Siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de quien fuera asesor político de las FARC, Efraudín anunció públicamente que no se someterá a la Justicia. El colombiano le metió en la cabeza que debe provocar y desafiar al sistema para generar empatía en la ciudadanía que detesta la impunidad.
Esta estrategia tal vez podría funcionar en un líder aglutinador y con carisma, capaz de convencer con sus acciones, no con un pelafustán incapaz de convocar a 50 personas para adherirse a su causa.
Abiertamente, Efraudín desafía a que lo metan en la cárcel para luego presentarse como el perseguido político. Vació el MOPC cuando fue ministro, sus propios correligionarios lo recuerdan por la famosa “ruta de la mentira”, usó como su caja chica la plata que el Estado le transfirió al PLRA en concepto de aporte y subsidio sin rendir cuentas y, encima, fraguó facturas para justificar. Orquestó un perverso plan para lograr una víctima el 31-M, creyendo que con eso llegaría al poder.
Ahora, utilizando el verso del “poder de la mafia”, pretende presentarse como el “perseguido” cuando en realidad es un pilluelo que busca llegar al poder sea como sea, a cualquier precio, encima burlando la Justicia. ¡Una locura!
Lo bueno es que su estrategia es tan básica que a estas alturas apenas puede mantener la adhesión de un puñado de rejuntados. Los mismos liberales ya no ven la hora de rajarlo de la titularidad del PLRA en unas elecciones justas.
Y siguen nomás saltando más fatos en Salud. Contraloría reveló una tremenda sobrefacturación en la adquisición de ventiladores pulmonares. Vaya casualidad, el estudio jurídico que asesora a la empresa adjudicada pertenece al jefe de gabinete de la Presidencia de la República. Juancho y sus amigos abogados están en todas. A modo de ejemplo, defendieron a Filicóptero, de ahí el nexo de la “miau florida” con el poder, y a Renolfito. ¡Vaya, vaya!
Tremendo lío se generó en el grupo de comunicadores del Estado que está en el Mitic. El reclamo es que quienes están al frente de la institución son incapaces de generar una campaña agresiva contra el covid-19. Reclaman la falta de una línea estratégica para lograr una comunicación unificada. La viceministra, una tal Ingrid, muy ofuscada y sin autocrítica respondió que se les recortó el presupuesto y que por eso no pueden hacer nada.
Inmediatamente, los comunicadores iniciaron una campaña pidiendo la destitución de la “experta en Power Point”. “El pelado del antifaz” ni opinó, solo escuchó las críticas. Seguro rodarán cabezas de los comunicadores que hicieron el reclamo porque a la vice no le gusta que critiquen su inoperancia.