Por primera vez, los científicos demostraron la existencia de un túnel en el subsuelo lunar. Parece ser un tubo de lava vacío. Este hito en el conocimiento de la Luna lo dio a conocer un equipo internacional de científicos, dirigido por la Universidad de Trento (Italia).
Así, el estudio, publicado por ‘Nature Astronomy’ es el resultado de una colaboración internacional entre investigadores de la Universidad de Padua y de La Venta Geographic Explorations APS (Italia), quienes contribuyeron a los análisis geológicos y al modelado del conducto identificado. “Se ha teorizado sobre estas cuevas durante más de 50 años, pero es la primera vez que hemos demostrado su existencia”, explica Lorenzo Bruzzone, profesor de la Universidad de Trento.
En 2010, como parte de la misión LRO de la NASA, el instrumento de radiofrecuencia en miniatura (Mini-RF) adquirió datos que incluían un pozo en Mare Tranquilitatis. “Años después, hemos vuelto a analizar estos datos con técnicas complejas de procesamiento de señales que hemos desarrollado recientemente y hemos descubierto reflexiones de radar de la zona del pozo que se explican mejor por un conducto de cueva subterránea.
Este descubrimiento proporciona la primera evidencia directa de un tubo de lava accesible bajo la superficie de la Luna”, señala. “Gracias al análisis de los datos, pudimos crear un modelo de una parte del conducto”, continúa Leonardo Carrer, investigador de la Universidad de Trento: “La explicación más probable para nuestras observaciones es un tubo de lava vacío”.
El investigador principal de Mini-RF, Wes Patterson, del Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins (Estados Unidos), agrega: “Esta investigación demuestra cómo los datos de radar de la luna se pueden utilizar de formas novedosas para abordar preguntas fundamentales para la ciencia y la exploración y lo crucial que es continuar recopilando datos de detección remota de la Luna.
Este trabajo tiene importancia científica e implicaciones para el desarrollo de misiones a la Luna, donde el entorno es hostil para la vida humana. Las temperaturas superficiales en el lado iluminado de la Luna pueden alcanzar los 127 °C, mientras que las temperaturas en el lado no iluminado pueden caer a -173 °C.
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La radiación cósmica y solar puede ser hasta 150 veces más potente en la superficie lunar que la que experimentamos en la Tierra y existe una amenaza constante de impacto de meteoritos. Estas condiciones impulsan la necesidad de encontrar sitios seguros para la construcción de infraestructura que puedan soportar una exploración sostenida. Cuevas como esta ofrecen una solución a ese problema.
Fuente: Europa Press.
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Paraguayo en Israel cuenta que en cualquier momento llegará un nuevo ataque desde Irán
En el segundo día del conflicto bélico entre Israel e Irán, desde la zona conocida como Gush Dan, en el área metropolitana de la ciudad de Tel Aviv, el paraguayo David Karlsberg nos mantiene al tanto de lo que sucede en esa parte del mundo.
“Siendo acá las 21:30 (15:30 hora paraguaya), podemos decir que estamos bien dentro de lo que se podría decir, aunque nos mantenemos atentos porque dicen que esta noche, o sea que en cualquier momento los iraníes van a atacar nuevamente”, indicó.
También informó que ayer, mientras estaban protegidos dentro de un búnker, un misil cayó en su barrio y “destruyó toda una cuadra como a 500 metros de mi casa”, contó Karlsberg.
En este momento cada ciudadano está en su casa, pero a poca distancia de un búnker. “Estamos en el departamento, tenemos el búnker en el subsuelo, no podemos alejarnos”, explicó.
Los 9 expertos nucleares eliminados
Continúa el recuento de los daños producidos en cada uno de los bandos. Irán fue sorprendido por el ataque de 200 aeronaves israelíes que realizaron una operación quirúrgica, sobre todo en la planta de enriquecimiento de uranio.
Además de la infraestructura, las pérdidas humanas son las más sensibles e irremplazables ya que entre los científicos eliminados, se encuentra 9 expertos en energía nuclear.
En un comunicado, el Ejército israelí aseveró que los científicos en cuestión “impulsaban el programa de armas nucleares del régimen iraní”. “Todos los científicos y expertos eliminados actuaban como importantes centros de conocimiento en el proyecto nuclear iraní y poseían décadas de experiencia acumulada en el desarrollo de armas nucleares", se indica. Las FDI afirmaron que la eliminación de los científicos fue posible “gracias a la precisa información recopilada por la Dirección de Inteligencia”, informó el medio RT.
