Todos pensamos conforme a algo. Nuestros pensamientos –en cierta forma– no son nuestros. Son resultado de lo que se nos cargó en la mente a través de la educación, experiencias, ambiente, cultura, libros, películas, conversaciones, etc., que hemos acumulado en nuestra mente y formaron nuestra personalidad. Muchos de los que dicen ser “librepensadores”,se pasan nombrando pensamientos y citas de otros “librepensadores”, y estos –a su vez–nombran a los que les antecedieron. Aunque podemos tener nuevas ideas o nuevas maneras de ver la vida, indudablemente, somos resultado de lo que se nos ha cargado a lo largo de nuestras vidas, desde que hemos nacido.
En varias ocasiones, como cristiano, he recibido consejos de personas que me cuestionaban que estaba “adoctrinando” a mi hijo, enseñándole la Biblia. Me han dicho que no debo “limitarlo” en sus pensamientos y que debo dejar que decida sus propios criterios. De alguna manera, esto es parte del pensamiento colectivo actualmente:”Deja que tus hijos tomen sus propias decisiones”, “no trates de influenciar en nadie”, “cada quien es libre de pensar o formar su estructura de pensamiento según lo quiera”, etc. El tema es que nadie nace sabiendo algo, todos somos resultado de lo que hemos aprendido o vivido. Entonces, si yo no influencio en mi hijo como padre y cristiano, no es que él “decidirá” qué va a ser o que él tendrá “libre pensamiento”. No. Lo que va a ocurrir es que otras personas y otras fuentes influenciarán en él: la televisión, los amigos, los profesores, la publicidad, los valores de esta cultura, los medios, etc. Ellos influenciarán en él, y si de todas maneras alguien cargará el “chip” de mi hijo, pues prefiero cargárselo yo con lo que creo es un buen parámetro para medir y fundamentar nuestros valores: La Palabra de Dios.
Mi tesis es sencilla: Miro cómo viven, en general, los que han sido instruidos por el sistema (valores, medios y cultura sin Dios que vive este mundo) y miro a aquellos que sí han sido educados verdaderamente en una fe bíblica. Observo sus valores, sus estilos de vida, sus familias, matrimonios e hijos. Veo cómo está la sociedad y quito mis conclusiones: En la mayoría de ellos, veo frustraciones, división, violencia, promiscuidad, desesperanza, adulterios, divorcios, excesos, vacío, rebeldías, contiendas, vicios, rencores, etc. Todo esto, disimulado por la “anestesia” de la diversión, el entretenimiento y el maquillaje de la apariencia. Lo sé, porque a lo largo de estos años como pastor he escuchado a muchas personas en consejería y todos tienen un denominador común en la fuente de sus fracasos y frustraciones: no han tenido en cuenta a Dios ni a su Palabra.
Yo mismo he sido víctima de este sistema, y nada bueno puedo rescatar de él, que me pudiera dar alguna ventaja o enseñanza que haya valido la pena aprender o transmitir a mis hijos. Por lo general, aquellos que me dicen que no “limite” a mi hijo en una “burbuja” cristiana, ellos mismos “adoctrinan” a sus hijos con los valores del mundo. Entonces, ¿tienen los niños librepensamiento? ¿Ellos serán lo que quieren ser o serán el resultado de lo que aprendieron o vivieron?
La Biblia dice: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (Pr 23.7), y en una sociedad donde se oyen tantas voces y cada una quiere prevalecer sobre la otra, nosotros los cristianos, debemos aprender a pensar como la Biblia piensa. De esa única forma podemos distinguir lo verdaderamente bueno de lo malo,ya que incluso la línea divisoria de ambos se ha borrado en esta sociedad porque, según los defensores de esta forma de pensamiento “abierto”, nada es bueno ni malo en sí mismo sino que todo depende de los criterios que tengamos.
Recuerdan que fenece plazo para retirar tragamonedas de la vía pública
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La diputada por el Partido Patria Querida Rocío Vallejos recordó a los municipios de todo el país que quedan menos de 30 días para sacar de la vía publica las máquinas tragamonedas, teniendo en cuenta que ya está vigente la reglamentación de la Ley 6903/2022, conforme al decreto 938 emitido por el Ejecutivo el pasado 27 de diciembre. Indicó que el Consejo Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) tiene la obligación de hacer cumplir la ley.
