Desde el lunes, el plantel principal del club Olimpia entrena en el campo de juego de la quinta Los Aleros, predio que pertenece a la familia Domínguez, mientras la actual directiva franjeada pone en condiciones la Villa Olimpia.

Ayer, los jugadores fueron sorprendidos con la visita del presidente honorario y dirigente más laureado del fútbol paraguayo, Osvaldo Domínguez Dibb.

Este martes, el plantel decidió retribuir el gesto visitando en su oficina al popular ODD, a quien entregaron como obsequio una camiseta oficial del club, autografiada por todos los jugadores y el cuerpo técnico.

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Hablemos de leyendas franjeadas: ODD, Almeida y Santa Cruz. Foto: WIlfrido Ortega.

Como la prensa deportiva estaba presente, el exdirigente transmitió algunas palabras al plantel. Les pidió que "sigan trabajando con fe y confianza, y que en la cancha pongan un poquito más de lo que estamos preparados, para conseguir logros importantes".

Domínguez Dibb recordó los momentos de gloria vividos con el actual entrenador franjeado, Ever Almeida, con quien conquistó dos de las tres Copas Libertadores de América que levantó con el Olimpia.

Un histórico abrazo

ODD saludó a todos los jugadores, pero al momento de reencontrarse con Roque Santa Cruz, quien fue el encargado de entregarle la camiseta, se confundió en un emotivo abrazo, como el de un padre agradecido a un hijo también agradecido.

El delantero habrá recordado, sin duda alguna, que fue él quien le abrió las puertas al fútbol europeo, dando inicios así a la gran carrera que realizó después, cerrando su traspaso al Bayern Múnich cuando solo tenía 17 años.

Osvaldo Domínguez Dibb era conocido por no dejar ir a sus futbolistas, cuando a estos se les presentaban ofertas de otros clubes o del exterior. Y, como el contrato en esa época era solo "de palabra", muchos no tenían alternativa más que quedarse el Olimpia.

Santa Cruz fue el encargado de entregar la casaca franjeada al presidente honorario. Foto: Wilfrido Ortega.

Con Santa Cruz, el hoy presidente honorario no pudo evitar aceptar la más que atractiva oferta del poderosísimo club alemán. Vendido por 7 millones de dólares, en ese entonces Roque se convertía en el protagonista del traspaso más caro del fútbol paraguayo.

Hoy, tal vez a Roque Santa Cruz le falte al menos un título internacional con Olimpia. Pero no se puede negar que, por todo lo hecho en su carrera y por haber vuelto para darle a su querido club los buenos años que le quedan, es junto a Osvaldo Domínguez Dibb una leyenda franjeada.

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