Los científicos de alto nivel muertos son:
- Fereydoun Abbasi, experto en ingeniería nuclear
- Mohammad Mahdi Tehranshi, experto en física
- Akbar Motalebi Zadeh, experto en ingeniería química
- Saeed Barji, experto en ingeniería de materiales
- Amir Hassan Fakhahi, experto en física
- Abd al-Hamid Minoushehr, experto en física de reactores
- Mansour Asgari, experto en física
- Ahmad Reza Zolfaghari Daryani, experto en ingeniería nuclear
- Ali Bakhouei Katirimi, experto en mecánica
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Historias de fantasmas que no existen, nunca existirán, pero que siempre están
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
¿Existe lo inexistente? Definitivamente, creo que sí. De lo contrario, ¿cómo sería posible creer en lo que no existe? ¿Pero, aun así, cómo responder para evitar burlas y acusaciones?.
El 22 de noviembre de 1718, murió Edward Teach, un pirata que aterrorizó los mares. En especial, a bordo del Queen Anne’s Revenge (la Venganza de la Reina Ana), que comandaba implacable asoló, en particular, el océano Atlántico y el mar Caribe.
Espantó a los unos y a los otros sin que hasta el momento preciso de compartir esta historia sepa a ciencia cierta, entre aquellos unos y otros, quiénes eran aquellos a quienes podríamos categorizar como buenos o malos, ya que con demasiada frecuencia dejaban de ser lo uno o lo otro a la hora piratear.
Pasa que –allá por el 1700, en el siglo XVIII– andanzas como las de Edward Teach y sus comandados –crueles, sangrientas, impiadosas– también podían ser un trabajo legal y legítimo si aquellos tipos, sus protagonistas y perpetradores eran corsarios.
Practicar el corso –para que quede claro y según la Real Academia Española de la Lengua (RAE)– se llamaba así a la “campaña que hacían por el mar los buques mercantes con patente de su gobierno para perseguir a los piratas o a las embarcaciones enemigas (aunque) respetando las leyes de la guerra”.
¿Cuál era el beneficio de los corsarios y sus tripulaciones? La parte del botín de guerra que acordaban con los gobiernos que les otorgaban la “patente de corso”. Nada inusual. Aunque parezca increíble, todavía hoy el Parlamento argentino, de acuerdo con el artículo 75 de la Constitución Nacional, inciso 22, tiene la facultad de conceder patentes de corso.
Pero, más allá de este dato puntual sobre el que legisla la Argentina, el caso es que Teach, según cuentan la historia, la literatura y el cine, siempre fue pirata y nunca estuvo del lado de la ley hasta que fue abatido el 22 de noviembre de 1718 cuando aquella amenaza marítima a la que también se conoció como Barbanegra comenzó a ser leyenda.
Hay quienes contaron a través de los tiempos y hasta nuestros días que, a su barba, renegrida y enrulada, a la hora de combatir y previo a los abordajes, le agregaba mechas de cañón a las que él mismo encendía para aterrorizar a sus atacados.
Cubierto con un tricornio emplumado, mientras profería alaridos con los que amenazaba a las tripulaciones enemigas, armado de pistolones que portaba en su cintura y dos espadas, arremetía impiadoso. Hasta hoy, los noctámbulos que habitan la zona de Teach’s Hole, en la isla de Ocracoke, en Carolina del Norte, aseguran que con alguna frecuencia se cruzan con el fantasma de Barbanegra. Las autoridades con las que consulté sobre ese espíritu deambulante negaron su presencia rotundamente.
LA DEL PIRATA SIN CABEZA
Costa Rica también tiene lo suyo. En mayo de 2013 – finalizada una conferencia global de un organismo multilateral– me embarqué para navegar por el océano Pacífico. La isla Tortuga – en la provincia de Puntarenas– era mi destino. Hacer snorkel hasta desembarcar en ella, un deseo cumplido esperado por mucho tiempo.
Pero el regreso no fue sencillo. Se ponía el sol. La noche avanzaba. Solicité al capitán desembarcar en Tivives, un puerto de pescadores encantador. Setenta y seis kilómetros separan aquel territorio insular del villorrio pesquero. Imposible.