A través de un video, divulgado por la bancada de Patria Querida de la Cámara Baja, la parlamentaria señaló que los municipios y la Conajzar tienen la obligación de llevar adelante las medidas de protección de los menores de edad ante la influencia de las máquinas tragamonedas. Por tanto, recuerda que está prohibido la instalación y permanencia de estas máquinas en la vía pública.
“Señores, las máquinas tragamonedas están prohibidas en mercados, despensas, peluquerías, salas de internet, farmacias, hamburgueserías, bodegas, bares, cafeterías, restaurantes, terminales de transportes públicos, aeropuertos, estacionamientos, tiendas comerciales, shoppings, galerías, kioskos, supermercados, teatros, cines, complejos recreativos u otros lugares de acceso público masivo o al aire libre. Salvo que los juegos electrónicos estén autorizados por el municipio, en lugares adecuados para ello”, enfatizó.
Vallejos remarcó que está totalmente prohibido la presencia o instalación de las máquinas tragamonedas en la vía pública, como bien se sigue viendo actualmente en distintos puntos del país. “Los municipios tenían a partir de la vigencia del decreto reglamentario un plazo máximo de 30 días para comunicar a la Conajzar cuáles son los locales que están realmente habilitados”, expresó.
Respecto a las sanciones que serán aplicadas por la Conajzar, mencionó que la Ley 6903/2022 establece como sanciones por cada máquina que se encuentre en la vía pública, un salario mínimo legal. “Si existe reincidencia la sanción de la multa se duplicará a dos salarios mínimo vigente, y así aumentando de manera sucesiva la multa. Además, los municipios tienen la facultad de incautar y destruir las máquinas tragamonedas, así que señores hay que cumplir la ley” remarcó.
El hijo menor del actor francés Alain Delon, Alain-Fabien, presentó una denuncia contra su hermana Anouchka por “abuso de debilidad en perjuicio de su padre”, de 88 años, anunció el miércoles la fiscalía de Montargis (centro). Alain-Fabien Delon, de 29 años, presentó su denuncia ante la gendarmería el 22 de diciembre, detalló la fiscalía.
Interrogado el martes por la emisora BFMTV, el benjamín de la familia había denunciado las “métodos de rufián, de mafioso” de su hermana Anouchka, de 33 años, acusándola de presentarse como la niña preferida y preocupada por la salud de su padre. “Si realmente te preocupara la salud de tu padre, habrías venido para pasar la Navidad”, se indignó.
Alain-Fabien Delon había publicado el domingo en Instagram lo que presentaba como la grabación de una conversación entre su padre y su hermana, en la que se escucha una voz de mujer dirigiéndose a un hombre al que llama “papá”. “Te están tomando por tonto (...) y a mí como una tonta que manipula a su padre”, se escucha.
El primogénito del clan Delon, Anthony, de 59 años, reveló el conflicto familiar en una entrevista con Paris Match el pasado jueves. Afirmó que su padre está “debilitado” y “disminuido”, e indicó que dejó constancia de los hechos ante la policía. Anthony Delon acusa a Anouchka de no haberlo informado del fracaso de su padre en “cinco pruebas cognitivas” entre 2019 y 2022.
Después de estas declaraciones, Alain Delon, “extremadamente impactado por el escándalo mediático orquestado por su hijo Anthony”, anunció a través de su abogado, Christophe Ayela, una demanda por difamación. Anthony también reprocha a su hermana de querer “llevarse” a su padre a Suiza, cuya ciudadanía adquirió Alain Delon en 1999 por motivos fiscales.
El intérprete de “El gatopardo” desea ahora pasar sus últimos días en su residencia de Douchy-Montcorbon (Loiret), según su hijo. En respuesta, Anouchka Delon confirmó el domingo que presentó una denuncia contra Anthony por difamación. Asegura haber querido llevar a su padre a Suiza “para que sea tratado por especialistas”.
Enclavada en el corazón histórico de San Salvador, una moderna biblioteca inaugurada con bombos y platillos por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, se erige como el último símbolo de la creciente presencia de China en Centroamérica. Acompañado por el embajador chino, Bukele visitó los siete pisos del edificio de 24.000 m2, construido con una donación de 54 millones de dólares de China.
El inmueble tiene hemeroteca digital, pantallas interactivas, área gamer, robótica y 360.000 libros, anunció el gobierno el martes. Un día después, el hijo del presidente nicaragüense Daniel Ortega, Laureano Ortega, se subió a uno de los 250 buses chinos que llegaron al país y agradeció a Pekín por la “relación especial” que -dijo- ayudará a Nicaragua a salir de la pobreza.
