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Evan Baehr

Expresar gratitud a los otros requiere una cierta clase de anotación.

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Andy Mills, el antiguo presidente de Thomson Financial y uno de mis mentores, lleva un "cuaderno de regalos" en el que escribe pequeñas observaciones o cosas que escucha de las personas más cercanas a él. Cuando se acerca el cumpleaños de su esposa o la graduación de su hijo, y necesita hacer un regalo, recurre al libro. Cuando usted haga observaciones, anótelas en algún lado.

Cuando conoce a alguien por primera vez, una común entrada conversacional es preguntar acerca de sus antecedentes. Una vez que note algo acerca de lo cual esa persona se interesa, mostrar gratitud puede ser muy fácil –y divertido–.

Considere estas prácticas:

-Envíe una nota específica de agradecimiento. Una nota escrita a mano, a la vieja usanza y en un bonito papel, sigue siendo muy importante. Sea específico, diga por qué está agradeciéndoles y muéstreles cómo su conversación tuvo un impacto en usted.

-Envíe algo divertido. Las personas ocupadas reciben muchas comunicaciones; si usted quiere destacar, haga que su comunicación destaque. Las personas reciben menos notas a mano que correos electrónicos, así que estás siempre ganarán. Sin embargo, las personas reciben incluso menos paquetes de FedEx. Así que considere enviar un paquete, o al menos algo más allá de una nota. Yo mandé imprimir algunas de mis citas favoritas en unas bonitas tarjetas, que ocasionalmente incluyo en mis notas de agradecimiento. En futuras visitas a sus oficinas, he visto algunas de esas tarjetas adheridas a los monitores.

-Haga una presentación. Reunir a dos personas puede ser un acto serendipio y generoso, que puede sembrar compañías, amistades e incluso matrimonios. Hace poco, un amigo se sentó con una consejera, quien le compartió que su hijo recientemente había sido diagnosticado con una rara condición médica. Mi amigo hizo algo de investigación y le recomendó un doctor a la consejera.

-Ofrezca ayudar –y cumpla–. Al final de una reunión, pregúntele a su colega si es que hay alguna forma en la que le pueda ayudar. Por ejemplo, una firma de inversiones estaba buscando un buen analista. Yo encontré la solicitud del puesto, la circulé en mis redes y la pasé a varios candidatos interesados.

-Regrese el círculo en una fecha posterior. Para casi todos, las reuniones se olvidan dentro de unas pocas semanas. Considere mantenerse en contacto, al ponerse a sí mismo un recordatorio de hacer algo en una fecha posterior. Conocí a un fascinante fundador, que está comprometido con leer un libro a la semana. Sus hábitos me intrigaban –y yo quería reconectar a partir de esta idea–.

-Envíe una nota en video. Enviar un video le permite transmitir emoción, entusiasmo y contexto en una nota rápida. En mi empresa, mi cofundador y yo enviamos un video de agradecimiento a los clientes, a quienes literalmente debemos agradecerle nuestros trabajos y la oportunidad de construir una compañía.

(Evan Baehr es cofundador de Able, una compañía tecnológica comprometida con ayudar a pequeños negocios a lo largo de los Estados Unidos.)

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