Con la costa bien a la vista y sendos vasos de ron ámbar con hielo el capitán Nabil – afrodescendiente hijo, nieto y bisnieto de esclavos etíopes– contó con su voz temblorosa que “esta noche el fantasma del pirata sin cabeza estará alerta en la playa para impedir que nadie se acerque al árbol de guanacaste donde escondió su tesoro”.
¿Está seguro, capitán? “Sí. Duddee (abuela en lengua etíope) Ayana me contó llorando que así murió ayaat (abuelo) Rufaro, por acercarse a la playa y al árbol del tesoro”.
Acepté. Un día más tarde, por tierra, conocí Tivives. Por esa misma playa, caminé sobre una arena muy fina desde el mismo momento en que el sol superó la línea del horizonte. Respetuosamente aseguro que no me crucé con ningún fantasma.
¿Pero… qué atractivo encierra esa palabra, esa idea, que se repite en la historia de la humanidad? También algunos de sus sinónimos. Espectro, aparición, espíritu, visión, aparecido, ánima.
¿Existe lo inexistente? Definitivamente, creo que sí. De lo contrario, ¿cómo sería posible creer en lo que no existe? ¿Pero, aun así, cómo responder para evitar burlas y acusaciones? En la Cierta Historia Incierta anterior aludí al “barco fantasma”. No fueron pocos los mensajes que Whatsapp me trajo por ese tema.
Algunos contenidos fueron muy duros, por cierto. Mal que le pese a quien le pese, tengo claro que hasta aquello que no existe consigue ser por la comunicación. Me animo a afirmar que hay fantasmas en todas partes, y en todo tiempo y lugar. De alguna forma creo que lo verifiqué.
De hecho, durante las dos décadas de oficio de periodista que practiqué con valiosos y muy queridos colegas orientales cotidianamente escuché y supe de historias de fantasmas.
La diversidad –siempre– enriquece. Así conocí que, en algunas regiones del Oriente lejano, espíritus y fantasmas son transversales a sus culturas y prácticas milenarias que se sostienen en el tiempo.
ACECHANZAS
En China, “zhong kui” (钟馗), según me explicaron, es un fantasma al que “las familias quieren muchísimo, lo esperan, lo invitan para que las acompañe porque las protege contra toda acechanza. Pero –durante una extensa sobremesa con billar, karaoke y Moitú, en Ciudad de México, allá por 2005– conocí de la existencia de los “jiangshi” (”姜氏), a los que podríamos llamar vampiros muy parecidos al conde Drácula que imaginó Bram Stoker.
Pese a ello, esta creencia se verifica desde varios milenios y, culturalmente, se circula a más de 7.000 kilómetros hacia el este de Transilvania (donde residía Vlad Tepes Dracul) y Beijing, capital de la República Popular China (otrora el Imperio de centro); y, si se quiere, a poco más de 8.140 kilómetros de Londres, donde vivió y creó Stoker.
Llamativo, por cierto. También supe, por un hombre de negocios japonés que, en el Imperio del sol naciente, la creencia en los fantasmas se conoce desde tiempos muy lejanos y que a través de la interpretación arqueológica las primeras evidencias sobre el tema emergen de los ainus, integrantes de un pueblo originario la isla Hokkaidō, en la zona septentrional del Japón, aunque también habitaron en la islas Kuriles y existen evidencias de la presencia de esa civilización en la isla de Sajalín, en Rusia.
Notable. Y, justamente por ello, hay quienes sostienen que “los ainus no son una etnia japonesa” porque aquella sociedad –desde entonces y hasta nuestros días– tienen y mantienen cultura, lengua y tradiciones propias.
Pero más allá de ello, “oni” y “yurei”, según aquel japonés multimillonario con el que compartí algunos días en el transcurso de un seminario académico en Manhattan, NYC, “son los fantasmas de muchas personas que no murieron bien y, por eso, quieren vengarse y vuelven para mezclarse entre los vivos”.
Se suele decir en Nueva York que “hay ocho millones de historias” en esa ciudad. La de los fantasmas japoneses es una más. Curioso, sin dudas.
En la tradición judeocristiana apariciones y presencias tampoco escasean. Si bien como conceptos espectro o fantasma no son parte del educare (guiar, criar, orientar) o el educere (hacer que salga lo que somos), sí se los asocia con ángeles y/o demonios. Y, aun así, suele – culturalmente– ser una cuestión de abierta interpretación personal y, por tanto, hay quienes rechazan y quienes aceptan a las y los fantasmas. Algunos rabinos amigos coinciden en explicarme –por separado– que en esa fe no hay un acuerdo interpretativo sobre si los fantasmas existen o no.
