Hidrovía: “Se está llegando a un extremo intolerable”, advierte Castaing
El analista político y experto internacional Mario Paz Castaing dijo que las medidas diplomáticas por parte de los países afectados por el cobro ilegal del peaje fluvial impuesto por la Argentina deben ser tomadas con mayor fuerza, razón por la cual sostiene que el gobierno paraguayo debe impulsar una denuncia concreta ante el Tribunal Permanente de Revisión del Mercado Común del Sur (Mercosur).
“Se está llegando a un extremo intolerable. Lo que quedan son medidas de retaliación y yo creo que se debe proceder a eso, se debe hacer una denuncia concreta ante los tribunales internacionales del propio Mercosur, las medidas diplomáticas, jurídicas y económicas se deben empezar a tomar con más fuerza”, expresó.
Covax: Paraguay no descarta recurrir al arbitraje internacional para zanjar chantaje
El procurador general de la República, Marco Aurelio González, dijo que el gobierno paraguayo no descarta recurrir a un arbitraje internacional para zanjar el chantaje impuesto por el mecanismo Covax, con relación al acuerdo de la millonaria y fallidacompra de vacunas anticovid.
“Iremos al arbitraje internacional en el Tribunal de Ginebra si no llegamos a una solución satisfactoria,pero eso no implica que no vamos a agotar la vía amistosa, consideramos que Covax no puede imponerle a Paraguay situaciones injustas y que evidentemente son abusivas en el marco de este relacionamiento”, indicó.
Juez rechaza maniobra de exministro Giuzzio
El juez José Delmás rechazó la maniobra de acceso a las pruebas de la defensa del exministro del Interior y extitular de la Senad Arnaldo Giuzzio, acusado por supuesto cohecho pasivo agravado. El expediente pasa al Tribunal de Apelación donde debe tratarse la apelación en subsidio planteada por la representación legal de Giuzzio. Una vez resuelta, se podrá convocar a audiencia preliminar.
Los agentes del Ministerio Público Jorge Arce y Diego Arzamendia presentaron acusación contra Giuzzio por la supuesta comisión del ilícito de cohecho pasivo agravado y solicitaron juicio oral y público.
Lluvias seguirán hasta este sábado
Las lluvias con tormentas estarían persistiendo durante este viernes, siendo las más importantes las previstas para el centro, norte y este de la región Oriental, así como en el este del Chaco, señala la Dirección de Meteorología. A partir de mañana sábado, las precipitaciones se limitarían al norte y este de ambas regiones.
En cuanto a las temperaturas, la meteoróloga Melibea Benegas comenta que hoy las máximas no superarían los 28 grados en la región Oriental, mientras que el Chaco oscilarían entre 28 y 33 grados. Este sábado se prevén mínimas en torno a los 16 y 20 grados, en tanto que las máximas no superarían los 30 grados, principalmente en la región Oriental. En el Chaco las máximas estarían en torno a los 31 grados. A partir del domingo se pronostica un aumento paulatino en las temperaturas.
Empieza su andar la Seleção
El dinamismo, el fútbol de autor del técnico Fernando Diniz, que ha seducido a Sudamérica, empieza su andar en la Seleção este viernes cuando los pentacampeones reciban a la débil Bolivia en el arranque del camino hacia el Mundial de 2026, que se podrá disfrutar en vivo por el canal Gen/Nación Media.
“Nos estamos conociendo mejor y adaptándonos a lo que hacían. Estuvieron seis años con Tite, que hizo un trabajo digno de todos los elogios. No ganó la Copa del Mundo, pero hizo un trabajo excelente”, dijo Diniz en una rueda de prensa en la ciudad brasileña de Belém (norte), donde chocarán con los bolivianos.
Brasil: inundaciones podrían empeorar con nuevas lluvias
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Una nueva ráfaga de lluvias torrenciales cayó ayer sábado sobre el sur de Brasil, en donde inundaciones históricas ya dejan más de 130 muertos, lo que complicaba las labores de emergencia y sembraba temores de nuevos desastres.
“Muchas personas ven la lluvia y están traumatizadas. Notamos el susto de la gente. Sabemos que cuando llueve el agua termina aumentando aún más”, dijo a la AFP Enio Posti, bombero de Porto Alegre, capital del estado Río Grande do Sul, en gran parte todavía inundada. Las crecidas de ríos provocadas por los volúmenes históricos de agua que cayeron desde finales de abril en este estado agrícola dejan un saldo total de 136 fallecidos, 806 heridos y 125 desaparecidos, según Defensa Civil.
