• Por Felipe Goroso.

Está en pleno proceso una operación político mediática llevada a cabo por importantes referentes del abdo-luguismo, cuya principal base táctica se encuentra en la Cámara de Senadores. Uno de sus principales engranajes es el propio presidente del Congreso Nacional, quien en la jornada del miércoles sembró la duda al respecto de que el asesinato del joven Jorge Ríos se tratara de un pedido de secuestro, dijo y citó: “No sabemos si estamos hablando de un grupo armado o de narcotraficantes. Aparentemente, según tenemos noticias de la gente de la zona, no se trataría de un grupo armado, sino que de una cuestión de narcotraficantes”. Esta declaración mereció una dura respuesta tanto de la madre de Jorgito, quien describió con lujo de detalles cómo se dio el asesinato de su hijo, como de Carlos Aguilar, tío de la víctima y quien oficiara de vocero en el proceso del secuestro, el mismo desafió a Salomón a que revele el nombre de la persona que afirmó que se trató de un ajuste de cuentas. Casi al final del día miércoles, el presidente del Congreso terminaba diciendo que sus palabras fueron tergiversadas. La operación corría peligro, hacía falta una nueva embestida.

En la mañana del jueves, era el senador Miguel “Kencho” Rodriguez, quien salió a declarar a los medios de comunicación indicando que él se ratificaba en que el asesinato de Jorgito tenía vinculación narco. Posteriormente, el fiscal Delfino declaró que ellos no tienen un solo elemento técnico dentro de la investigación que lleve a esa hipótesis. Coraje y valentía del fiscal, teniendo en cuenta que el sector político que está al frente de la operación tiene mucho peso en lo que órganos de la justicia se refiere. Referentes importantes como el presidente de la Asociación Rural del Paraguay declararon que le preocupaba la postura de algunos senadores sobre el secuestro y muerte. “Muchas veces se trata de desviar la atención”, remataba.

Santiago Peña, de Honor Colorado, recordaba el comunicado emitido por el movimiento cuando se dio la elección de la mesa directiva del Senado y la correspondiente conformación de la mayoría. En dicho comunicado, se advertía sobre el arribo de sectores más radicalizados y caracterizados por alentar la violencia social e inestabilidad política. A la par resaltaba que dichos sectores accedían a espacios importantes como la mesa directiva de la Cámara Alta de la mano de legisladores colorados que se alejaron de los intereses del Partido Colorado, que fue el que los llevó al ejercicio de la función parlamentaria.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

En la sesión de la Cámara de Senadores que se desarrolló ayer, se puso a consideración del pleno un proyecto que condena y repudia el asesinato de Jorge Ríos. Un detalle, en el proyecto se mencionaba la palabra secuestro en un artículo distinto al que hace referencia específicamente al joven del Norte. Fue el senador Sergio Godoy, quien solicitó que la palabra secuestro sea incluido en el acápite del proyecto y en el artículo primero, que es el que menciona directamente a Jorge Ríos. Además, solicitó agregarle un artículo más al proyecto que condene la atroz, vil y cobarde actuación de los grupos criminales como el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y la Agrupación Campesina Armada, Ejército del Pueblo (ACA-EP). Ambas propuestas fueron aprobadas y se modificaba el proyecto, la operación agonizaba.

Esta nueva operación habría tenido dos objetivos claros y precisos: medrar la confianza e imagen de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) para posteriormente tratar de ahogarla con recorte de recursos y montar la escenografía para que el asesinato de Jorge Ríos quede enmarcado dentro del ámbito narco, buscando quitarles responsabilidad a los grupos armados como el ACA y el EPP que secuestran y matan compatriotas. En el enmarcado que se propuso no se admitía que ambos grupos (narcos y secuestradores) puedan trabajar juntos, eventualmente.

Cuando se creería que hay cosas que tienen un límite, la politiquería nos muestra que se pueden plantear operaciones hasta con las situaciones más delicadas, la muerte de un paraguayo en manos de secuestradores es una de ellas. Sin duda alguna.

Dejanos tu comentario