La escuela, el trabajo, la casa... Cualquiera de estos ambientes pueden ser escenario de bullying. Este anglicismo de uso extendido no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE), pero todos conocen su significado: acoso. Se lo usa para hablar del maltrato físico, verbal o psicológico que se produce de forma reiterada y a lo largo del tiempo. El Instituto de Previsión Social -a través de contenido de difusión- dio alerta sobre sus características, sus efectos y lo oportuno del apoyo psicológico a las víctimas.

El bullying está en una etapa de conocimiento y reconocimiento, tanto por parte del círculo familiar del acosado, como también del área escolar y laboral. Así lo señaló la Lic. Liliana Orué, jefa del Servicio de Psicología del Hospital Central, quien entra en contacto con casos dentro de la experiencia en la práctica profesional, en el trabajo diario de atención a los asegurados.

En estos días el tema del acoso escolar o bullying es una práctica cotidiana, entre niños y adolescentes, según la especialista. La psicóloga pide prestar atención a prácticas que también se pueden observar en los hogares, a las que comúnmente hemos llamado bromas pesadas. "La recurrencia de esta acción y sus diferentes facetas trasciende la frontera de la simple bromita y debiera alertarnos tanto a padres como a autoridades de los distintos niveles educativos para eliminar estas prácticas de nuestra vida cotidiana", remarcó.

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Una vez que docentes y padres notan estos patrones de comportamiento o ya se encuentran con los efectos del bullying, ¿qué pueden hacer? Pueden acudir al servicio en busca de asesoramiento. Allí también pueden llegar con las víctimas, pues se brinda un tratamiento psicológico individual basado en un diagnóstico de cada caso.

Más allá de la escuela

La Convención Internacional de los Derechos del Niño considera como maltrato psicológico la violencia verbal, los comportamientos sádicos y despreciativos, la repulsa afectiva, las exigencias excesivas o desproporcionadas en relación con la edad del niño, las consignas e instrucciones educativas contradictorias o imposibles. La presencia de estas acciones son en efecto señales de acoso.

Sociólogos internacionales, dentro de trabajos de investigación, recomiendan no analizar el tema del bullying sólo como acoso escolar. La idea es entender que en las sociedades actuales esta conducta ha ido cambiando. El acoso se manifiesta en distintos ámbitos y afecta tanto la vida social como emocional de un sinnúmero de personas en la edad juvenil y adulta, de manera casi imperceptible.

Casos y cosas

En los medios de comunicación nacionales e internacionales nos encontramos con noticias relacionadas con bullying. El panorama mundial no es demasiado alentador. Amanda Todd -una joven que compartió su caso en YouTube- murió y desató la alarma. Los suicidios de niños ya adolescentes que no soportaban vivir acosados siguen multiplicándose. Paraguay no está al margen. En 2016, se intervino el colegio Monseñor Lasagna, tras la denuncia de acoso a una estudiante. "No quiero encontrar muerto a mi hijo", decía el padre de un chico que recibió agresiones en el colegio "Sagrado Corazón de Jesús". En esa oportunidad mencionaba su preocupación por el aumento de casos.

Ante la ola de denuncias, a nivel nacional se buscó solución en KIVa, un sistema desarrollado por la Universidad finlandesa de Turku. Desde el mes de junio, alrededor de 10 instituciones educativas pondrán en prueba el programa. Pero la tarea continúa.

"Los pequeños actos perversos son tan cotidianos que parecen normales. Empiezan con una sencilla falta de respeto, con una mentira, con una manipulación. Pero sólo los encontramos insoportables si nos afectan directamente. Luego, si el grupo social en el que aparecen no reacciona, estos actos se transforman progresivamente en verdaderas conductas perversas que tienen graves consecuencias para la salud psicológica de las víctimas. Al no tener la seguridad de que serán comprendidas, las víctimas callan y sufren en silencio" agregó la licenciada Orúe. ¿El desafío para todos? Ayudar a romper el silencio.

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