen los estudios recientes del Banco Central del Paraguay (BCP) con base en las encuestas realizadas el mes anterior para medir cómo el ciudadano promedio está percibiendo la situación general y sus expectativas sobre el futuro. Aunque la confianza en general y otros índices similares declinaron en febrero respecto a enero, la banca matriz señala que todos los números registrados en la encuesta están dentro del área considerada de optimismo. Cosa que podría empeorar si los números que se obtienen en marzo siguen la tendencia decreciente, lo que es muy probable por la suba del precio de los combustibles y otros productos de consumo básico que tienen una fuerte repercusión en el presupuesto familiar.
Los especialistas del BCP dijeron que la reducción en el índice de confianza del consumidor paraguayo responde a diferentes elementos que ya se venían observando desde fines del 2021 cuando empezaron a divisarse cambios muy fuertes en el panorama de la macroeconomía. Explicaron que esto se da sobre todo por la incidencia de los factores climáticos negativos que repercutieron en el crecimiento económico y el aumento de los precios de los bienes y servicios que afectaron al agro.
El 24 de febrero, Rusia invadió Ucrania, lo que ha motivado la reacción política y económica de las principales potencias del mundo. Ese hecho bélico ocasionó un fuerte terremoto en la estructura del comercio internacional, cuya principal incidencia es el incremento en la cotización de los derivados del petróleo y la consiguiente traba a ciertos servicios. En Paraguay, la confrontación está impidiendo las exportaciones de carne nacional a Rusia, y las restricciones para castigar a ese país decididas por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea están produciendo sus efectos perniciosos en nuestro comercio exterior.
Todos estos elementos tienen un fuerte impacto negativo en el crecimiento económico, por lo que cuando en abril el BCP haga el estudio sobre cómo le irá al país este año sus proyecciones tendrán un sesgo a la baja. Es decir, no se registraría un aumento en el producto interno bruto (PIB), sino más bien una disminución, tal como ya han señalado los estudios realizados últimamente por otros organismos económicos.
La confianza es la creencia y la esperanza que tiene alguien con respecto a otra persona o entidad de que actuará de manera apropiada ante una situación determinada. Este sentimiento aumenta o disminuye de acuerdo con el desempeño que va teniendo esta última en su accionar. Por eso la confiabilidad sube cuando se estima que mejorará la situación y cae cuando la expectativa es negativa y se cree que las cosas van a empeorar. Crece o declina de acuerdo a la esperanza que es capaz de suscitar.
De ahí la importancia que tiene el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora cada mes la banca matriz mediante una encuesta que realiza entrevistando a personas de diversos sectores de la sociedad. Es un termómetro que capta de manera fiable la temperatura del sentir de la ciudadanía con respecto a lo que ocurre y estima que podría suceder más adelante en el día a día. Se divide en varios capítulos, como el Índice de Situación Económica y el Índice de Expectativas Económicas, que mide cada uno la realidad en que se encuentra actualmente y las perspectivas que se abrigan para el futuro.
Por ese motivo, la caída de la confianza de la gente registrada en febrero es un toque de atención acerca de la incertidumbre que siente la ciudadanía sobre la vida del país. Conocerla es muy útil para corregir los errores de la política actual y para mejorar la conducción de los asuntos nacionales. Sobre todo en estos momentos difíciles que se viven a causa del conflicto bélico internacional.