El hielo marino de la Antártida se redujo la semana pasada a su menor extensión en los 45 años de registro satelital, afirmaron el lunes investigadores estadounidenses. El Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Colorado en Boulder señaló que el hielo marino de la Antártida se redujo a 1,79 millones de kilómetros cuadrados el 21 de febrero.
Esta cifra superó en 136.000 kilómetros cuadrados el anterior mínimo histórico registrado en 2022. Los científicos del NSIDC subrayaron que la última cifra es preliminar, ya que aún es posible que se produzca más deshielo a finales de la estación, en tanto dijeron que publicarán una cifra definitiva sobre la extensión del hielo a principios de marzo.
El deshielo marino expone a las gruesas plataformas de hielo que sostienen la capa helada de la Antártida a las olas y a temperaturas más cálidas, aunque no tiene un impacto perceptible en el nivel del mar porque el hielo ya está en el océano. Sin embargo, la capa de hielo, un espeso glaciar de agua dulce que cubre la Antártida, es objeto de especial atención por parte de los científicos debido a que contiene suficiente agua para provocar, si se derrite, un aumento catastrófico en el nivel de los océanos.
Lea más: La Casa Blanca niega consenso sobre el origen del covid
“La respuesta de la Antártida al cambio climático ha sido diferente a la del Ártico”, afirmó Ted Scambos, investigador científico del Instituto Cooperativo para la Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES). “La tendencia a la baja del hielo marino puede ser una señal de que el calentamiento global finalmente está afectando al hielo flotante que rodea la Antártida, pero habrá que esperar varios años más para estar seguros de ello”, agregó.
El ciclo antártico sufre importantes variaciones anuales durante sus veranos de deshielo e inviernos de congelación, y el continente no ha experimentado el rápido deshielo de las últimas cuatro décadas que asola las capas heladas de Groenlandia y el Ártico debido al calentamiento global. Pero la elevada tasa de deshielo desde 2016 hace temer que se esté afianzando una importante tendencia a la baja. El deshielo marino es problemático porque contribuye a acelerar el calentamiento global.
Cuando el hielo marino blanco -que devuelve al espacio hasta el 90% de la energía solar- es sustituido por un mar oscuro y descongelado, el agua absorbe en cambio un porcentaje similar del calor del Sol. Mundialmente, el año pasado fue el quinto o sexto más cálido jamás registrado, a pesar del enfriamiento provocado por un patrón meteorológico natural de La Niña.
Lea también: EEUU y Canadá retiran TikTok de dispositivos gubernamentales
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Teresa Godoy presentó “Las pequeñas ambientalistas”
La periodista Teresa Godoy, versada en temas ecológicos, cuenta con un nuevo libro titulado “Las pequeñas ambientalistas”, que fue lanzado por la Editorial Rosalba en la reciente Feria Internacional del Libro de Asunción. Ilustrado por Adam y dirigido al público infantojuvenil, narra las experiencias del búho Lala y las tortugas Tina y Pacha, quienes reflexionan sobre la contaminación en Asunción y a lo largo del río Paraguay.
Con un lenguaje didáctico y accesible, el libro ofrece un mensaje claro: el futuro del planeta depende de la acción colectiva. Esta obra es una herramienta valiosa para docentes y una lectura esencial para jóvenes y adultos interesados en comprender mejor su papel en la protección del medioambiente. La edición cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec) y consta de 40 páginas.
Dice Blanca Nidia Fernández en el prólogo del libro: “Los cuatro relatos infantiles sobre temas ambientales constituyen un esfuerzo más de divulgación ecologista, tan necesario en este tiempo de extrema vulnerabilidad del planeta. Aquí, una sola interrogante como ejemplo: ¿Qué pasaría de nosotros, de los animales y de las plantas, sin el agua? Sin agua, no hay vida”.