“La nueva política de la región ha acelerado la influencia de China para poner distancia entre Estados Unidos y Centroamérica, desde el régimen autoritario izquierdista de los Ortega hasta el autoritario de derecha de Bukele”, dijo la a AFP Evan Ellis, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra estadounidense.
Desde que Costa Rica rompió lazos con Taiwán en 2007, China ha ganado terreno en Centroamérica, estableciendo relaciones diplomáticas con Panamá (2017), El Salvador (2018), Nicaragua (2021) y, el más reciente, Honduras (2023).
“Los esfuerzos de China en Centroamérica han estado motivados por su interés en aislar políticamente a Taiwán (...) y continuará el acercamiento para tener el apoyo de esos gobiernos en organismos internacionales”, comentó a la AFP Margaret Myers, especialista en Asia y Latinoamérica de Diálogo Interamericano.
De Centroamérica, sólo Guatemala y Belice forman parte de los 13 países que en el mundo tienen vínculo diplomático con Taiwán, al que China considera parte de su territorio. “Centroamérica es parte de ese acorralamiento”, subrayó el economista salvadoreño César Villalona.
5G, puertos y energía
Nicaragua ratificó el jueves un tratado de libre comercio con China. El Salvador y Honduras lo negocian. Pero el intercambio comercial es abrumadoramente favorable al gigante asiático. En Costa Rica, por ejemplo, las importaciones desde China alcanzan los 3.350 millones de dólares y las exportaciones 400 millones; en El Salvador 2.847 millones contra 48 millones, según datos oficiales.
“China está muy lejos. Nuestra capacidad productiva es pobre y los precios del flete y seguros difícilmente compensan los costos. En Nicaragua el déficit se ensanchará” con el tratado, opina Enrique Sáenz, economista nicaragüense exiliado en Costa Rica. Pero, aunque estas pequeñas economías no le sean comercialmente importantes, China está interesada en agilizar la movilidad de sus productos. Y Centroamérica da fácil acceso a los océanos Pacífico y Atlántico.
Panamá, geopolíticamente clave gracias a su Canal, ha tenido a compañías chinas en la construcción de terminales marítimas en la vía interoceánica, de la cual China es el segundo cliente mundial, tras Estados Unidos. Los mayores bancos chinos están en el centro financiero de Panamá y hay decenas de empresas instaladas en la Zona Libre de Colón (en el Caribe panameño), donde China es el principal proveedor, aseguró a la AFP el ex vicecanciller panameño Luis Miguel Hincapié. Myers destacó que los países centroamericanos “representan un mercado notable para los exportadores chinos de tecnología”.
Laureano Ortega, en cuyo país empresas chinas planean proyectos de infraestructura vial, aeroportuaria y energética, habló de un plan de tecnología 5G tras visitar recientemente la sede central del gigante de telecomunicaciones Huawei, acusado por Washington de espiar para Pekín. Además de la biblioteca, China dará a El Salvador un estadio, al igual que hizo con Costa Rica, y un muelle en la costa del Pacífico en cooperación no reembolsable.
“Cuestión de tiempo”
Ante líderes de varios países latinoamericanos, incluido Costa Rica, el presidente estadounidense Joe Biden advirtió de la “trampa de la deuda” china. “La trampa (ya) está dada”, contestó a AFP el ministro de la Presidencia de Honduras, Rodolfo Pastor, al referirse a la abultada deuda de su país con organismos y “bancos internacionales de Occidente”.
Para Pastor la relación con Estados Unidos en los últimos 40 años no ha ayudado a la región a “salir de la pobreza o detonar el desarrollo”. “Tenemos que apostarle a algo nuevo”, afirmó el ministro, al criticar los resultados de la influencia histórica de Estados Unidos en la región.
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien asume el poder en enero, aseguró que su gobierno “continuará la relación con Taiwán”. Pero no descarta explorar nexos con China. “Nadie puede negar la importancia de China en el comercio mundial. Para que los países que le quedan a Taiwán se cambien, es cuestión de tiempo”, dijo Hincapié.
“Los hijos de Colón”: la crónica de una nueva escritura de la historia en Paraguay
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La crónica como género narrativo híbrido, llena de relatos de hechos históricos y cronológicos, es un registro que enriquece y contribuye con la historia de un pueblo e intenta recuperar la memoria histórica muchas veces olvidada por el tiempo o a propósito por los gobiernos de turno. Aunque no utiliza un lenguaje necesariamente periodístico, la crónica como tal usa elementos discursivos y figuras retóricas que embellecen el texto.
