• Por Óscar Pineda
  • Profesor de Educación
  • Física y atleta guía.

Varios atletas y guías parti­cipamos por primera vez de una corrida de calle gracias a una alianza entre la Federa­ción Juntos por la Inclusión y Asunción Runners.

La experiencia emocional que vivimos antes, durante y después de la carrera fue maravillosa.

Antes de la fecha estuvimos entrenando bastante para que se pueda dar ese vínculo, esa confianza entre el atleta y el guía y de esa forma poder compartir, disfrutar y culmi­nar la distancia correspon­diente.

En lo personal, fue un momento inolvidable. Era mi primera vez como guía, y tuve el privilegio de acom­pañar a Myrian Acuña, una verdadera campeona. Nues­tro objetivo inicial era reco­rrer 800 metros. Pero, con ganas de correr más, Myrian me preguntó:

—Oski, ¿te animás a hacer los 3k?

—¡Sí, pero a nuestro ritmo!, le respondí.

Durante los 3k compartimos momentos únicos; palabras de aliento, sonrisas y apoyo mutuo. A mitad de camino, Myrian me dijo que no creía poder terminar porque estaba muy cansada. Le res­pondí que faltaba poco, que lo estábamos logrando. Paso a paso, sin rendirnos, llega­mos a la meta. ¡Y completa­mos los 3k!

El deporte es salud, alegría, comunidad, nos permite conocer a nuevas personas y hacer amistades. Tiene el poder de unir a las perso­nas y regalarnos experien­cias únicas. Sin embargo, no todas las personas tienen la oportunidad de practicarlo. Las personas con discapaci­dad, en particular, enfren­tan muchas barreras: desde la falta de guías hasta la inacce­sibilidad de muchos espacios.

Por eso, animamos a más per­sonas a convertirse en guías. Para que cada vez más atletas con discapacidad pue­dan vivir experiencias como la organizada por la Federa­ción Juntos por la Inclusión. Yo la viví como guía, y Myrian como atleta. Y estoy seguro de que, con más encuentros así, la diversidad será parte natural de nuestra vida en sociedad.

 

Dejanos tu comentario