Por: Adelaida Alcaraz
Reconocen su potencial como hub tecnológico regional
Paraguay, ejemplo ante la transición energética
En un mundo en el que las crisis energéticas son una constante, nuestro país se destaca en innovar su potencial energético y plantea al menos tres fuentes para diversificar su capacidad de generación con energía solar, 22 pequeñas hidroeléctricas y gas natural. Así lo anticipó la doctora en política energética Cecilia Llamosas.
La investigadora y doc2tora en política energética, Cecilia Llamosas, habla del trabajo que se desarrolla actualmente y remarca lo expresado por el secretario de Estado Marco Rubio, quien reconoció en el Parlamento de EE. UU. el valor geoestratégico de Paraguay como proveedor de energía limpia y como potencial hub tecnológico regional.
¿Cuál es el estado actual de la matriz energética en Paraguay?
Antes que nada, la matriz energética es como una fotografía de todos los recursos que utiliza un país para abastecer de energía a su población. La matriz energética del Paraguay está dominada por la biomasa (leña, carbón, entre otros) y derivados de petróleo (100 % importados), y en tercer lugar se encuentra la electricidad.
Si hacemos un zoom en la electricidad, nos encontramos con la matriz eléctrica. Paraguay tiene una de las matrices eléctricas más limpias del mundo: más del 99 % de su generación proviene de fuentes hidroeléctricas -Itaipú, Yacyretá y Acaray-. Sin embargo, esta fortaleza también es una vulnerabilidad. El sistema depende exclusivamente de represas, sin diversificación. Es más, dependen del mismo río, el Paraná. A esto, hay que sumar el crecimiento vertiginoso de la demanda de energía eléctrica en el país. Solo en 2024 aumentó un 18,4 %, triplicando el promedio histórico.
¿Cuáles son las oportunidades más urgentes y visibles para diversificar nuestra matriz energética?
La energía solar tiene un potencial enorme en el país, especialmente en el Chaco y zonas rurales, donde ya hay más de 15 proyectos planificados por la ANDE. Además, se anunció recientemente que el conjunto de 22 pequeñas centrales hidroeléctricas es una prioridad para este gobierno. Finalmente, también se habla hoy en día del potencial aprovechamiento de gas natural como fuente de generación de energía eléctrica. Estos son solo tres de los recursos más visibles identificados recientemente en los debates técnicos y la opinión especializada. También existen oportunidades en biomasa, biogás, y sistemas híbridos.
¿Qué rol deberían jugar las energías renovables no hidroeléctricas como la solar o la biomasa en los próximos 10 años?
La energía solar es una de las tecnologías con mayor dinamismo a nivel global, tanto porque cada vez tiene menores costos (su costo bajó en alrededor del 80 % en la última década), porque es de relativa rápida implementación (algunos grandes proyectos pueden completarse en 12-18 meses), son modulares (es decir pueden adaptarse a escalas domiciliarias, pero también a escalas de cientos de MW).
En Paraguay, es quizá una de las tecnologías más estratégicas para asegurar el futuro de nuestro sector. La energía solar tiene una alta complementariedad con las grandes hidroeléctricas, y teniendo un país con excelente radiación, tenemos capacidades óptimas para implementar soluciones con esta tecnología. Según las proyecciones de la ANDE, a partir de 2027, se prevé una incorporación significativa de capacidad instalada de energía solar fotovoltaica y también de baterías de respaldo. Este año se prevé el lanzamiento de la primera licitación de un Parque Solar Fotovoltaico de cerca de 140 MW.
¿Qué necesita Paraguay para acelerar la adopción de energía solar en hogares, empresas o zonas rurales?
Primero, reglas claras, sobre todo en lo que hace a incentivos y a las tarifas. Segundo, financiamiento. Muchos proyectos están planificados, pero no ejecutados por falta de recursos. Y tercero, pero definitivamente no menos importante, voluntad política y agilidad. Actualmente está en estudio una reestructuración normativa de la ley de Energías Renovables no Convencionales, y esa reestructuración debe ser estudiada y aprobada en la brevedad para dotar de más certeza y hacer las inversiones más atractivas.
¿Tenemos el marco normativo adecuado para atraer inversiones en energías renovables?