Por Alexander Steffanell*
Fotos Gentileza
Marcos Ybáñez, uno de los mejores cronistas de Paraguay, es reconocido por la veracidad de los eventos recolectados, que humanizan la historia y la llenan de saberes ancestrales y, por ende, despiertan el interés del lector. Este autor presenta relatos cronológicos que proveen descripción detallada enfocándose principalmente en varios periodos de la historia paraguaya no tan bien contados.
Todas sus crónicas son testimonio vivo de acontecimientos cuidadosamente investigados y documentados con valentía y coraje, de gran validez informativa para la mejor comprensión de un pasado borroso y tergiversado. Al mismo tiempo, el investigador- narrador analiza el hecho histórico y lo interpreta de tal manera que los ojos del paraguayo y del mundo están fijos en la relatoría de dichos acontecimientos, como un llamado de atención a lo que realmente pasó.
Ybáñez recibió la distinción de Hijo Dilecto de la ciudad de Mariscal Estigarribia, Chaco paraguayo, en 2021, después de 35 años de haber sido encarcelado y sometido a trabajos forzados, vejámenes y violencia psicológica por defender la libertad y los derechos humanos en tiempos de la dictadura militar de Alfredo Stroessner.
Fue el mismo cuerpo civil y militar presente que lo condecoró restituyendo su reputación hoy en día. Su cruda experiencia durante la dictadura no lo atemorizó de fortalecer su narrativa histórica y, una vez fuera de prisión, empezó el proceso de recopilar datos para la recuperación de anaqueles históricos y literarios.
IDENTIDAD CULTURAL
Tomando el concepto de Abya Yala, enraizado en la perspectiva de los pueblos aborígenes y ancestrales, “Los hijos de Colón” (2021) se enmarca en la problemática de dichas comunidades para reclamar la identidad cultural y los desafíos que la perspectiva eurocéntrica impuso a través del salvaje colonialismo.
“Si se ha escrito la historia desde los cronistas colonizadores, es porque nos han contado solo una parte fragmentada y falsificada de la historia, desde la pluma de aquellos que están al servicio de la corona. Las páginas más importantes de la historia de nuestro continente permanecen aún vacías, incompletas, ajadas por el polvo del pasado, en los archivos públicos y privados, otras en desaparición, comidas por las termitas”, escribe Ybáñez.
El texto es un grito por la restitución de las tierras de los desposeídos durante siglos e igualmente reclama la revitalización, reivindicación y restauración de las culturas amerindias en toda la extensión de la palabra. El autor enfatiza la conexión de Occidente con la destrucción del Nuevo Mundo y denuncia la erradicación de la herencia cultural, lingüística y política de las comunidades étnicas, iniciada por los colonizadores y posteriormente por el mismo pueblo paraguayo, como bien lo establece su texto: “Una de las violaciones más graves practicadas contra el pueblo aché es la detención ilegal y posterior esclavización de niños y niñas. Estos hechos llamados inicialmente como la caza o robo por las propias víctimas se hacían con el propósito de vender o comercializar a los niños y a las niñas y en la mayoría de los casos culminaban en situaciones de servidumbre forzada y de esclavitud”.
MEMORIA HISTÓRICA
El Abya Yala paraguayo, aunque concepto tomado de la civilización kuna asentada en Panamá y Colombia, sirve como un rescate de la memoria histórica de un lugar vibrante en su antaño donde la no existencia del pueblo se convierte en existencia para la total separación del pensamiento europeizante que aún perdura en el continente americano.
Aunque ya se ha mencionado que “Los hijos de Colón” es una crónica híbrida, Ybánez igualmente escribe una narración testimonial como género, el cual precisamente emerge en Latinoamérica a razón de las guerras, el genocidio de los pueblos durante la Conquista y posteriormente la violencia ejercida por años de guerra y desolación en el Paraguay.
Su obra es experiencia de vida, en particular cuando se propone reivindicar las comunidades marginalizadas. Ybáñez recoge historias, testimonios orales de los seres sufrientes que han vivido problemáticas económicas e históricas y que aún continúan bajo opresión, discriminación y abusos.
“El consumismo nos roba las energías juveniles y nos chupa el alma, dejándonos vacíos de nuestro ser ancestral. En el pasado la naturaleza era nuestro hogar, nuestro granero, el almacén o supermercado, donde teníamos caza, peces, recolección de frutos”, se lee en otro pasaje de la obra.