Lea más: “Sonidos del Alma” rindió homenaje a la guarania en Berlín
Biografía de la autora
Nacida en Paraguay y nacionalizada argentina, Teresa Godoy es escritora, periodista, ambientalista y promotora de la lectura. Estudió Comunicación en la UNA y Didáctica Universitaria en Uninorte. Autora de los ensayos literarios La generación dispersa (2012), Se fueron todos (2016) e Itinerantes (2020); y de las obras infantiles El portón de las mascotas (2018), Escalera de amor más allá de las nubes (2021), Voces verdes (2022) y Las pequeñas ambientalistas (2025). Publicó, igualmente, en varias antologías y plataformas virtuales.
Integra la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), Escritoras Paraguayas Asociadas (EPA), el PEN Club Paraguay y el Club de Libros Paraguay. Fue asistente del desaparecido escritor y periodista argentino Héctor Germán Oesterheld, autor de El Eternauta, entre otros numerosos títulos de historieta y otros géneros.
Dejanos tu comentario
Copernicus registró el segundo mayo más caluroso de la historia
- París, Francia. AFP.
El calor se mantuvo como la nueva norma en el mundo durante el mes de mayo, tanto en tierra como en los mares, muchos de los cuales siguen experimentando temperaturas “inusualmente elevadas” como desde hace más de dos años. Aunque ha vuelto a situarse por debajo del umbral de 1,5° C de calentamiento respecto a la era preindustrial, el mes pasado fue el segundo mayo más caluroso de la historia, justo detrás de mayo de 2024, según el observatorio europeo Copernicus.
Estuvo marcado por una temperatura media de 15,79° C, es decir, 0,12° C más fresco que el récord registrado hace un año, pero ligeramente más cálido que mayo de 2020, que ocupa el tercer lugar. Lo mismo para los océanos: con 20,79° C en superficie, el mes también fue el segundo más cálido de la historia reciente, solo detrás de mayo de 2024.
Pero estas temperaturas se mantuvieron “inusualmente altas” en muchas mares o cuencas oceánicas, observa Copernicus. “Grandes zonas en el noreste del Atlántico Norte, que han sufrido olas de calor marinas, registraron temperaturas superficiales récord para el mes. La mayor parte del mar Mediterráneo estaba mucho más cálida que la media”, señalan los expertos.
Lea más: Le Mans: 70 años de la tragedia que registró 82 fallecidos
La salud de los océanos está en el centro de la tercera Conferencia de Naciones Unidas dedicada a ellos (UNOC), que tiene lugar actualmente en Niza. Los episodios de olas de calor marinas pueden provocar migraciones y episodios de mortalidad masiva de especies, degradar los ecosistemas, pero también reducir la capacidad de las capas oceánicas para mezclarse entre el fondo y la superficie, dificultando así la distribución de los nutrientes.
Los océanos, que cubren el 70 % de la superficie del globo, actúan también como un regulador del clima terrestre. Aguas más cálidas provocan huracanes y tormentas más violentas, con su cortejo de destrucción e inundaciones.
Copernicus señala que la primavera fue muy contrastada en Europa en términos de lluvias.
“Algunas partes de Europa han experimentado sus niveles más bajos de precipitaciones y humedad del suelo desde al menos 1979”, indican los expertos.
La primavera batió varios récords climáticos en Reino Unido, y una sequía no vista en décadas también ha afectado desde hace varias semanas a Dinamarca y Países Bajos, lo que hace temer por los rendimientos agrícolas y las reservas de agua.
Lea también: Redes sociales alimentan problemas de salud mental en adolescentes
“Breve respiro”
El mes pasado se registró 1,40° C por encima del promedio de los años 1850-1900, que corresponden a la era preindustrial, antes de que el uso masivo de energías fósiles calentara de manera duradera el clima.
“Mayo de 2025 interrumpe una larga secuencia inédita de meses superiores a 1,5° C” de calentamiento, subraya Carlo Buontempo, director del servicio de cambio climático de Copernicus (C3S).
Esa cifra es un umbral simbólico, pactado en el Acuerdo de París contra el cambio climático.
“Esto quizá ofrezca un breve respiro para el planeta, pero se espera que el umbral de 1,5° C vuelva a superarse en un futuro cercano debido al calentamiento continuo del sistema climático”, destacó.
