Desde hace un par de días, fotos íntimas de dos personas empezaron a circular por grupos de Whatsapp, Twitter y Facebook alimentando el morbo de la gente en las redes sociales. ¿Existe una ley que proteja a las personas para no ser víctimas de este tipo de invasiones a la intimidad? ¿Cuáles son los mecanismos para evitar que nuestros datos personales puedan caer en manos de otras personas? La Nación recoge el testimonio de una víctima y también las palabras de una especialista en ciberseguridad. Solamente, el año pasado, hubo 600 denuncias por delitos informáticos en la Fiscalía.

  • Por Aldo Benítez – aldo.benitez@gruponacion.com.py / @aldo_be

A mediados de marzo de este año, Marcos Viveros Balletbo, de 30 años, sufrió el robo de su aparato celular. Marcos venía trabajando desde hace un tiempo cocinando asados y compartiendo las imágenes con sus seguidores. Cada viernes, cerca del mediodía, empezaba a "inundar" Twitter con sus tuits mostrando lo que estaba cocinando con vídeos y fotos, lo que había convertido a su cuenta (@marquito_vyro) en un usuario muy querido y a la vez odiado en esa red social.

"Yo venía mostrando lo que cocinaba y entendí que lo único que me faltaba era hacer de eso un negocio. Fue así que nació La Parrilla de Marquitos" dice a la Nación, Marcos. En apenas meses, ganó miles de fans que empezaron a seguirlo a través de sus cuentas de Twitter, Facebook e Instagram. La parrilla ya era una realidad.

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La página de Facebook de “La Parrilla de Marquitos”, ya preparado para eliminarse.

Tras el robo de su celular, Marco adquirió otro equipo y mantuvo todas las contraseñas de sus cuentas de redes sociales. "Yo no tenía bien protegidas mis cuentas. Primero, por ignorancia en esta área, y segundo, jamás pensé que a alguien pudiera interesarle saber qué tengo yo en mi vida privada" relata Marcos.

Al día siguiente del robo de su celular, empezaron a surgir los problemas para Marcos. "Ese mismo día empezaron a caer mis cuentas. Una persona tuvo acceso a mi gmail, reemplazó todos mis datos de recuperación y así pudo acceder a mi Facebook, a mi Twitter. En fin, a todas mis redes" explica. Sin embargo, Marcos dice estar seguro de que la persona que le robó el celular no es la que invadió su privacidad. Cree que ese suceso fue aprovechado para atacarlo de esta manera, buscando perjudicarlo.

Desde mediados de marzo, la cuenta @marquito_vyro empezó a publicar en Twitter conversaciones privadas de Marcos con otras personas, además de fotos personales. A pesar de que la cuenta ya fue reportada por muchos usuarios, Twitter todavía mantiene activa.

Todas las plataformas virtuales eran las herramientas más importantes que tenía Marcos de promocionar su trabajo. El perjuicio para él fue enorme. "Perdí mi cuenta de Instagram, donde ya tenía 21.000 fans. Cuando pude recuperar las otras, vi que ya había pedido de dar de baja mi página en Facebook. La cuenta de Twitter jamás recuperé. Tuve que crear otro usuario desde donde nuevamente estoy empezando" expresa.

Marcos igualmente hizo la denuncia sobre la invasión a su privacidad en la fiscalía de Delitos Informáticos, donde el caso está siendo investigado. Marcos volvió nuevamente a Twitter con @marquitos_vyro2, desde donde otra vez se hizo ganar el amor-odio de la gente con sus vídeos y fotos, pero el daño que sufrió ya es irreparable.

Comportamiento social de la persona

Maricarmen Sequera, especialista en seguridad y derechos digitales, habla con La Nación sobre este tema. Para Maricarmen, el punto principal es entender que el derecho a la privacidad de una persona es publicar o dar a conocer solo aquello que la persona quiere. "Siempre que se filtran fotos de una persona conocida, se escucha eso de que "pero ella es famosa", vive de eso" pero la privacidad es de ella, y si esa persona no publica, nadie puede romper esa intimidad y publicar cosas privadas" dice.

