• Por Alan Hermosilla
  • Gerente de Banca Preference
  • Banco Basa

Muchas personas que tienen disponible una cierta suma de dinero, ya sea en moneda doméstica o en divisas, pudiendo haberla obtenido del resultante entre sus ingresos menos sus egresos o bien por recibir alguna gratificación o herencia, en la mayoría de los casos no saben qué destino darle a esa suma. Algunos evitan gastarla y otros buscan generar una rentabilidad que les permita incrementar el volumen original de lo recibido, logrando así un ingreso adicional, un ingreso pasivo debido a que no le dedican tiempo o una gestión específica, sino que lo utilizan como un instrumento o producto financiero. Básicamente lo que hacen es privarse de un beneficio ahora (consumo) con la intención de generar una ganancia a futuro.

Entonces se preguntan: ¿soy un ahorrista porque tengo un ahorro con el cual obtengo intereses?, y por otro lado se cuestionan: ¿soy un inversor porque tengo un capital que genera rendimiento y además el propio capital podría aumentar de valor? Estas son algunas de las características que definen al ahorrista y al inversor:

El ahorrista

1- Aplica sus recursos monetarios disponibles en productos tradicionales como cajas de ahorro, certificados de depósito o un plan de ahorro programado, a través de instituciones financieras como bancos, financieras o cooperativas. En este caso, el lapso habitual para obtener un retorno va desde tres meses (corto plazo) e inclusive hasta cinco años (mediano plazo). La tasa de interés fija es proporcional al plazo: cuanto mayor es el período considerado, mayor será la tasa aplicada.

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2- En el corto plazo, busca una tasa de interés que cubra y supere la inflación interanual en el tiempo aplicado a fin de preservar el capital obteniendo una pequeña ganancia. En cuanto al mediano plazo, logra obtener inclusive una rentabilidad en varios puntos porcentuales sobre la inflación interanual.

3- Muchos de los ahorristas no consideran la variable inflación (pérdida del poder adquisitivo del dinero) dentro de su análisis y con esto no logran una información financiera representativa. Si bien estas alternativas otorgan rendimientos conservadores, son instrumentos seguros que cuentan con la cobertura del Fondo de Garantía de Depósitos del Banco Central del Paraguay.

4- El ahorrista suele tener una motivación primordial: la adquisición de un activo fijo, viajar, pagar sus estudios, etc. En varias ocasiones, le toma el gusto a generar ingresos que no le insuman tiempo de trabajo y solo requieran un tiempo de control mínimo.

Adquirir el hábito del ahorro es el primer paso para convertirse en un inversionista.

El inversor

1- Un inversor suele ser una persona con mayores conocimientos financieros, con base teórica y matemática aplicada a las finanzas. Con el correr del tiempo estos conocimientos se vuelven más avanzados debido a sus experiencias positivas o negativas y a las asesorías que recibe.

2- Cuenta con más recursos financieros, lo que le permite acceder a un abanico mayor de opciones para conformar su portafolio de productos con diferentes horizontes temporales (corto, mediano y largo plazo).

3- De acuerdo al periodo de rendimiento elegido el inversionista logra ganar dinero y hacer frente a la posible pérdida incurrida por la volatibilidad, el tiempo está directamente relacionado a la meta u objetivos del inversionista. Se debe destacar que nuestro mercado bursátil local está compuesto mayoritariamente por instrumentos de renta fija, lo que disminuye la exposición a la volatibilidad.

El inversionista es propenso a asumir mayores riesgos sobre sus inversiones y sabe manejar la incertidumbre inherente a fin de alcanzar mejores rendimientos.

Ya seas un inversor o un ahorrista siempre es recomendable conocer las opciones de salida que poseen los instrumentos en los cuales hayas invertido y saber qué tan líquidos son ante una eventual necesidad, transformación de la coyuntura económica o un cambio de estrategia de inversión.

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