CIUDAD DE MÉXICO
Andrés Manuel López Obrador se ha retirado del pragmatismo. Los mercados están preocupados. Los scrappers y soñadores sobre el poder nacional. La inauguración el 1 de diciembre de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México termina la espera. El alcalde de 65 años de la Ciudad de México será juramentado ante una multitud que incluirá a dignatarios de 28 países. López Obrador, o AMLO, como se le conoce, se pondrá una banda presidencial tricolor por segunda vez. El primero fue en el 2006, cuando se negó a aceptar la derrota en las elecciones presidenciales de ese año. Esta vez es la verdadera. Los votantes le dieron a AMLO el mandato democrático más grande en la historia de México. Ganó con el 53% de los votos, derrotando a su rival más cercano en 30 puntos porcentuales. Enfurecidos por la corrupción, la violencia y el letargo económico, aceptaron su argumento de que el sistema político necesita renovación, no ajustes tecnocráticos. Mientras AMLO se prepara para lo que él llama la “cuarta transformación” de México, su mandato es tan importante como la revolución de 1910-20, su poder y popularidad han aumentado. Controla a Morena, el partido que fundó en el 2014. Junto con sus aliados, tiene mayorías en ambas cámaras del congreso. Los críticos se han callado. Envalentonado, ha abandonado el compromiso de no cambiar la constitución en la primera mitad de su mandato de seis años. Las encuestas sugieren que dos tercios de los mexicanos lo apoyan. En las últimas semanas, AMLO se ha retirado del pragmatismo que a veces apoyaba en la campaña, que había tranquilizado a algunos mexicanos e inversionistas de clase media. En cambio, ha perseguido una agenda populista que ha impactado a los mercados aun cuando consolida su poder. En octubre, dijo que cancelaría un aeropuerto de US$ 13 mil millones para la Ciudad de México que ya tiene un tercio construido. Esa decisión se produjo después de que el 1% de los votantes mexicanos participaron en una “consulta” organizada por Morena para responder una pregunta que el mismo AMLO escribió: ¿prefieren que se construya el aeropuerto o su esquema alternativo? Los aliados del presidente electo en el nuevo congreso, que comenzó en septiembre, presentaron proyectos de ley que regulan la banca, la minería y las pensiones. El mercado de valores ha perdido casi una quinta parte de su valor desde principios de octubre. Los escépticos de AMLO habían esperado que, en ausencia de controles y equilibrios políticos sólidos, los mercados financieros lo limitarían. Eso podría pasar. El voto de la votación, que desacelerará la economía y obligará al gobierno a pagar más a los tenedores de bonos. Después del 26 de noviembre, cuando el mercado bursátil cayó un 4%, el gobierno calmó un poco a los inversionistas al promover a dos funcionarios respetados. El presupuesto, que se presentará al congreso el 15 de diciembre, dice Gabriel Lozano, de JP Morgan, un banco. Pero muchos de los aliados de AMLO ven la estabilidad como una continuación de un status quo imparable. Ricardo Monreal, el líder de Morena en el senado, dice que muchas empresas van demasiado lejos y que son necesarias para “perturbar su acumulación de riqueza”. AMLO gobierna, dice. EJÉRCITO CONTRA EL CRIMEN DE AMLO El nuevo presidente es ciertamente enérgico. Ha aceptado una versión actualizada del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y los Estados Unidos. Él ha presentado 50 ideas para frenar la corrupción y promover el ahorro en el sector público y está comenzando a implementarlas. Reducirá su propio salario en un 60% y reducirá la tasa de funcionarios públicos de alto nivel a ese nivel. Ha presentado un plan de lucha contra el crimen que incluye la creación de una Guardia Nacional fuerte de 50.000 hombres bajo el mando militar. Morena ha propuesto un proyecto de ley para legalizar el cannabis. AMLO tiene como objetivo dar aprendizajes a jóvenes y pensiones más elevadas a los ancianos. Sus muchos proyectos incluyen un tren turístico en el sur y una refinería en su estado natal de Tabasco. AMLO persigue sus objetivos mediante una combinación poco convencional de deliberación del Congreso y democracia directa. El Congreso aprobó la ley que limita el pago de los burócratas. Pero AMLO planea tomar la mayoría de las decisiones, y muchas pequeñas, directamente a la gente. 24-25, que atrajo la misma pequeña fracción del electorado que la consulta del aeropuerto. Los votantes aprobaron otros ocho esquemas, incluida una propuesta de boleta para “plantar árboles frutales y de madera en un millón de hectáreas, creando 400.000 empleos permanentes”. En una tercera visita en marzo, los votantes probablemente aprobarán la Guardia Nacional, que es contenciosa. Los activistas de derechos humanos y la corte suprema no creen que el ejército deba involucrarse en la labor policial. AMLO estuvo de acuerdo con ellos hasta hace poco. Él planea dejar que la gente vote, pero está en contra. A mitad de su mandato, se les promete a los votantes la oportunidad de retirarlo de su cargo. Lo que parece una responsabilidad adicional es, de hecho, una forma de acumular poder. Los referendos marginan al congreso. Meta AMLO está preparada para pasar por la legislatura, especialmente si teme el veredicto de la gente. A mediados de diciembre se presentará un proyecto de ley para deshacer las reformas educativas, uno de los pocos logros populares del gobierno saliente. El Congreso aprobó una ley que le permite a AMLO nombrar “superdelegados” para supervisar los gastos de cada estado. ¿Qué harán ustedes gobernadores que podrían oponerse a él? México está a punto de tener “un presidente fuerte, como lo ha sido en los últimos 30 años”, dice Monreal con aprobación. AMLO no tendrá excusas para el fracaso.