ESPECTROS
La palabra fantasma proviene del griego “phantasma”, que se vincula con un espectro, una aparición o una presencia. Desde el rigor académico o dogmático –fantasmas, sí; fantasmas, no– no es un debate porque el rigor científico pesa y es valioso que así sea. A pesar de todo, no es tan así en el debate cotidiano que, en este tema, pareciera no tener fin.
Con queridos amigos y amigas judíos los temas del más allá, por llamarlos de alguna manera, no suelen ser parte de las conversaciones o –para no consignar irresponsablemente lo que podría ser una generalización sin fundamento– no recuerdo haber participado de este tipo de debates nunca.
Aunque reconozco haber escuchado y leído sobre algunas criaturas mitológicas muy poco conocidas y escasamente populares como los shedim, a los que popularmente hay quienes los llaman demonios. Su existencia en este mundo no es clara. Pero no me referiré a ellos, existan o no.
Siento que lo mío –sin ignorar ni desconocer lo malo o, más aún, la maldad o el mal mismo– es acercarme para aprender y profundizar en lo bueno, en la bondad o... en el bien mismo. ¡Joder que se hace difícil! ¿Dónde estará el bien? Por ello decido no referirme a Lilith –que muchas y muchos creyentes en la fe judía afirman que nació antes de Eva y que, junto con Adán, engendró a todos los demonios existentes–.
Me niego. Más allá de lo dicho respecto de mis preferencias por el bien, rechazo pensar y, mucho menos, divulgar que una mujer (real o fantástica) sea significada como la portadora misma del mal o que induzca al mal o que –por mujer– sea algo así como el mismísimo mal.
EL GOLEM
Admito que –si de fantasmas judíos se trata– prefiero y me atrae profundamente al que se conoce como el Golem de Praga. Mucho ha hecho para que así sea el querido maestro don Jorge Luis Borges (1899- 1986) y un entrañable amigo rabino que por mi insistencia aceptó explicarme que “es un shedim benigno, por llamarlo de algún modo, que al parecer era de barro y es mencionado en el Sefer Yetzirá (uno de los textos sagrados de la Cábala)”.
En el transcurso de aquella tertulia apasionante, por cierto, mi buen amigo contó que el famoso rabí Yehuda ben Betzalel Loeb –al que muchos mencionan como el Maharal de Praga y vivió entre el 1525 y el 1609– aseguraba que el Golem por “sobre todo protegía a los judíos de ataques antisemitas y otros peligros propios de aquellos años” y los de hoy. En 2017, recuerdo haber leído esa misma explicación en la internet, consignada en un texto escrito por Aranza Gleason.
Los fantasmas parecen estar en todas partes. Aunque, tal vez, es más correcto y preciso decir y sostener que –como idea– se expande y consolida… hasta el punto de haber trocado en oficio, empleo u ocupación. No sé muy bien cómo llamarlo.
THE GHOSTWRITER
Conozco en la Argentina de dos renombrados dirigentes políticos que contrataron al que quizás sea uno de los mejores periodistas especializados en temas policiales para que escriba un libro sobre la relación entre el tráfico de drogas y el poder, que sin cohibirse presentaron como propio en el transcurso de una jornada académica de especialización que ofrecieron en la sede de una organización gremial empresaria vinculada con el sector medios de comunicación.
Entre los participantes que fuimos a escucharlos estaba –sentado a mi lado– el verdadero escritor… el escritor fantasma… the ghostwriter quien, cuando la actividad concluyó, recibió el diploma que acredita su participación de manos de ese dúo de notables farsantes que firmaron como propio un texto que nunca escribieron. Fantasmas.
Más acá en el tiempo –aunque no tanto– alguna mañana tan neblinosa como otoñal, mientras caminaba descalzo por una extendida playa de arena gruesa mojada por las oscuras aguas del Atlántico Sur, impregnadas de loes patagónico, fue sorprendente encontrar a la querida escritora Margarita Celta – realmente una best-seller de alcance mundial– muy abrigada sentada sobre una simple silla de madera plegable curtida y desgastada a la vez por la bruma marina mientras leía atentamente un libro.