En un periodo de doce meses (junio de 2024-mayo de 2025), el calentamiento alcanza 1,57° C respecto a la era preindustrial.
Sin embargo, las temperaturas mencionadas en el histórico acuerdo de 2015 se entienden sobre períodos largos, normalmente como promedio en 20 años, lo que permite suavizar la variabilidad natural de un año a otro.
Los científicos consideran que el clima actual se ha calentado al menos 1,3° C de media.
Los científicos subrayan la importancia de contener lo más posible el calentamiento global, ya que cada fracción de grado adicional implica más riesgos como olas de calor o la destrucción de la vida marina. Limitar el calentamiento a 1,5° C en lugar de 2° C permitiría así limitar significativamente sus consecuencias más catastróficas, según el IPCC.
El hielo se derritió más rápido
El hielo se derritió 17 veces más rápido que la media histórica entre el 15 y el 21 de mayo en Groenlandia, como consecuencia de una ola de calor récord que también afectó a Islandia, advirtió el miércoles la red científica World Weather Attribution (WWA). “La contribución del deshielo de Groenlandia a la subida del nivel del mar es mayor de lo que habría sido sin esta ola de calor”, destacó en rueda de prensa Friederike Otto, profesora de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres.
En Islandia, la temperatura superó los 26 ºC el 15 de mayo, algo nunca visto en esta isla situada en el borde del Ártico. “Las temperaturas observadas en Islandia en mayo batieron todos los récords, superando en más de 13 ºC la media de las temperaturas máximas diarias de mayo para el periodo 1991-2020”, señaló WWA en un comunicado.
En el mes de mayo, 94 % de las estaciones registraron nuevos récords de temperatura, según el instituto meteorológico local. “Sin cambio climático, esto habría sido imposible”, afirmó Otto. En el este de Groenlandia, el día más caluroso registró un aumento de la temperatura de unos 3,9 ºC respecto al clima preindustrial, indicó WWA.
“Una ola de calor de unos 20 ºC no parece un evento extremo para la mayoría de la gente, pero es un problema realmente importante para esta región (...) y esto afecta masivamente a todo el mundo”, insistió la investigadora. El Ártico se calienta cuatro veces más rápido que el resto del mundo, según la revista científica “Nature”.
Para las comunidades indígenas de Groenlandia, el aumento de las temperaturas y el deshielo suponen un cambio en las condiciones tradicionales de caza y repercuten en las infraestructuras. “En Groenlandia e Islandia, las infraestructuras están diseñadas para resistir el frío, lo que significa que, cuando hace calor, el deshielo puede provocar inundaciones y dañar carreteras e infraestructuras”, señaló la red científica.
Dejanos tu comentario
Hidrólogo paraguayo simula con éxito 30 años del curso del río Paraná con supercomputadora de la NASA
Por Lourdes Torres – Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Invitado por John Bolten, jefe del Laboratorio de Ciencias Hidrológicas de la NASA, el ingeniero Eduardo Dose Martínez, oriundo de Hohenau, Itapúa, se encuentra desde inicio de año en la NASA Goddard, centro neurálgico de la NASA para la ciencia climática, satelital y de la Tierra, ubicado en Greenbelt, Estados Unidos, estudiando el comportamiento del río Paraná. Logró simular con éxito 30 años de caudales del cauce hídrico mediante el uso de Discover, la supercomputadora de la NASA.
El hidrólogo paraguayo explicó en una charla con La Nación / Nación Media que es funcionario del sector de Hidrología de la Central Hidroeléctrica Yacyretá. Su labor consiste en estudiar los datos del río Paraná para la gestión del embalse, como el pronóstico de caudales, el pronóstico climático, la evaluación de riesgos de inundación y el análisis de factores como los fenómenos de El Niño y La Niña. Todo ello en función de la generación de energía hidroeléctrica y la prevención de riesgos.
Indicó que desde su llegada a la NASA en febrero de este año, ha tenido acceso a herramientas satelitales que permiten utilizar datos obtenidos por misiones en órbita relacionados con la precipitación, el uso del suelo y parámetros físicos en general. Gracias a ello, esperan continuar la investigación para generar pronósticos de caudales más precisos, permitiendo entender cómo responde el río a la lluvia, al uso del suelo y al clima.
