Una madre de familia denunció ayer –a través de Facebook- a directivos del Instituto Privado del Niño por un lamentable hecho sucedido cuando llevó a su hija de 1 año a consultar en el recinto hospitalario especializado en pacientes infantiles.

La ciudadana Katiana Román realizó su descargo en su perfil de la mencionada red social en contra del IPN, cuya sede esta ubicada en el centro de la capital del país.

Mencionó que el pasado miércoles 28 de junio, llevó a su hija de 1 año y medio, G.E., a consultar al IPN, siendo que presentaba síntomas de alguna enfermedad. Al no encontrarse con su médico de cabecera, el Dr. Eduardo Alfieri, consultó con el pediatra Nelson Gracia.

Garcia, al analizar a la menor, indicó a la madre que lleve a su hija a la sala de Urgencias, de manera a realizarle una nebulización. En dicho recinto, siempre según la denuncia, se encontraba una mesa donde estaba la balanza para pesar bebés y otros elementos.

Entre estos elementos, estaba una botella transparente con un líquido similar al agua. Este recipiente se ubicaba al alcance de la menor de edad. Por lo que, en un descuido, la misma tomó la botella y bebió su contenido.

Relató la madre que automáticamente la niña gritó por el ardor que sintió en la boca y la garganta. Ante esto, la madre tomó el frasco y consultó con las autoridades del hospital sobre lo ocurrido.

Según la denuncia, el Director del IPN, Dr. Ignacio Iramain, indicó -inicialmente- que la madre tuvo la culpa, al no atender a su hija. Luego de poner en observación a la menor y estabilizarla totalmente, el Dr. Iramain se acercó a la madre y le expresó que la "responsabilidad era compartida".

Finalmente, la mujer solicitó, en su denuncia, que las autoridades del hospital se hagan responsables de lo ocurrido, "en cuanto a no tener productos químicos o nocivos a la salud al alcance de los niños".

En la misma publicación, el propio Dr. Iramaín responde igualmente a la denuncia que instaló la madre. Afirmó que -como pediatra, padre y abuelo- tener hijos hoy día no es fácil pero eso "no quiere decir que no debamos asumir responsabilidades".

"Si no educamos a nuestros hijos será difícil que podamos ser buenos ciudadanos", dijo. Acotó que es natural que una madre se sienta ofuscada con lo acontecido en el IPN.

"Es difícil asumir la responsabilidad de un descuido, porque esto no fue un accidente. Si hubiera sucedido en la casa, ¿de quién hubiera sido la responsabilidad?", agregó.

Argumentó que en una Institución Médica lo más normal es que haya alcohol y que esté a la vista de los pacientes. "Si el niño es muy pequeño no podemos descuidarnos ni un minuto", dijo.

Recordó que asistieron a la pequeña, por lo que en ningún momento "hubo una actitud inadecuada". Añadió que -al ver que la nena estaba bien- pidió disculpas desde del punto de vista institucional a la madre, pero le reiteró que es una responsabilidad compartida.