De a ratos, escribía notas, a la antigua, sobre un cuaderno. Bien a la antigua. Me detuve mirándola fijamente en silencio. Con alegría y sorpresa se puso de pie. Colocó la vieja silla plegada sobre su espalda como si fuera una mochila y nos largamos a caminar.
Con preocupación me contó que –por una emergencia económica– aceptó escribir para una muy prestigiosa casa editorial de alcance global tres libros de autoayuda. No me sorprendió por cuanto, alguna vez, fue galardonada con el premio más relevante que se entrega en Latinoamérica a las y los periodistas que se especializan en salud.
PEROS
Pero siempre suele haber un pero. Ningún plan es perfecto a la hora de mentir. Por una cuestión de exclusividad laboral que tiene desde un par de décadas con el diario para el que labora en Inglaterra, aceptó hacer la trilogía propuesta, pero con un seudónimo.
Desde ese momento y para ese fin –parafraseando aquel tangazo que en 1919 compuso Celedonio Flores y como ningún otro cantó Edmundo Rivero– mi querida amiga escritora, desde ese momento, antes era Margarita, ahora es Karl Arroyo Caserío. ¿Ghostwriter?, pregunté sorprendido. Durante un buen rato reímos con ganas.
“Pero tengo un problema, amigo querido. Como los dos libros que ya salieron y se agotaron son un éxito editorial y de ventas, el diario vasco Klariona quiere hacer una entrevista conmigo”. Volvimos a reír. Nadie debe saber que Margarita Celta –best-seller– es Karl Arroyo Caserío. Con más carcajadas nos despedimos.
Supe con el tiempo que la entrevista se hizo. Por mail y con fotos que entregó la editorial que justificó ese formato para el contacto con la prensa en “la enorme desconfianza que Karl tiene de los medios”. Inexplicablemente, el medio aceptó. Los fantasmas, claramente, están en todas partes.
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La audaz maniobra del túnel del fortín Gondra
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
Un 10 de mayo de 1933 se registró un curioso episodio durante la guerra del Chaco en el que la experiencia de un expresidiario ayudó a dar combate a la fuerza boliviana. El historiador Carlos von Horoch ayuda a memorar cómo fueron aquellos sucesos de audacia e intrepidez que acrecentaron la moral de la guarnición paraguaya en un momento crítico.
Agobiados, con sed, sometidos al asedio de la tropa boliviana, incluso con ataques aéreos, los defensores del fortín Gondra (Campo Aceval, departamento de Presidente Hayes, a 400 km de Asunción) cavaron un túnel para poder llegar por la retaguardia y sorprender al enemigo un 10 de mayo de 1933. Con un sigilo admirable ante la cercanía del enemigo, lo cavaron con un yatagán, suerte de cuchillo de combate, y los platos de lata que usaban para la ración, lo apuntalaron con ramas de la vegetación chaqueña y consiguieron su objetivo.
“Es un ejemplo de audacia e intrepidez, probablemente solo comparable con la marcha a Yrendagüé”, dice el historiador Carlos von Horoch apuntando que el episodio “nos recuerda a las hazañas de la Guerra Guasu”.
Analizando el histórico del país en combate, tema en el que se especializa, apunta que “en la guerra del Chaco hubo muchos episodios de hazañas de inteligencia y valor. Pero fue una campaña excelentemente manejada por la clase política, el estado mayor, los mandos medios y los bajos”.
En ese sentido, aporta que “las operaciones eran mayormente planificadas y ejecutadas teniendo en cuenta los factores para no exponer a la tropa, buscando un alto porcentaje de éxito. Eso no quita que haya habido peligro o que a veces se confíe en la pericia de quienes iban a ejecutar como, por ejemplo, los pilotos de la aeronaval, que realizaron bombardeos nocturnos o los patrulleros que se internaban en el interior del Chaco con poca ración de agua”, describe.
–¿En qué contexto se da este curioso episodio histórico?
–En enero de 1933, ocurrió la primera batalla en el fortín Nanawa. Ahí actuó la 5.ª División paraguaya. Un mes después viene la defensa de los fortines Herrera y Toledo sostenida por el II Cuerpo de Ejército. Ya marzo, el frente estaba estancado. Paraguayos y bolivianos quedaron enfrentados en una hilera de trincheras y reductos ubicados frente a frente con escasa innovación en la dinámica de las posiciones.