“En la NASA tienen lo que llaman una constelación de satélites alrededor del planeta que están permanentemente recolectando datos climáticos, del suelo y del océano. Con esa impresionante gama de información logramos simular el río Paraná utilizando su modelo Land Information System (LIS) y datos satelitales, abarcando un periodo de 30 años. Esto contribuirá en Yacyretá a mejorar la previsión de caudales y la gestión de riesgos de inundación”, explicó.
Proyecciones a futuro
Mencionó que en el contexto medioambiental, también será posible evaluar cómo el cambio climático podría afectar la generación de energía eléctrica debido a una eventual escasez de agua. Gracias a las autorizaciones correspondientes, obtuvo acceso a Discover, lo cual le permite realizar simulaciones del río Paraná a gran escala.
“Estoy utilizando un modelo informático llamado LIS (Land Information System). Es un simulador de diversos procesos naturales; uno de ellos es el ciclo del agua. Para simular un río necesito saber cuánto llueve, dónde llueve, qué uso del suelo hay en ese lugar —qué porcentaje corresponde a bosque, agricultura, zonas urbanas o humedales—, además de variables como la evapotranspiración, el viento, la humedad y la radiación solar. Todos estos elementos determinan cuánta agua corre por un río, cuánto se evapora y cuánto infiltra hacia los acuíferos”, detalló.
Dose señaló que luego de meses de trabajo, la semana pasada logró simular con éxito el comportamiento del río Paraná desde 1991 hasta 2025, con resultados muy satisfactorios. Esto fue posible gracias a la existencia de satélites de la NASA con la resolución adecuada desde ese mismo período.
Evaluación con distintos satélites
“El trabajo que ahora estamos iniciando es el de comparar distintos satélites. Hay varios que miden la lluvia a escala global. Yo utilicé uno y obtuve los resultados que tenemos hoy. Vamos a comenzar a probar otros, como IMERGE, CHIRPS, MERRA2, entre otros, para identificar cuál se ajusta mejor al comportamiento del río Paraná. Esto nos permitirá comparar con los datos reales de caudal medidos en Yacyretá”, explicó Dose.
Agregó que trabajar con estos datos abre la posibilidad de mejorar los modelos de pronóstico y, con ellos, prever con mayor certeza las precipitaciones y el caudal del río, elementos clave para la planificación energética.
“Los satélites son progresivamente más avanzados, con sensores más especializados que nos ofrecen datos validados científicamente. Esto permitirá pronosticar cuánta agua irá al río, identificar zonas propensas a inundaciones y preparar mejor a la población. En el caso de una hidroeléctrica, también permite estimar la generación de energía”, explicó.
Simulación del cambio climático
No obstante, aclaró que aún es muy temprano para establecer parámetros relacionados con el cambio climático, ya que por ahora el equipo está centrado en calibrar el modelo para generar pronósticos de caudal a corto plazo. Sin embargo, reconoció que es un tema interesante a abordar más adelante.
Mencionó también que están tomando como referencia un estudio reciente de la Universidad de Alabama, que muestra una bajante significativa en el caudal promedio de grandes ríos, incluido el Paraná, durante los últimos 30 años.
“Ahora nos estamos enfocando en el pronóstico de caudales del río a corto plazo. Estamos probando distintos satélites que miden la precipitación para mejorar la simulación. Cuando identifiquemos el más adecuado, podremos basarnos en sus datos para pronosticar el caudal. Solo entonces podré responder con certeza sobre la viabilidad de una simulación de cambio climático”, acotó.
Ciencia al servicio de la región
El hidrólogo destacó que estos meses de trabajo representaron una experiencia única, tanto por las herramientas como por el nivel profesional de los equipos de la NASA. Expresó su deseo de que los resultados del proyecto puedan ser útiles para Paraguay y para toda la región.
