Desde este medio siempre insistimos que el problema en el avión carguero venezolano-iraní no era la carga, sino la tripulación que transportaba. Esto, en relación al cargamento de la tabacalera del expresidente Horacio Cartes que transportó y que el gobierno de Abdo Benítez usó para desviar la atención hacia lo verdaderamente importante: una tripulación sospechosa de terrorismo que permaneció tres días en el país y que incluso recibió custodia policial hasta el hotel donde se alojó.

En Argentina, el avión quedó retenido con autopartes para la empresa Volkswagen, y al igual que acá, en Paraguay, las autoridades aeroportuarias no encontraron nada ilegal en la carga. Porque, claro está, no lo hay. Tanto en la firma que mueve piezas de uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, como en la tabacalera del expresidente.

En la causa, que en Argentina es llevada adelante por el juez Federico Villena y la fiscal Cecilia Incardona, no figura ningún elemento que implique un delito con la carga, como lo quiso hacer ver el presidente Mario Abdo Benítez, según publicó el medio argentino Página 12.

El portal, que dice basarse en fuentes de la Casa Rosada, reveló que mientras cenaba con su par argentino Alberto Fernández y el presidente de Diputados Sergio Massa durante la cumbre en Los Ángeles, el presidente paraguayo mencionó que leyó en un medio paraguayo que el avión retenido había transportado una carga de su enemigo político y que el caso le venía bien. Incluso, había insinuado “contrabando”

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Pero, para el medio argentino el vuelo no encaja en “la advertencia de Abdo, centrada en el contrabando”, ya que hasta el momento lo más relevante gira entorno a la tripulación y principalmente contra el piloto instructor Gholamreza Ghasemi, que si bien no tiene orden de captura en su contra, el FBI sostiene que transportó armas hacia Beirut.

Se remata señalando que el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, ratificó en la radio AM750 que no hubo ningún aviso de la inteligencia paraguaya a la AFI. La notificación se produjo, como ya se informó, cuando el avión estaba en Ezeiza. Derrumbando así la versión del gobierno paraguayo.

Golpe político

Lo más claro del informe de Abdo Benítez a su par Fernández es que el caso del avión y la carga que transportó, propiedad de su enemigo político, le serviría para golpearlo, ya que éste lo aventaja en las preferencias de votación para la titularidad del Partido Colorado, el más importante de Paraguay.

“La interna paraguaya alrededor del Boeing no cesa”, refiere el medio argentino y agrega que se suma el hecho de que el actual vicepresidente, Hugo Velázquez, tuvo en su momento gran poder en Ciudad del Este - donde el avión y la tripulación permanecieron tres días- y recientemente un medio israelí compartió fotos del mismo con líderes del grupo Hezbolá, considerado terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y el propio Paraguay.

Incluso, un experto en la lucha contra el terrorismo manifestó que la presencia del avión y de la tripulación podría explicarse con el financiamiento de una campaña política.

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