El fortín Gondra no era la excepción al frente estático. Las posiciones paraguayas y bolivianas estaban separadas en varios puntos por menos de 50 metros. El fortín estaba defendido por la 1.ª División al mando del coronel Rafael Franco. Desde marzo, recibía los embates de la 4.ª División boliviana y para abril estaba prácticamente cercado, por lo que debía resistir a toda costa.
LA PERICIA DE UN ESCAPISTA
–¿Cuál es la historia que existe en torno a la construcción del túnel del fortín Gondra?
–Su historia comienza de manera bien bizarra. Un ciudadano de nombre Bernardo Duré Mendoza había estado preso en la cárcel pública de Asunción, que cuando eso se encontraba detrás de la Catedral. En 1926, Duré logró escapar de dicha prisión cavando exitosamente un túnel y terminó refugiándose en Brasil. Cuando supo del estado de guerra con Bolivia, retornó a Paraguay y se presentó para ir al frente, siendo alistado en el R.I.4 Curupayty. Ya con el rango de cabo estuvo destacado en la defensa del fortín Gondra.
El 28 de abril, Duré Mendoza se presentó al despacho del coronel Franco planteando a su comandante aprovechar la escasa separación entre líneas y realizar un túnel por debajo de las trincheras paraguayas y bolivianas para salir a retaguardia de los últimos y atacarlos por la espalda. Franco, amante de la intrepidez, autorizó la construcción ese mismo día y con las pocas herramientas con que se contaban se dio inicio a la excavación en el duro suelo chaqueño, llegando incluso a usar sus platos de metal como palas improvisadas. El trabajo incluyó el apuntalamiento del túnel.
–¿Cuánto tiempo demandó la construcción y cuál fue el resultado?
–La obra se concluyó el 9 de mayo, contando con unos 80 metros de longitud. Parte importante de la hazaña fue la de abrir la boca del extremo del túnel, sin ser detectados por los bolivianos. Al día siguiente, el 10 de mayo, tres compañías de soldados (90 hombres), al mando de los tenientes Pantaleón Aguirre, Salvador Ré y Salvador Funes ingresaron al túnel, saliendo al alba a la retaguardia de los bolivianos, que aún dormían. La sorpresa fue total. Los soldados paraguayos dispersaron a las tropas bolivianas con grandes bajas y capturaron las trincheras de los mismos. Lastimosamente en la acción perdió la vida el teniente Pantaleón Aguirre.
–Era una empresa casi imposible. ¿Dónde entiende que radicó el éxito de la ejecución de la obra y finalmente de la emboscada militar?
–Primero en la experiencia del constructor, luego el factor sorpresa. En las guerras de posición era normal que el atacante sea quien construya túneles para ingresar al terreno defendido, pero no a la inversa, como fue en el fortín Gondra. Era algo inesperado y difícil de creer que el sitiado construya un túnel para ingresar al terreno del atacante.
VALOR ESTRATÉGICO
–¿Cuál era el valor estratégico de esa línea de fortines Pirizal, Zanjón y Gondra en la contienda?
–Los fortines guarnecían las escasas fuentes de agua de la región y también protegían la red de caminos. Al estar en una línea con otros fortines, actuaban como un todo. La caída de un fortín podía ser el punto de inflexión de una campaña, salvo una rápida acción del defensor, que debía replantear sus líneas para evitar ser copado y/o que sus posiciones siguientes caigan con efecto dominó.
–Posteriormente hubo un contraataque boliviano y la lucha se expandió en el tiempo. ¿Qué nos puede contar de esa resistencia?
–Con la acción del túnel, la toma paraguaya de la porción de terreno boliviana fue algo efímera, no pasó tiempo hasta que los bolivianos lograron juntar una fuerza superior adecuada para una ofensiva en el sector y tras presionar lograron desalojar a los paraguayos, pero las posiciones iniciales se sostuvieron y con el paso del tiempo las fuerzas paraguayas lograron realizar movimientos.
–¿Qué peso tuvo este episodio en el rumbo de la guerra?
–Con victorias estratégicas en otros puntos, la línea boliviana colapsó y se cambió la naturaleza de las operaciones, que pasaron de un frente físico a acciones de envolvimiento, mayormente favorables a las fuerzas paraguayas, que finalmente lograron desalojar al Ejército boliviano de la mayor parte del territorio en disputa. La acción del túnel de Gondra no tuvo un peso táctico ni estratégico directo, pero acrecentó la moral de la guarnición paraguaya, que pasó momentos críticos.