“Hasta ahora, los resultados son alentadores. Estamos en el camino de seguir ajustando y mejorando, con el objetivo de ofrecer un producto útil. Considerando que la NASA busca abrir sus datos a todos los países que deseen utilizarlos, para nuestro país es clave poder contar con información que nos ayude a gestionar mejor nuestros recursos hídricos —los ríos, los acuíferos, el clima—”, concluyó.
Cooperación interinstitucional de alto nivel
El desarrollo del proyecto de investigación sobre el río Paraná en el Centro Goddard de la NASA fue posible gracias a una articulación interinstitucional de alto nivel. El grupo ISAT, conformado por la NASA, la Universidad de Virginia (UVa) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. (USACE), junto con el financiamiento parcial del Departamento de Estado de los Estados Unidos, conformó el núcleo técnico y científico de esta iniciativa.
La gestión administrativa y la intermediación de fondos fueron asumidas por el Programa Agua de las Américas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que actuó como puente fundamental para viabilizar la cooperación internacional.
Por su parte, la Entidad Binacional Yacyretá recibió formalmente la convocatoria y solicitud de autorización por parte de la NASA, y autorizó la participación del profesional involucrado mediante resolución del Comité Ejecutivo Binacional, con la aprobación de ambos directores —paraguayo y argentino— y el pleno respaldo institucional para facilitar su incorporación al equipo de investigación.
Debido a los buenos resultados ya obtenidos, se ha agendado una presentación final el 7 de julio en el auditorio principal de la NASA, donde se compartieron los avances del proyecto. Para esta ocasión se cursaron invitaciones a autoridades representativas de las instituciones involucradas, así como a representantes consulares de Paraguay y Argentina, entre otros.
Dejanos tu comentario
Cerro Kõi: monumento natural que conserva una joya geológica
- Jimmi Peralta
- Fotos: Jorge Jara
A menos de 30 km de Asunción se erige el monumento natural cerro Kõi y cerro Chororî, en pleno acceso a la ciudad de Areguá. Tras la suspensión de las actividades extractivas, fue declarado santuario natural para la conservación y protección de especies silvestres y de los remanentes de las areniscas columnares que constituyen su geología.
El área silvestre protegida de dominio del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) incluye en su extensión a los cerros Kõi y Chororî, que desde el 23 de junio de 1993, por ley 179, ostentan la condición de monumentos naturales por sus características geológicas y su biodiversidad.
La zona protegida tiene una extensión de 17 hectáreas y está dividida en dos bloques: el primero incluye las elevaciones del Kõi, que es de 12 hectáreas, en tanto que la otra parcela se extiende por cinco hectáreas e incluye el Chororî.
“En un mes vienen más de 1.000 personas aquí en promedio. Hay gente que viene por ejemplo solamente para subirse al cerro, a hacer alpinismo, subirse a mirar, pero hay también gente, la mayoría, que está interesada en apreciar lo que es la formación geológica”, comenta el guardaparque Adrián Chaparro, quien desde hace dos años presta servicio en el territorio protegido.
“El cerro Kõi es un sitio de interés científico, ya que presenta formaciones geológicas relativamente raras. Se caracterizan por columnas poligonales que se crean a través de procesos geológicos específicos y por el tipo de roca en donde se forman estas estructuras”, explica el geólogo Hugo Ayala, quien desarrolla una actividad investigativa y divulgativa respecto a lo que se conoce como geositios, abordando también la perspectiva turística.
ACTIVIDAD EXTRACTIVA
Ambos cerros corrieron igual suerte que elevaciones como el cerro Ñemby y otros que por su cercanía a pueblos que se estaban densificando velozmente fueron explotados como canteras. En 1991 se determinó el fin de la actividad extractiva, lo que recién fue efectivizado años después.
“Se ha constatado la afectación en gran parte del predio del monumento y hay riesgo de pérdida de cobertura vegetal en áreas de pendiente pronunciada. Así también, las columnas de areniscas en algunas partes están en deterioro por la explotación que ha sufrido décadas atrás”, explica Ayala.