Más de dos millones de personas han sido afectadas por la catástrofe, que expertos de la ONU y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático y al fenómeno de El Niño. De acuerdo con el último balance de Defensa Civil, más de 537.000 personas fueron desalojadas de sus casas y otras 81.000 están en refugios. Además, unas 92.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas, según la Confederación Brasileña de Municipios.
Las autoridades están en alerta desde que las lluvias volvieron con fuerza el viernes a Porto Alegre y a otras áreas ya afectadas del estado, y multiplican los mensajes a la población de no regresar a los lugares en riesgo. “Yo estaba empapado. Ellos me recibieron bien y me dieron ropa. Ahora estoy bien”, dijo a la AFP Everton Machado, un habitante de 36 años, tras ser rescatado por un bote mientras iba en búsqueda de sus padres.
Ayuda y donaciones
En las anegadas calles del barrio de Sao Joao, muchos voluntarios y bomberos seguían trabajando bajo la copiosa lluvia, observaron periodistas de la AFP. Equipados con motos de agua o botes inflables, llevaban la ayuda a los afectados. También recibían mascotas que sus dueños no pueden cuidar.
“Las mascotas son calmadas y hay cuidado médico si necesitan... o (ayuda) para ser llevados a un refugio”, señaló Carolina de Souza, una voluntaria de 19 años. “Hay mucha gente aquí para traerlos y hay muchos veterinarios ayudando”, añadió. Militares y otros efectivos de seguridad también hacían parte de los esfuerzos.
Casi dos toneladas de alimentos y enseres han sido distribuidos por el gobierno federal, en lo que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva elogió como “el mayor movimiento de donaciones nunca antes registrada en la historia” de Brasil, según escribió en la red social X. El flujo de embarcaciones hacia las zonas afectadas, donde muchos pobladores permanecen en sus casas por miedo a saqueos, sin embargo se ha reducido.
A pesar de las nuevas lluvias, los habitantes de Porto Alegre intentan recuperar cierta normalidad. Algunos comercios y restaurantes abren. Por toda la ciudad camiones de succión drenan el agua enlodada que invadió los edificios. Pero el suministro de agua limpia sigue interrumpido en la capital estatal. Camiones cisterna cruzan permanentemente por doquier aprovisionando albergues, hoteles y otros edificios.
Reconstrucción
El gobierno de Brasil prometió el jueves desbloquear unos 10.000 millones de dólares para la reconstrucción de Rio Grande do Sul, que atraviesa la peor catástrofe climática de su historia. En una declaración emitida este sábado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dijo “entristecido” por la “devastación” en el país sudamericano y anunció que Washington “está trabajando para proporcionar la ayuda necesaria al pueblo brasileño” en coordinación con las autoridades locales.
La región espera “aguaceros y tormentas aisladas” que se extenderán hasta inicio de la semana próxima, según el Instituto Nacional de Meteorología, que alertó de riesgos de “inundaciones y descargas eléctricas”. Varios ríos seguían desbordados aunque sus caudales están disminuyendo, informó la gobernación.
El Guaíba, una extensión de agua que baña Porto Alegre, alcanzó 4,57 metros en la tarde de este sábado, su nivel más bajo desde el 3 de mayo. Los primeros desbordamientos ocurren a partir de 3 metros. Pero con previsiones de que las lluvias más fuertes deberán ocurrir entre domingo y lunes, el gobierno estatal advirtió sobre el riesgo de nuevas elevaciones de las aguas y deslizamientos de tierra.
“Todavía estamos viviendo una situación de emergencia”, dijo en un video en Instagram el gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite. Inundaciones históricas, récord de incendios forestales, olas de calor sin precedentes, sequías: los eventos extremos se han multiplicado en los últimos meses en Brasil, un país de tamaño continental extendido por casi toda América del Sur.
El informe de la Dirección de Meteorología indica que los vientos serían predominantes del sector sur y con probabilidad de que se desarrollen lluvias dispersas sobre el centro, sur y este de la región Oriental, así como también al oeste de la región Occidental. Foto: AFP
Una jornada cálida a fresca, incluso calurosa para la tarde, con cielo mayormente nublado, vientos del sur y lluvias dispersas pronostica la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH) para este domingo en Asunción y gran parte del país. La temperatura máxima estimada es de 22 °C. En el Sur el ambiente se presenta fresco con una mínima de 17 °C.