Como mencioné, actualmente está en estudio la modificación de la ley de energías renovables no convencionales. Primero esa modificación tiene que aprobarse, y luego se debe reglamentar rápidamente para hacer operativo el régimen de la ley. Con eso se va a conseguir implementar mecanismos claros y atractivos para inversores. Además de eso, debe haber un ajuste a la forma en la que se establece la tarifa eléctrica, hoy en día está desfasada, y desalienta el ingreso del sector privado. Paraguay debe alinear su marco tarifario con su estrategia de desarrollo.
¿Hay experiencias exitosas en otros países de la región que podríamos adaptar?
Sí, se me ocurre un caso de los más emblemáticos, que es el caso de Uruguay que, con una estructura institucional similar, y un mercado incluso más pequeño, transformó su matriz energética tras una crisis en 2008. En menos de una década pasó de depender de fósiles a tener casi el 100 % de electricidad renovable, diversificando con eólica y solar principalmente. Incluso pasó de ser importador neto a exportar su energía a Brasil
¿Cómo puede la investigación académica o científica ayudar a este proceso?
La academia viene colaborando activamente con distintos organismos, proveyendo asistencia técnica al VMME, colaborando siempre con la ANDE, y apoyando al MIC. Pero es fundamental fortalecer la vinculación entre la universidad, los centros de investigación científica y la industria. La investigación aplicada en diferentes ámbitos como eficiencia energética o generación distribuida puede generar soluciones locales.
¿Qué oportunidades hay para invertir en renovables en Paraguay?
Hoy en Paraguay existen muchas oportunidades concretas para emprender o invertir en energías renovables no convencionales, especialmente en solar fotovoltaica. Hoy hay mercado, y ese mercado solamente va a crecer. Eso se ve muy claramente en el aumento de oferta de proveedores de sistemas solares fotovoltaicos, incluyendo kits residenciales, soluciones para industrias y comercios. Por otra parte, el hecho de que actualmente ya haya parques solares instalados, como los del Chaco, que suman cerca de 6 MW, y varios otros de pequeño porte diseminados por el país, hacen que también se puedan aprovechar las cadenas de suministro domésticas y la experiencia que antes no había.
La demanda por sistemas de energía solar fotovoltaica crece también en sectores industriales y comerciales que buscan reducir sus costos de electricidad o bien tener respaldo ante eventos de cortes de energía. También hay un mercado en zonas rurales y sobre todo fuera de red, como demuestran casos como el de Puerto Nueva Esperanza, planta inaugurada recientemente por la ANDE.
¿Cómo puede Paraguay aprovechar su relación con países como Taiwán, Alemania o EE. UU. en esta agenda?
Desde mi punto de vista, Paraguay tiene hoy una oportunidad estratégica para posicionarse como aliado en la transición energética y digital global. La mención del Secretario de Estado, Marco Rubio en el Senado de EE. UU recientemente., destacando al país como destino para centros de datos de inteligencia artificial, tiene que entenderse como más que un gesto político. Es un reconocimiento del valor geoestratégico de Paraguay como proveedor de energía limpia y como potencial hub tecnológico regional.
Entonces, partiendo de que existe un interés político, esto puede facilitar la llegada de capital privado, especialmente en sectores como infraestructura digital y almacenamiento energético. Con Taiwán, hay espacio para cooperación tecnológica e intercambio de conocimiento, siendo Taiwán también un jugador fundamental en cadenas de valor globales de la economía digital. Y con la Unión Europea en particular, que también prioriza inversiones en el sector energético y digital, se abre una vía concreta con la estrategia Global Gateway, que prioriza inversiones sostenibles en países socios.
De hecho, este mes es el Foro de Inversiones Unión Europea–Paraguay 2025, donde va a haber un panel específico sobre energías renovables. Se espera que sea un espacio para conectar proyectos concretos con financiamiento europeo en sectores como energía, digitalización, transporte e investigación.
A mi entender, para capitalizar este momento, Paraguay debe avanzar en tres frentes: Primero, continuar con la política frontal de atracción de inversiones que está siendo impulsada desde el MIC y el VMME; segundo, apuntar a mayor previsibilidad regulatoria (especialmente en tarifas y condiciones de abastecimiento de energía), pero también planificación de infraestructura habilitante para la economía digital. Tercero, ser ágil y proactivo en la articulación de alianzas público-privadas, y sobre todo receptivos a este tipo de esquemas.
Hoy el interés está; el reto es transformar el capital de la atención internacional en condiciones reales para atraer inversiones de alto impacto para el sector.