El área silvestre presenta en sus cerros un tipo de piedra que por la particularidad de su forma y composición convoca a turistas y especialistas de distintas partes del mundo. Lamentablemente, también la flora y fauna autóctonas fueron afectadas por los incendios forestales. “Por un lado, se deja que la naturaleza haga su trabajo de restauración y, por otro lado, nosotros también solemos plantar arbolitos, así como estudiantes y después a nosotros nos toca el cuidado y el mantenimiento”, señaló el guardaparques.
GEOFORMA
Esta formación geológica data del Paleoceno, el primer periodo de la era Cenozoica (66 a 56 millones de años). El tipo de material que se encuentra en el lugar se forma por causa del contacto con intrusiones ígneas en formas de diques de la provincia alcalina de Asunción.
“La roca de estos cerros es roca sedimentaria, específicamente una arenisca, que por un impulso térmico adoptó esa forma denominada columnar. Poseen un patrón de forma hexagonal en su fracturación. Esa forma es una respuesta natural a las tensiones internas que se desarrollan durante procesos de enfriamiento y la contracción por la cual un material disminuye su volumen como respuesta a cambios, típicamente debido a la reducción de temperatura o la pérdida de agua”, refiere el geólogo.
El profesional observó que la formación de este tipo de estructuras es frecuente en los basaltos, pero no así, como en Areguá, en rocas sedimentarias.
“En nuestro país este tipo de estructuras se han reportado en el entorno del rift de Asunción (distensión de la corteza), en Luque, Limpio; en los departamentos de Guairá, Misiones y en algunos lugares restringidos en la cordillera de los Altos. Además, se reporta un hallazgo en la ciudad de Carapeguá”, agrega.
Si bien no existe un mapeo completo en el país en lo que respecta a lo geológico, se vienen elaborando proyectos para cumplir con ese cometido. En este sentido, profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) realizan estudios para la caracterización de materiales rocosos tomando en cuenta el color, la textura, el tamaño del grano y su forma (propiedades físicas). Además, se pueden levantar láminas delgadas y estudiarlas mineralógicamente.
EL RECORRIDO
Por la escasez de estas formaciones y por la particularidad de su estructura, los cerros Kõi y Chororî son novedosos y muy atractivos desde el punto de vista turístico.
El área protegida ofrece a los visitantes un recorrido de 1,5 km, en el que se incluyen paradas y una visita al mirador en la cima del cerro Kõi (200 metros sobre el nivel del mar), desde donde se puede observar la ciudad de Areguá y el lago Ypacaraí. Además, se puede realizar un paseo más extenso en el área respetando las vallas de seguridad.
“Lo que más llama la atención de los visitantes, aparte de ver la estructura accidentada de la superficie, es el mirador, desde donde se puede observar una gran parte del lago Ypacaraí”, explica el geólogo.
En el marco de su labor divulgativa, desde la Facen desarrollan una plataforma web que da a conocer actividades, características y paisajes bajo el nombre de Geoparques Paraguay. Además, acompañan a estudiantes a recorridos por diversos cerros, de manera de proveer información y generar conciencia respecto al potencial geológico del país.
Además, el área protegida mantiene su portón abierto a visitantes de manera libre y gratuita, disponiendo de una visita guiada para grupos numerosos con previo agendamiento.
PLATA YVYGUY
El guardaparque Adrián Chaparro comentó, en tanto brindaba una explicación sobre el sentido de cada una de las paradas que sirven de preámbulo para llegar al mirador, que la tradición de los buscadores de tesoros no es ajena a este territorio protegido.
“A veces recibimos visitantes que son tipo buscadores de tesoros. Vienen acá en la recepción con sus aparatos de medición, dicen ‘acá a 500 metros nos marca’ y preguntan si se puede pasar. Eso obviamente está prohibido en un área protegida”, advirtió.
Por último, detalló que existen rastros de lo que podrían haber sido excavaciones que fueron motivadas por leyendas populares.
“Esta reserva tiene un plan de manejo que se actualiza cada cinco años. Según el plan de manejo y los estudios realizados en este lugar, estas piedras tienen hierro, tienen cuarzo, micas, silicio, que son los minerales que posiblemente marcan a los buscadores de tesoros”, concluyó.