Justamente, una de las personas que aparece como víctima de la publicación de sus fotos privadas es una presentadora de Televisión local y modelo. Lo que explica Maricarmen es bien concreto; sólo ella tiene derecho -como cualquier otra persona- a publicar su imagen como quiera y en las plataformas que ella desee.

Sequera dice que actualmente no existe una ley de protección de datos personales en Paraguay. Esto obedece a que generalmente, este tipo de normativas obedecen a un campo más trasnacional, pero que de igual manera, no se tiene una regulación en nuestro país actualmente. Sin embargo, en el código penal paraguayo está tipificada la protección de intimidad de imagen y privacidad de las personas, en cualquier forma. Pero en lo que se re refiere a la ciberseguridad (seguridad de tecnologías de la información) todavía es un campo con muchas aristas pendientes.

Sequera habla de que la ciberseguridad abarca desde casos en donde se puede poner en juego la soberanía de un país -con ataques masivos a los sistemas de seguridad- hasta la filtración de fotos de ciudadanos de a pie. "Se trata, por supuesto, también de un tipo de violencia a la que se expone la ciudadanía" dice.

Sequera es directora ejecutiva de TEDIC, una organización que viene trabajando en Paraguay defendiendo y promoviendo los derechos civiles en internet, lo que implica dar a conocer medidas de seguridad para estar más tranquilos en cuanto a la privacidad en la web. Para lograr eso, hacen cursos y talleres de capacitación con diferentes sectores de la sociedad civil.

Sequera señala que una de las medidas básicas para cuentas más seguras es tener contraseñas largas y no repetirlas. Claro que tener una contraseña para cada red social parece como algo muy tedioso, por eso, otra recomendación es bajar la aplicación "keypassx" que sirve para ir cargando cada una de las contraseñas. La aplicación se encarga después de ir descifrando cada contraseña. Claro, para poder acceder a esta "llave" hay que contar con una clave maestra. Igualmente, se puede ir cifrando los dispositivos, principalmente los celulares, para lograr el bloqueo automático en caso de robo o de perder el aparato. Lo importante en estos casos es contar siempre con la ayuda de un informático para hacer estas gestiones. Sequera insiste en tener todas las aplicaciones actualizadas, dado que esto ayuda a tener un mayor nivel de protección.

Para Sequera, el tipo de violencia que se genera cuando otra gente acceden a nuestras cuentas privadas es grave. "Uno tiene acceso al comportamiento social de la persona. Sabe con quién habla, con quién sale, a qué hora, todo. Esa invasión a la privacidad es además peligrosa" expresa la especialista.

281 denuncias

En lo que del año, la Fiscalía contra Delitos Informáticos recibió un total de 281 denuncias, informan desde esta oficina a La Nación. Rosana Rodas, encargada de recepción de las denuncias, indica que gran parte de las mismas obedece a casos de acceso indebido de terceras personas a cuentas privadas, ya sea redes sociales, bancarias, correos electrónicos, etc.

Este departamento del Ministerio público cuenta con dos fiscales especializados; Irma Llano y Aldo Cantero, además de una fiscala Adjunta, Maria Teresa Aguirre. El año pasado, esta Unidad fiscal recibió 691 denuncias que se tipificaron como delitos informáticos. "Casi todos los casos obedecen a acceso indebido a cuentas, adulteración de datos privados" señala Rodas.

Las denuncias que toma el Ministerio Público vienen desde la Policía especializada así como también de civiles que llegan hasta el departamento fiscal para hacer las acusaciones.

Más seguridad

Debido a las constantes denuncias contra el "hackeo" o la filtración de datos personales que sufren desde personas famosas hasta el ciudadano común, las redes sociales -principalmente Twitter y Facebook- están actualizando constantemente sus sistemas de seguridad. Existen varias maneras de tratar de darle mayor protección a las cuentas de redes sociales, como la doble verificación al inicio de sesión entre otros.

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