La mímica es el arte de hablar con las manos. Para las personas que no oyen, ese pequeño recuadro en la parte inferior izquierda de la pantalla con una señora que gesticula con sus manos “como pájaros en el aire”, al decir de la música, es un medio de comunicación que los hace reír y emocionarse como si estuviesen escuchando un relato o un chiste. Y es que la mímica es un lenguaje propio con sintaxis, semántica, retórica, y hasta ironía. Su construcción se basa en los mismos principios que el lenguaje hablado; es decir, una serie de símbolos convencionales a los que se les da significado. Pero la diferencia es que aquí no existe sonido alguno.
Cuesta creer que hasta hace poco, algunos países prohibían el lenguaje mímico. Los alemanes, incluso, pusieron en boga el llamado “método alemán”: ataban las manos a la espalda de los niños que intentaban comunicarse con gestos. Esto originó una verdadera “epidemia” de jóvenes que egresaban de la escuela secundaria en Alemania, absolutamente incapaces de comunicarse con el entorno, e incluso considerados en muchos casos como infradotados cognitivamente. Esto duró, aunque pueda parecer irreal, hasta el año 2002, cuando el gobierno alemán reconoció al lenguaje de señas como un idioma. Hoy en día, gracias a Dios, tenemos desde poesía hasta coros mímicos. Sin ir más lejos, en uno de los episodios de la serie juvenil “Glee”, muy popular hasta hace unos diez años y que aún puede verse en algunas plataformas de streaming, y que cuenta la historia de un coro de una secundaria en los Estados Unidos, presenta la integración con un coro de sordomudos que interpretan muy emotivamente en lenguaje de señas, nada más y nada menos que “Imagine” de John Lennon.
Las zonas del habla comprenden el área de Broca y el área de Wernicke, que en los diestros y en la mayoría de los zurdos se encuentra en el hemisferio izquierdo. Cuando se lesiona la primera, el habla no fluye aunque la comprensión de la palabra está intacta, conformando la llamada afasia de Broca. Cuando se lesiona la segunda, la comprensión es nula, y aunque la persona pueda articular las palabras, estas no tienen sentido ni orden, y la persona experimenta algo similar a que le hablen en otro idioma, conformando la llamada afasia de Wernicke.
En el caso del lenguaje mímico, las lesiones en el área de Wernicke llamativamente no repercuten en el mismo, pudiendo los pacientes con este trastorno expresarse en el lenguaje de señas sin ningún tipo de inconvenientes. En cambio, los pacientes que presentaron afasia de Broca encuentran gran dificultad para efectuar posiciones de señas con la mano, como si sus extremidades “tartamudearan” para producir palabras por el lenguaje de señas, aunque no tuvieran ningún tipo de problemas para los movimientos finos requeridos, sino hasta el momento de expresarse con mímica, donde no eran seguros. Esto demuestra que, pese a correr por canales diferentes dentro del sistema nervioso, tanto el lenguaje hablado como el de señas, sin embargo, ambos se procesaban en el mismo lugar. No existe una zona cerebral para cada idioma, sino que existe un centro del lenguaje único, sea este verbal en cualquiera de sus orígenes, o por señas. Por lo que vemos, el lenguaje sí ocupa lugar y, obviamente, nos tiene DE LA CABEZA. Nos leemos en una semana.
Setiembre amarillo: “Vamos a hablar”, una campaña para salvar vidas
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Cada 10 de setiembre se conmemora el “Día Mundial para la Prevención de la Conducta Suicida”, y este año en Paraguay invitan a hablar para salvar vidas, ya sea la tuya o la mía. Se alienta a la población a ser parte activa de cómo actuar ante personas que tienden a pensar en este acto.
Según la magister Mónica Britos Esquivel, psicóloga Clínica con mención en Psicoterapias, con la campaña Setiembre Amarillo se busca generar conciencia sobre cómo prevenir la conducta suicida ya que es una oportunidad para reflexionar, analizar y fortalecer las políticas públicas en Paraguay y en el mundo.
“La prevención empieza con un gesto sencillo: preguntar sin miedo, escuchar con empatía y acompañar sin juzgar, validando la expresión emocional desde la responsabilidad afectiva de existir y reconocernos como seres humanos. Este setiembre súmate a la conversación. Hablar salva vidas; Vamosna a hablar”, dijo en entrevista con La Nación/Nación Media.
