Las almas honestas que pretenden pagar el precio completo por la música que escuchan tenían dificultades para hacerlo en China. En la era de los discos compactos, rara era la tienda que no vendía falsificaciones. Lo mismo aplicó cuando los discos se convirtieron en descargas y transmisiones continuas en línea de las canciones: difícilmente algún servicio cobraba dinero.

Lenta pero segura, China se está convirtiendo en un mercado donde la gente paga por la música. Durante los últimos cinco años, los ingresos chinos por la música digital para la industria discográfica casi se cuadruplicaron, a 195 millones de dólares, la mayoría de los cuales provienen de la transmisión continua de música. Esa suma podría ser aún una fracción del total mundial de 7.800 millones de dólares, pero evidentemente el streaming ha despegado en China.

No todos están pagando: de los 600 millones de chinos que escuchan música en internet, solo 20 millones han pagado una suscripción, que cuesta entre uno y dos dólares al mes. El resto la sintonizan por nada, pero muchos lo hacen en servicios legales apoyados por publicidad; los equivalentes chinos de la opción gratuita de Spotify, el servicio de streaming más grande del mundo, el cual no está disponible en el país.

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"La piratería está colapsando", dijo Ed Peto de Outdustry, una compañía en Pekín que ofrece servicios para la industria musical.

Si los consumidores chinos han desarrollado el gusto por escuchar música legalmente, es por una combinación de razones. Los smartphones, que se han vuelto ubicuos en los últimos años, facilitan suscribirse a los servicios de streaming. El extendido uso de aplicaciones como Alipay y WeChat Pay significa que los chinos jóvenes, en particular, están ahora acostumbrados a hacer pequeñas compras digitalmente. Además, para aprovechar las oportunidades comerciales en la música, las plataformas de internet más grandes de China han empezado a combatir la piratería.

Sin embargo, no todo es positivo. El mercado del streaming es dominado por un participante: Tencent, el más grande de los gigantes de internet de China, que es mejor conocido por su servicio de mensajería instantánea WeChat. Según algunas estimaciones, su participación de mercado en el streaming de música excede el 70 por ciento. Cada una de las dos marcas de streaming principales de la empresa, QQ Music y Kugou, afirman tener cientos de millones de usuarios.

Una causa de esta concentración del mercado son las adquisiciones: el año pasado, Tencent compró a dos grandes competidores. Más importante, sin embargo, es el hecho de que ha pagado a tres sellos discográficos internacionales –Warner Music Group, Sony Music y Universal Music Group– una gran suma, aunque desconocida, por el derecho exclusivo de la transmisión continua de su música en China. Esto significa que Tencent tiene que decidir qué canciones tienen permitido reproducir sus rivales.

Tencent dice que necesita esa exclusividad para asegurar la legitimidad de los servicios de streaming y para reducir más la piratería. Sin embargo, tener una compañía con tanto poder "nunca es sano", dijo un ejecutivo de una compañía rival.

Xiami, un servicio propiedad de Alibaba, otro gigante del internet chino, ha perdido mucho terreno en gran medida porque no ha llegado a un acuerdo con Tencent. Como el mercado está creciendo rápidamente, los sellos discográficos podrían reconsiderar sus acuerdos con Tencent cuando corresponda renovarlos.

Los artistas también tienen quejas. Muchos servicios crearon sus operaciones en torno a música pirata antes de que empezaran a comprar licencias. Incluso hoy la música "indie" sin licencia está muy extendida: a los sellos y artistas independientes aún se les paga poco en regalías, si acaso, debido a su débil influencia en las negociaciones con los servicios de streaming. En comparación, estrellas como Katy Perry, cuyo nuevo álbum "Witness" se elevó tras su lanzamiento al Nº 1 en Net Ease Cloud Music, un competidor de Tencent, seguramente recibirá su parte justa de los ingresos.

Aun así, el panorama general es de progreso.

"Vamos en la dirección correcta", dijo Matthew Daniel de Net Ease Cloud Music.

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