- Jorge Torres Romero
Los números e indicadores del gobierno de Santiago Peña demuestran que el país está avanzando y hasta ahora, nadie los pudo refutar con elementos objetivos, solo con discursos vacíos de pinchadura y con fotografías en portada de diarios de basuras acumuladas no recogidas a tiempo.
La narrativa de los antigobiernos (oposición y medios que operaron con el abdismo) hablan que estamos en un momento apocalíptico, pero los indicadores muestran avances, los hechos son datos duros y no meras opciones.
Algunos hechos irrefutables apuntan a la disminución de la pobreza y el avance en el sector de empleos. Este gobierno sigue bajando el número de pobreza, es una reducción histórica al 20,1 % y el aumento del empleo formal con más de 793 mil trabajadores registrados en el IPS.
Y acá van más datos reales: Hambre Cero: más de 1.050.000 alumnos en más de 7.000 escuelas que reciben el almuerzo y merienda todos los días. Universalización de la pensión para adultos mayores: hoy beneficia a 340.000 personas.
El programa Tekoporã por Ñemity alcanza a 200.000 familias. En agricultura, se entregaron 9.400 títulos de propiedad. En materia de salud, se ha inaugurado el Gran Hospital de Coronel Oviedo y el Gran Hospital de Itapúa se inaugura en julio.
Se creó el programa Becas Gobierno del Paraguay, otorgando 6.796 becas en 2025, y se están construyendo 17 escuelas modelo. Se entregaron 328.000 pupitres nuevos al sistema educativo.
Además, de las incorporaciones en seguridad de nuevos agentes, 5 mil nuevos para diciembre y la compra de los Super Tucano para hacer frente al crimen organizado en la protección del espacio aéreo.
Tampoco existe descontento social significativo como sucede en otros países de la región. Ni en las calles ni en las plazas hay agitación o descontento popular, como vemos que sucede en la Argentina, donde la polarización social se acentúa.
El presidente Peña también está en su derecho de recurrir al recinto político, ese sector que lo llevó al poder a hacer una rendición de cuentas, como muestra de armonía política, clave para la gobernabilidad que hoy sostiene su gobierno.
Según el expresidente Nicanor Duarte Frutos, esa crítica por la presencia de Peña ante los colorados es una crítica infundada desde la filosofía republicana y democrática. “El presidente Peña, para mí, no fue a rendir cuentas, él se fue a informar al partido, que es el partido de gobierno”, aseveró.
Durante esta transición, el Partido Colorado fue gobierno y oposición, y la Junta de Gobierno siempre fue un lugar de conspiración y de sabotaje al Ejecutivo, sin embargo, esta es una Junta de Gobierno, encabezada por el presidente Horacio Cartes, que le está dando gobernabilidad, estabilidad y previsibilidad, enfatizó Nicanor.
Este martes, tras la rendición de cuentas del presidente ante el Congreso, como siempre, la oposición intentará desacreditar todo lo realizado. La misma oposición que se mantiene con escasa o casi nula incidencia en el escenario político y sin un líder o referente que pueda dirigir o articular acciones concretas.
Muy por el contrario a la lectura de algunos, tendría que generar tranquilidad que un partido, como la ANR, mantenga una unidad básica, ya que esto le permite al Ejecutivo seguir avanzando en sus programas sociales.
No le deseamos al Paraguay las confrontaciones y convulsiones que hoy vemos en la región. Los problemas y necesidades siguen, pero no estamos al borde del abismo como los fatalistas odiadores del país nos quieren pintar. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.