Reflexionó sobre la definición del suicidio según la Organización Mundial de la Salud como: “El acto deliberado de quitarse la vida, iniciado y realizado por la propia persona, con el conocimiento o la expectativa de un desenlace fatal”.
Con el setiembre amarillo buscan concientizar sobre el suicidio. Foto: Archivo
“La experiencia de duelo que viven las personas que perdieron a un ser querido debido a la muerte por suicidio es uno de los más desafiantes para quienes lo atraviesan, ya que implica convivir con la ausencia de alguien que tomó la decisión de terminar con su propia vida”, aseguró la profesional.
Afirmó que la clave radica en el autoconocimiento y aprender a tomar decisiones saludables frente a las dificultades que la vida presenta con el entrenamiento de pautas de autocuidado y habilidades para afrontar la vida tal como se presenta.
“No siempre podremos cambiar lo que sucede ni retroceder en el tiempo, pero sí podemos trabajar la aceptación, que consiste en reconocer nuestra manera de pensar, lidiar con la frustración del malestar psicológico que nos genera ese hecho que nos afecta, y transformar la desesperanza en alternativas de vida posibles”, refirió.
La magister Mónica Britos Esquivel, psicóloga Clínica con mención en Psicoterapias. Foto: Gentileza
Britos indicó que los medios de comunicación también cumplen un rol fundamental para evitar que más casos se reporten, evitando detalles de los métodos y enfocándose en mensajes de prevención, puede contribuir a salvar vidas.
“Se debe informar con responsabilidad. En Paraguay, nuestro lenguaje y nuestra cultura también tienen un lugar clave: animarnos a decir “vamos na a hablar” abre un espacio de confianza y cercanía, contamos con nuestros dos idiomas para expresarnos, también nos expresamos con nuestro lenguaje no verbal", indicó.
Llamado a la auto-reflexión
La psicoterapeuta confirmó que la auto-reflexión es otro pilar preventivo y que cada uno debemos aprender a conocernos, reconocer nuestras emociones y pedir ayuda cuando lo necesitamos.
“Debemos fortalecer nuestra resiliencia, que es la capacidad que desarrollamos para salir adelante ante situaciones adversas. Cada historia de vida es única, y desde nuestra identidad cultural paraguaya podemos construir respuestas como sociedad ante el sufrimiento psico emocional”, aclaró.
Afirmó que cada vida es valiosa y salvar una vida también significa salvar proyectos, sueños y familias enteras. “Todas las personas en situación de vulnerabilidad psico emocional tienen derecho a contención socio afectiva y a gestionar una red de apoyo que les sostenga en momentos de crisis”.
Cada 10 de setiembre se conmemora el Día de la Prevención del Suicidio. Foto: Gentileza
“El mundo actual nos empuja hacia la autonomía y la independencia, pero eso no significa que debamos enfrentar todo en soledad. Identificar a quién recurrir, desde lo más cotidiano hasta lo más complejo, es un factor de protección demasiado importante”, apuntó.
Manifestó que los factores de riesgo existen, pero también las alternativas y que los momentos vulnerables pueden sentirse como una nube negra que oscurece todo. Sin embargo, al igual que una tormenta, son pasajeros.
“Dentro de las habilidades sociales,una de las más importantes es aprender a pedir ayuda. Reconocer que no todo puede resolverse en soledad y recurrir a redes de apoyo —familiares, comunitarias o profesionales— constituye un factor protector esencial”, puntualizó.
Salud y educación
Britos aseguró que la prevención de la conducta suicida requiere participación multisectorial: salud, educación, justicia, medios de comunicación, familias y comunidades.
“Pero también exige un enfoque de derechos humanos: garantizar que cada persona tenga acceso a atención en salud mental, contención y espacios de inclusión. Hablar de la conducta suicida no lleva a cometerla, sino que ofrece alivio, rompe el silencio y abre puertas a la esperanza”, concluyó.
