Se cumplen 16 años de la última gran hazaña paraguaya en Copa Libertadores. Olimpia exhibió toda su mística y conquistó el tricampeonato en el mítico estadio Pacaembú de San Pablo, ante el Sao Caetano.
Olimpia llegaba de una definición por penales ante Gremio, el rival más difícil quizás de toda la Copa y volvía toparse con otro brasileño, el inesperado Sao Caetano, que había tumbado a equipos América de México y Peñarol.
La primera final se había disputado un 24 de julio en Asunción, con un resultado no muy agradable para el cuadro franjeado. Sao Caetano dio el batacazo en el Defenosores del Chaco y se llevó una de victoria de 1-0, con gol de Ailton Delfino.
El ánimo del equipo guaraní había decaído notablemente, aunque su cartel copero era inmensamente superior al rival. El plantel tuvo problemas con el presidente y en medio de una inesatbilidad palpable, Olimpia viajó a Brasil.
El inicio fue de lo peor para el Decano. Nuevamente Ailton Delfino adelantó al Sao Caetano a los 31 minutos. Se terminó el primer tiempo y había que remontar dos goles abajo, en el mítico Pacaembú y ante un ambiente infernal.
Apenas iniciado la complementaria (49'), Gastón Córdoba se encargó de firmar el empate parcial. Con amor propio y mucho corazón, Olimpia se llevó por delante al equipo brasileño y 59 minutos, Richart Báez, con el hombro desniveló el marcador e igualó el global 2-2.
La cosa fue a penales y ahí el estirpe copero de Olimpia se impuso. El equipo paraguayo ganó 4-2, con anotaciones de Julio Enciso, Sergio Orteman, Rodrigo López y Mauro Caballero.
La tercera Libertadores se vino a Paraguay y nuevamente con el Rey de Copas. Olimpia volvió a hacer historia como visitante e instaló su marca otra vez en el continente.