El informe meteorológico indica que hoy los vientos serían predominantes del sector sur y con probabilidad de que se desarrollen lluvias dispersas sobre el centro, sur y este de la región Oriental, así como también al oeste de la región Occidental. Así también los vientos del sur generarían un descenso de la temperatura desde esta noche.
Esta condición se mantendrá en los próximos días, según el pronóstico extendido de Meteorología. Para mañana lunes, se espera un día fresco, con cielo mayormente nublado, vientos moderados del sur y lluvias. La mínima prevista es de 14 ºC y la extrema de 17º.
Para los días feriados por las fiestas patrias, 14 y 15 de mayo se esperan jornadas frescas, con cielo mayormente nublado y vientos del sector sur. La mínima pronosticada para el martes es de 13 ºC y la máxima de 17 ºC, en tanto que el miércoles Día de la Madre la condición será igual al martes, pero con una mínima de solo 12 ºC y la máxima de 18 ºC. Ya a partir del jueves empezaría un leve aumento de la temperatura.
La confianza del cliente consumidor (su alma de comprar, que hay que amasar diariamente para sentir y pensar en positivo, pese a lo áspero del ambiente) se construye gradualmente y se destruye de la noche a la mañana.
Cuando su deseo de comprar apoyada en la voluntad de hacerlo está por debajo de su capacidad económica real – por mínima que sea – compra menos o no compra o no se endeuda, por desconfianza y miedo a lo que vendrá (país, economía) y cómo le afectará. Retrocede, huye, por miedo. Su percepción (sensación) de que todo está mal y va para peor lo desanima. Un consumidor desanimado, pudiendo no estarlo, es lo peor para la economía como un todo, y para el comercio en particular. Simplemente no gasta lo que podría gastar y está en condiciones de hacerlo.
La percepción (sensación) de vivir en el peor país, con la peor economía y el peor gobierno, lo asusta, lo espanta. Decide no arriesgar, aunque quiere y puede asumir ese riesgo de convertir su dinero disponible en aquello que quiere para sí, los suyos, regalar. Prefiere cuidarse, para tiempos mejores. Los comerciantes en general lo saben muy bien y es su gran preocupación: cliente que se pierde es menor venta y menos ganancia. Ese cliente consumidor que no llega y esas ventas que no satisfacen puede darse a lo largo de un año y más.
La confianza es la palabra mágica en una economía como la nuestra de mercados, precios y dinero. Cuesta una enormidad construir y generar confianza, en todas las actividades económicas, sociales y políticas. Pero en la economía tiene un peso brutal. En muchos países se han hecho investigaciones, pruebas y hasta ensayos sobre cómo clientes consumidores pesimistas afectan los negocios especialmente en días festivos. Los planes de venta de las empresas no se cumplen.
Uno de los ensayos me llamó la atención por su nombre, que reflejaba la actitud y el comportamiento del cliente consumidor desconfiado: “La licuadora gana al microondas”. Más claro imposible. El cliente consumidor entra una gran tienda, un shopping, una famosa casa de electrodomésticos, con capacidad económica real de querer y poder comprar el deseado microondas –regalo por el Día de la Madre (15 de mayo en Paraguay)– pero sale con una licuadora en sus manos, bien empaquetada, papel de regalo y hasta moño. Tiene un sabor agridulce el masticar el chicle, pero el alivio lo estimula a festejar. Dado que en su percepción (sensación) la situación del país es calamitosa tomó la precaución de guardar su dinero, lo que lo convierte en una persona responsable.
Pero hay rabia y frustración en él: quería el microondas. En varios de los ensayos realizados este tipo de comportamiento convertido en una cantidad considerable arrojó una pérdida comercial del 20 % al 25 %. Ahora, la pregunta del millón, si la realidad (país, economía) no es en verdad tan mala como para originar desconfianza, miedo, susto en el cliente consumidor, ¿quién crea esa percepción (sensación) tan negativa que permite que la licuadora le gane al microondas? Dejando de lado conflictos bélicos y pandemias, son los gobiernos con sus pésimas imágenes públicas la fuente de la desconfianza. Pero los ensayos son claros, no solo los gobiernos.