Saber hablar y escuchar son claves para acompañar. Foto: Ilustrativa/Archivo
Un encuentro íntimo entre el alma del artista y el espectador
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Paulo César López
paulo.lopez@nacionmedia.com
Fotos: Néstor Soto
El pasado viernes 5 de setiembre el artista plástico cubista Miguel F. Fernández inauguró su exposición “Mi primera vez”, en la que presentó obras en las que predomina el estilo vanguardista creado por Pablo Picasso y Georges Braque, aunque también otras con matices expresionistas y abstractos. La muestra permanecerá abierta durante las próximas tres semanas en Más Decor - Galería de Arte (Malutín 610, Villa Morra). Además de retratos no figurativos, hay otros lienzos en los que se puede apreciar un diálogo entre personajes. En este intercambio con La Nación/Nación Media, Fernández adelanta lo que será su primera muestra artística de envergadura y reflexiona sobre el sentido del arte en nuestros días.
Las vanguardias europeas irrumpieron en las primeras décadas del siglo pasado trastocando para siempre el sentido del arte. Lo figurativo y la perfección formal dejaron de ser las máximas aspiraciones abriendo un mundo de relaciones no directas entre el objeto y la representación. Así, la fragmentación y la distorsión pasaron a suplir los contornos definidos de las técnicas realistas.
Estos movimientos tuvieron una intensa actividad especialmente a través de grandilocuentes manifiestos en los que declaraban una ruptura con la tradición. Sin embargo, visto en perspectiva, cabría afirmar que estas corrientes no rompieron con ella, sino que pasaron a enriquecerla.
Más de un siglo después, estas pinturas forman parte del acervo pictórico de la humanidad y ocupan grandes espacios en los museos más prestigiosos del mundo con cotizaciones en millones de dólares. Es decir, han resignado forzosamente su voluntad de marginalidad y pasaron a integrar la esfera canónica.
No obstante ello, no han perdido su carácter contestatario, ya que aún encarnan ideales de emancipación y siguen denunciando flagelos como la guerra, el hambre y otras formas del dolor humano.
REMINISCENCIAS
Al observar la creación de Miguel F. Fernández, las reminiscencias a las obras de Pablo Piccaso y Vincent Van Gogh son inmediatas, así como el carácter deconstructivo de mitos fundacionales de la cultura occidental. En este diálogo con el estilo de otros artistas, Fernández bebe de sus influencias, pero aportando a su vez una mirada propia sobre episodios bíblicos y figuras de la literatura universal como el Quijote de la Mancha, reinterpretando estos símbolos muy arraigados en nuestra cultura.
“En el Quijote no veo un loco, sino un soñador que se resiste al pragmatismo del mundo. En los episodios bíblicos busco la dimensión humana como el pecado, dudas, los miedos, las decisiones. No es religión, es humanidad. El arte cuestiona, revela lo que la historia oficial no dice. En mi caso, la fragmentación invita al espectador a recomponer su propia versión de los hechos”, comenta.
“El pecado”. Reflexión sobre la naturaleza humana, presentada en un formato convencional de imágenes del hombre y la mujer, símbolos que invitan a la interpretación personal
Sobre las posibilidades de expresión que encontró en el cubismo, señaló que este le permite desarmar la realidad y reconstruirla desde múltiples perspectivas: “Es mi manera de mostrar que no hay una sola verdad, sino fragmentos que se entrelazan. Para mí la fragmentación y superposición de formas refleja la idea de que la vida es compleja, hecha de capas y contradicciones. Ninguno de nosotros es lineal y mis obras intentan reflejar esa condición”.
PRIMER ENCUENTRO
Con relación al nombre de la muestra, “Mi primera vez”, explica que “simboliza no solo mi primera gran exposición, sino también el primer encuentro del público con mi obra. Alude tanto a mi debut expositivo como al primer contacto del espectador con mi propuesta. Quiero que cada visitante lo viva como una experiencia única. Por eso, me interesa que quienes la visiten vuelvan más de una vez, porque cada cuadro guarda lecturas distintas”.
Consultado sobre qué opina del prejuicio hacia el arte producido en masa, responde que para él se trata de “elitismo innecesario. Ya lo dijo otro gran ídolo e innovador, Andy Warhol, que popularizó su arte en serigrafía. El arte no pierde valor por difundirse en distintos soportes; al contrario, llega a más corazones y multiplica su alcance”.