LA VOZ DEL SUBALTERNO
Con su obra, el narrador-investigador le otorga voz al subalterno, que ha sido invisibilizado por la sociedad durante muchos años. El narrador denuncia las luchas intestinas de las comunidades por la supervivencia en un pueblo blanqueado por el efecto manipulador de las transnacionales y la globalización en medio de una sociedad de consumo salvaje: “Vivimos a orillas del mundo blanco, pero excluidos de su modelo de desarrollo. Los mestizos desconocen sus orígenes, muchos reniegan de sus raíces, creyendo quizás que su árbol genealógico solo tiene sangre europea y ni una gota de sangre nativa”.
La narrativa de Ybáñez siempre ha levantado polvareda en la sociedad paraguaya actual, un Paraguay adormecido políticamente, provocando un sentimiento de conciencia y desafío ante las injusticias sociales que los pueblos originarios enfrentan a diario. En sí, es una narrativa testimonial y una crónica documentada que protesta contra la alevosía de los gobiernos de turno. Por ello, es un llamado a la reparación histórica y territorial a favor de las comunidades ancestrales.
Definitivamente, Ybáñez es un maestro de la crónica, pues identifica eventos específicos e históricos que provocan una experiencia personal no solamente para él como autor, sino también para todo el pueblo paraguayo.
El autor selecciona eventos de la memoria histórica del Paraguay y los relata con un hilo conductor, detallando las fuentes, artículos consultados, convirtiéndolos en la mayoría de los casos en documentales cinematográficos que aseguran la profundidad y credibilidad de sus fuentes de investigación.
LENGUAJE DESCRIPTIVO Y SENSORIAL
A través de su narrativa histórica, crea un bosquejo de pesquisas en el que delinea los eventos y les da bases teóricas para captar la atención del lector y condenar a los poderosos de su propio pecado. Ybáñez crea un lenguaje descriptivo y sensorial que da imagen a los acontecimientos del pasado con secuencia narrativa y lógica en la que la progresión de los eventos se hace a un ritmo claro y conciso. Solamente de esta manera se entiende la historia de su crónica, pues sus observaciones y reflexiones le otorgan autenticidad a cada comunidad étnica que transita en su escritura.
A diferencia de los mal llamados “cronistas de Indias” durante el periodo de la conquista de las Américas, el presente autor paraguayo es uno de los más afamados “cronistas de Paraguay”, quien por más de 30 años se ha dedicado a desempolvar la historia prohibida del país. Lo anterior se ha observado no solamente a través de las relatorías y la narración, sino también a través de las crónicas cinematográficas con las que ha ganado varios premios a nivel nacional.
Por tanto, la labor descomunal de este investigador es la construcción de los anales de la historia del Paraguay con una pluma certera y mordaz con la que sitúa a los mismos pueblos guaraníes a testimoniar sus propias experiencias de vida.
“Existe otra historia viva, la que cuentan los propios pueblos Abya Yala, desacralizada de los archivos oficiales, de academicismos engañosos de más de 500 años de colonización del pensamiento científico en las universidades, la industria del libro, que sobrevivió a ese limbo de intereses de los gobiernos y Estados, que han mantenido en secreto estas culturas para no reconocer sus derechos de preexistencia, el saqueo y el genocidio que han sufrido los antiguos dueños de estas tierras”, denuncia el cronista.
REVISITAR LA HISTORIA
La voz narrativa de “Los hijos de Colón” enjuicia la historia falsificada por tantos siglos; reconstruye hechos y, finalmente, construye un nuevo concepto de nación donde haya descargos políticos e ideológicos y una reconfiguración de las instituciones. Es esta misma voz del cronista la que reafirma la identidad nacional del Paraguay con nuevos parámetros de pensamiento para promocionar una cohesión social y desarrollo económico; su intencionalidad final es revisitar la historia, establecer estructuras de justicia social y transformar los valores democráticos falseados por la corrupción continua.
“Los hijos de Colón” presenta una propuesta de insurgencia de ideas, una alfabetización desde la cultura e incluye a las comunidades desprotegidas en nuevos modelos de desarrollo industrial sin justificar violencias.
Por último, Ybáñez proclama una nueva manera de observar la historia. Este investigador –tal como establece Michel de Certeau en “La escritura de la historia” (1975)– hace historia como una práctica y herramienta pedagógica para que la sociedad de hoy en día aprenda de los errores del pasado.
* Crítico literario y catedrático de Lee University (Tennessee, EE. UU.)