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Robert Kennedy Jr deja perpleja a la comunidad científica con anuncio sobre estudio de autismo
La comunidad científica se mueve entre la perplejidad y la inquietud tras el anuncio del secretario de Salud estadounidense, Robert Kennedy Jr, de un gran “estudio” que revelará en unos meses las “causas” de una “epidemia de autismo”.
RFK Jr explicó que estos trabajos de investigación con “centenares de científicos del mundo entero” revelarán “antes de septiembre” las causas de lo que denomina una “epidemia” de autismo.
Prometió también “eliminar” esas causas. Y aunque no lo precisa en su intervención, se refería a las vacunas, a las que acusa erróneamente de ser las responsables de esta enfermedad.
“Quien pretende resolver un problema tan complejo en cinco meses es un estafador”, dijo en X Neil Stone, especialista de enfermedades infecciosas en la University College Hospitals de Londres.
Para Hugo Peyre, psiquiatra infantil en el Centro Hospital Universitario (CHU) de Montpellier, Francia, las declaraciones del secretario de Salud estadounidense muestran “cierto desconocimiento de la literatura científica”.
El autismo, enfermedad compleja de amplio espectro, está muy estudiada y los médicos se preguntan desde hace tiempo sobre su origen.
Aunque no existe hasta el día de hoy una causa única identificada, se han propuesto varios factores como una neuroinflamación, la toma de algunos medicamentos como el antiepiléptico Depakine durante el embarazo o predisposiciones genéticas.
“Cerca de 200 genes fueron asociados al autismo y cerca del 80 % de los casos de autismo pueden estar relacionados con mutaciones genéticas”, dice Thomas Bourgeron, responsable de la unidad de genética humana y funciones cognitivas en el Instituto Pasteur.
El presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó hipótesis contrarias a los conocimientos científicos. “Es posible que sea necesario que dejemos de tomar algo, comer algo, o tal vez es una vacuna”, afirmó.
La oenegé estadounidense Autistic Self Advocacy Network, acusó al departamento de Salud de querer “producir investigaciones falsas y fraudulentas que apoyan las creencias preexistentes de Kennedy y Trump sobre la relación del autismo y las vacunas”.
Aumenta la “epidemia”
El presidente y su responsable de Salud han difundido ambos en varias ocasiones una teoría falsa que establece una relación entre la vacuna SRP (sarampión, rubeola y paperas) y el autismo.
Esta especulación surge de un estudio falseado por su autor Andrew Wakefield, que fue retirado y múltiples veces desmentido por trabajos posteriores.
Esto no impide que la desinformación sobre este tema inunde las redes sociales, como lo constatan los equipos de verificación de AFP, e incluso que sea difundida por dirigentes políticos.
Entre ellos, Robert Kennedy Jr, quien, pese al consenso científico, ordenó en marzo una nueva investigación sobre el tema en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), principal agencia sanitaria del país.
Uno de los argumentos principales retomados por quienes asumen esta teoría sin fundamento es que los casos de autismo aumentan. Según las cifras del CDC, la prevalencia pasó para los niños nacidos en 1992 de 1 de 150 a 1 de 36 para los nacidos en 2012.
Pero para los especialistas, de ninguna manera se debe hablar de “epidemia”. “Es importante hacer una distinción entre la prevalencia real, que corresponde al estado de salud de la población y que parece estable, y la prevalencia medida”, dice Bruno Peyre.
Aunque la prevalencia medida “aumenta de manera espectacular desde el inicio de los años 2000″, eso no quiere decir “que los niños estén más enfermos”, agregó. El incremento se explica sobre todo por la ampliación de los criterios de diagnóstico del autismo y un mejor conocimiento de los profesionales.
“Los criterios de diagnóstico cambiaron drásticamente en las últimas décadas, pues se toma más en cuenta en las últimas décadas a las personas sin deficiencia intelectual y hay una mejor detección entre las niñas”, añade Thomas Bourgeron.
“Los profesionales de la salud y las familias están mucho más atentos a los trastornos del espectro del autismo”, subraya por su parte Hugo Peyre.
Tras insistir en la necesidad de seguir con las investigaciones sobre el tema, especialmente sobre la comprensión de los factores de riesgo prenatal y perinatal, la psiquiatra infantil lamentó que “los factores señalados por Robert Kennedy Jr ya fueron descartados por la comunidad científica con estudios de muy buena calidad”.
Fuente: AFP