En lo tocante a la técnica en la que se siente más cómodo, indica que el acrílico sobre lienzo le da dinamismo, aunque también recurre al óleo y a técnicas mixtas cuando la obra así lo exige. En su carácter de comunicador, habiendo ejercido el oficio durante más de 40 años, Fernández asevera que en todo este tiempo aprendió que todo mensaje requiere un receptor, por lo que sus cuadros también buscan eso: “Abrir un diálogo, despertar preguntas y generar reflexión”.
MERCADO DEL ARTE
Apelando grosso modo a la teoría del sociólogo francés Pierre Bourdieu, la adquisición de obras de arte guarda relación con una búsqueda de distinción social y de acumulación de capital cultural. En nuestro caso, ante la falta o escasez de una burguesía ilustrada, el mercado del arte es por definición pequeño, por lo que la mayoría de nuestros pintores no lo pueden ser a tiempo completo, debiendo alternar esta vocación con otras actividades que cubran las necesidades materiales de la existencia. “Nuestro mercado es pequeño y en desarrollo, pero cuenta con gran potencial y con talento de sobra a pesar de la falta de apoyo institucional y la escasez de espacios de exhibición”, define Fernández. Teniendo en cuenta esta necesidad, el día de la inauguración de la exposición y durante las próximas tres semanas, las obras podrán ser adquiridas en la ya mencionada galería a precios que oscilan entre los 500 y 1.000 dólares, dependiendo del formato y la técnica.
“Amigos de Picasso”, una celebración de la influencia de Picasso en el arte contemporáneo, utilizando formas geométricas y carbonilla para crear fondos oscuros que agregan profundidad
RECEPCIÓN Y CONSUMO
Muchas veces los trabajos sobre arte se centran excesivamente en la producción y características inmanentes de las obras, pero muy poco en su recepción. Es decir, en cómo son consumidas e interpretadas por el público; cómo se convierten en hechos sociales, además de puramente artísticos.
Una vez hechas, por qué el espectador o el marchante deciden comprar una pintura y otorgarle un lugar privilegiado en sus hogares y galerías, además de qué es lo que supone este hecho socialmente. “Adquirir arte es también llevarse un fragmento de la mirada del artista. Cada uno adquiere una obra porque encuentra un espejo en ella. No es solo una adquisición material: es un encuentro íntimo entre el alma del artista y la del espectador”, asevera.
A más de los cuadros en formato tradicional, también habrá reproducciones más económicas de láminas en canvas, porcelanas y otros objetos de uso cotidiano para que todo el público pueda llevarse consigo un pedazo de arte y que la experiencia perdure a través de un recuerdo. En este sentido, el artista se declara un convencido de la democratización del arte, pues aunque el original tiene un valor único, las reproducciones permiten que más personas se acerquen y se lleven algo consigo.
“Mujeres de máscaras”. Un homenaje a la multidimensionalidad de la identidad femenina, combinando color y textura para evocar emociones profundas
TECNOLOGÍA DISRUPTIVA
Los artistas y los creadores de productos culturales se han pronunciado mayoritariamente en contra del uso de la inteligencia artificial en sus respectivos campos, alertando sobre los peligros en materia de derecho de autor y mercado de trabajo.
En cambio, el alarmismo ha cedido lugar a un irremediable pragmatismo, pues prescindir de estas tecnologías sería condenarse al ostracismo.
Por ello, la muestra incluye códigos QR pegados a un lado de los cuadros a través de los cuales se podrá contemplar la misma pintura, pero animada en inteligencia artificial, una nueva forma de ver y vivir la obra de arte.
Por último, en cuanto a qué le diría a un potencial público no especializado que quiere pero no se atreve a acudir a los centros de exposición, concluyó señalando que “invito a la gente a acercarse al arte sin miedo. No hace falta entenderlo todo: basta con sentirlo y dejarse interpelar. El arte es presencia, es diálogo y es memoria”.
TEMPRANA FASCINACIÓN
Sobre sus inicios en el mundo del arte, Fernández relata que “desde niño sentí fascinación por los colores y las formas. Empecé dibujando en cuadernos escolares y copiando escenas cotidianas.
A los 17 años descubrí a Van Gogh y Picasso en exposiciones en Copenhague y Suecia.
