La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA (por sus siglas en inglés), publicará el jueves 14 de setiembre el informe completo del equipo de estudio independiente de fenómenos anómalos no identificados (UAP), que encargó en 2022, y realizará una conferencia de prensa, desde su sede en Washington, para discutir el origen y la naturaleza de los futuros UAP.
Los participantes en la sesión informativa serán Bill Nelson, administrador de la NASA; Nicola Fox, administradora asociada y titular de la Dirección de Misiones Científicas; Dan Evans, administrador adjunto de investigación; así como David Spergel, presidente de la Fundación Simons y presidente del equipo de estudio independiente de la UAP de la agencia norteamericana. El evento será transmitido en directo por las plataformas de la NASA.
La NASA define la UAP como observaciones de eventos en el cielo que no pueden identificarse como aviones o fenómenos naturales conocidos desde una perspectiva científica. Actualmente existe un número limitado de observaciones de alta calidad de UAP, lo que hace imposible sacar conclusiones científicas firmes sobre su naturaleza. El informe no es una revisión o evaluación de observaciones anteriores no identificables.
El equipo de estudio independiente de la UAP está formado por 16 expertos comunitarios de diversas áreas en asuntos relevantes para posibles métodos de estudio de fenómenos anómalos no identificados. La NASA encargó el estudio para examinar la UAP desde una perspectiva científica y crear una hoja de ruta sobre cómo utilizar los datos y las herramientas de la ciencia para hacer avanzar nuestra comprensión de la UAP.
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Seres desecados
El anuncio de la NASA coincidió con la sorpresiva presentación de dos presuntos cuerpos “no humanos” ante la Cámara de Diputados de México, este martes pasado, realizada por José Jaime Maussan, periodista y ufólogo mexicano, director de Tercer Milenio, durante la asamblea pública para la Regulación de Fenómenos Aéreos Anómalos no Identificados en México, transmitida en directo por plataformas oficiales del Legislativo mexicano.
“Aquí, hoy, vamos a presentar dos seres que fueron recuperados en Perú, en una mina de diatomea. Son cuerpos desecados, encontrados entre las ciudades de Palpa y de Nasca en 2017, que han sido investigados profundamente, tanto por investigadores periodistas como por científicos”, expresó Maussan, evocando al exoficial de inteligencia estadounidense David Grusch, que a fines de julio pasado declaró bajo juramento que Estados Unidos recuperó y oculta restos biológicos no humanos.
Maussan explicó que los cadáveres exhibidos, que ya eran famosas como “las momias de Nazca”, tendrían alrededor de mil años de antigüedad y que se fosilizaron por diatomeas, un tipo de algas que habría contribuido a que no tuvieran un proceso de descomposición. “No se trata de momias, si no de cuerpos íntegros”, puntualizó el ufólogo.
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A su turno, el periodista e investigador del fenómeno, Josh Mantilla, comentó que al menos 20 cadáveres que rotularon como “reptiles humanoides” fueron desenterrados de manera informal, hallados a fines de 2015, cerca de las famosas Líneas de Nazca, en el departamento de Ica, al sur del país andino.
“Son dos especies”, refirió Mantilla, mientras las placas mostraban que al menos tres cuerpos de 60 centímetros gestaban huevos antes de morir; que tienen solo tres dedos y cabezas alargados, así como se calcula que tienen desde 700 hasta 1.800 años de antigüedad. Se encontró también una momia de 1.70 metros y el ADN analizado no coincide con ninguna especie del planeta.
El ufólogo recordó que en la conferencia de prensa que realizaron en julio de 2017 en Lima para anunciar este hallazgo habían sido denunciados de fraude por reconocidos científicos y que, desde 2019, las pruebas fueron puestas en custodia en la Universidad Nacional San Luis Gonzaga (UNICA), ubicada en la ciudad de Ica (Perú), para dilucidar la polémica.