Miguel F. Fernández, pintor paraguayo
Estos pintores marcaron mi rumbo. Van Gogh, por la intensidad emocional, Picasso por la libertad formal y Andy Warhol por su compromiso en popularizar el arte. Mi formación fue en gran parte autodidacta, pero siempre en diálogo con otros artistas. Hoy mi trabajo es la síntesis de esa curiosidad inicial y de una búsqueda constante por expresar mi visión del mundo”.
Además de artista plástico, Fernández es actor y comunicador con más de 45 años de experiencia en medios de comunicación. Ha explorado diversas técnicas y formatos a lo largo de su carrera en la que fue atravesando diferentes etapas. Actualmente incorpora nuevas tecnologías y perspectivas que enriquecen y popularizan sus creaciones.
El arte del ñandutí: un puente cultural entre Paraguay y Japón
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El jueves 4 de septiembre se llevó a cabo el lanzamiento oficial de un libro único que rinde homenaje al ñandutí, una de las expresiones más representativas del arte y la cultura paraguaya. El evento fue realizado en el salón auditorio del edificio corporativo del Grupo Toyotoshi.
La obra, primera en su tipo de carácter didáctico, no solo documenta y enseña la técnica ancestral del ñandutí de manera accesible, sino que también expone su valor como símbolo de unión cultural entre Paraguay y Japón. A través de sus páginas, artesanos y artistas de ambos países encuentran un espacio de transmisión, aprendizaje e innovación que permite mantener viva esta tradición y proyectarla hacia el futuro.
Este proyecto fue posible gracias a la dedicación de su autora, Mie Elena Iwatani, quien desde Japón trabajó incansablemente para dar a conocer y fortalecer el aprecio por el ñandutí. Su visión trascendió fronteras, inspirando a nuevas generaciones y consolidando más de 105 años de intercambio cultural entre ambos países.
El proyecto fue posible gracias a su autora, Mie Elena Iwatani, quien desde Japón trabajó para dar a conocer y fortalecer el aprecio por el ñandutí. Foto: Matías Amarilla
La edición se realizó gracias a la colaboración del Grupo Toyotoshi, que hizo posible la donación de 500 ejemplares impresos, reafirmando su compromiso con el arte, la cultura y la identidad paraguaya.
El evento contó con invitados especiales y la presencia del Sr. Mario Toyotoshi, embajador de la República del Paraguay en Japón; Andrea Vázquez, presidenta del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) y otras autoridades que acompañaron este importante lanzamiento.
“Con esta publicación, el ñandutí se proyecta como mucho más que un encaje: es una obra de arte, un legado de belleza, inspiración y unión entre naciones”, resaltaron.
Marcos Benítez, en la Feria Arteba de Buenos Aires
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El artista visual paraguayo Marcos Benítez participó por primera vez de la prestigiosa Feria Arteba, celebrada en el Centro Costa Salguero de Buenos Aires, Argentina. Lo hizo como parte de la Galería Herlitzka junto a renombrados artistas como Marta Minujin, que trabaja el arte pop con performances e instalaciones que se ganaron renombre mundial por su estilo único.
La curadora Andrea Marcia Benegas y la gestora cultural paraguaya Christy Russo
La feria de arte más importante de Latinoamérica presentó una cuidada selección de 66 galerías que exhibieron obras de más de 400 artistas de Argentina y del mundo, en un recorrido de 11.000 m² donde convergen las producciones más relevantes del arte moderno y contemporáneo.
En este contexto, Marcos Benítez presentó sus textiles “AO / Proyecto Herbolario 2021”. Se trata de impresión vegetal sobre textil paraguayo aopo’i, donde el artista deja huella de la flora autóctona conectando con la memoria ancestral de su tierra.
Mauro Herlitzka, Marcos Benítez y Henrique Faría
La colección está conformada por piezas realizadas en tejidos de fibra y pigmentos naturales, creando paños donde aborda temas como deforestación, territorio y productividad de forma más puntual, según explicó el artista que tiene más de 30 años de trayectoria, y cuya impronta se sitúa en el cruce entre las tradiciones del arte moderno paraguayo y las expresiones populares contemporáneas.
Las obras de Benítez se exhibieron por primera vez en la feria de arte más importante de Latinoamérica