Los principales creadores de una percepción negativa (sensación pesimista) son los medios de comunicación (la prensa) de grupos empresariales con sus campañas de pelea política, por diversas razones, priorizando en extremo lo malo del andar de un país y su gobierno, que es “su” malo, con desinformación, medias verdades y mentiras. Lo bueno es minimizado y desvalorizado. La realidad deformada. Y este dibujo es el que diariamente consume el cliente consumidor. Y actúa en función de lo negro, ni siquiera de los gris, porque el blanco sencillamente no existe.
Toda democracia imperfecta es infinitamente preferible a la mejor dictadura porque la libertad lo es todo en la vida. Y la prensa es fundamental para dicha democracia y dicha libertad. Pero prensa que no es libre, independiente, coherente, equilibrada y responsable, nos daña, aunque no podemos vivir sin ella. Importan y mucho sus críticas durísimas. Pero criticar no es atacar para destruir a diestra y siniestra, sin stand de tiro, a lo que me venga en gana. Y en una sociedad, así como se corrompe a la vez también se construye. No valorizar lo bueno es una forma de corromper.
La lectura de nuestra prensa opositora concluye con este resumen de situación y futuro del Paraguay: “Nuestra economía no anda, solo al Gobierno le sirve el tan mentado crecimiento como propaganda, pero en verdad es mentira y no alcanza al pueblo, otra vez decepcionado. El Gobierno festeja “su” estabilidad macroeconómica y se vanagloria. Pero la macroeconomía no es útil a nadie, además de ser falsa dicha estabilidad. Los precios de la canasta familiar suben por las nubes, los alimentos son joyas, la gente no tiene qué comer, el pueblo se muere de hambre, y hasta unos canguros australianos que recorrieron los supermercados se desesperaron, sin entender cómo vivimos. El precio del dólar también vuela alto, se escapó, sin control, en una escalada nunca antes vista, lo que encarece todo lo que consumimos. El Banco Central nada puede hacer, perdió millonarios montos en sus ventas de dólares al mercado sin ton ni son, y sus reservas internacionales caen velozmente y podríamos perderlas. Hay un bajón tremendo y terrible en la recaudación de impuesto porque la economía no se mueve, el Gobierno es absolutamente incapaz y corrupto. Hay ya atrasos de tres meses en el pago a los funcionarios públicos, algo que se dio en el gobierno de Luis González Macchi, y se anuncian movilizaciones masivas que convulsionarán el país, y con seguridad harán caer al gobierno, debilitado y desacreditado, frente a una oposición unida, fortalecida y preparada con planes y proyectos brillantes. La gente ya salió a las calles en masivas marchas y concentraciones.
El Gobierno, falto de ideas, solo busca endeudar más y más al país, comprometiendo el futuro de nuestros hijos y nietos. Afortunadamente fracasaron rotundamente sus intentos de colocar bonos soberanos en el exterior y a nivel local, porque nadie confía en su capacidad de pago. Incluso hizo un ridículo intento de vender al mundo bonos en guaraníes, que no resultó, con un rechazo masivo. Querer comparar nuestro guaraní con el dólar es una locura. Si sabemos que nuestra moneda no vale nada y sirve menos. Y ahora festeja la migaja conseguida del Brasil en las negociaciones de Itaipú. Encima todo ese mayor dinero conseguido ya fue a los bolsillos de los jerarcas del Gobierno y de los políticos. Otra vez se comen el dinero del pueblo, continúa la fiesta de la corrupción”.
Sin la percepción (sensación) de una realidad mal manejada, puedo destacar que nuestra situación económica es absolutamente normal para el cliente consumidor positivo. Es cuestión de echar una mirada al cuadro que acompaña la nota. Nuestro crecimiento (3,8 %) está hoy entre los ocho más altos de América Latina y el Caribe (ALC), en el top de los seis el año pasado (4,7 %). Los indicadores de la marcha mensual de nuestra economía revelan que la producción avanza al ritmo del 5,4 % y el consumo al 6,5 %. La economía argentina caería 5 % en 2024 (-1,6 % en 2023). Las economías tienen que crecer (producir más), el crecimiento es una condición básica y necesaria para mejorar, pero naturalmente insuficiente para solucionarlo todo. Nuestra inflación se ubica en 4 % en doce meses (3,7 % el año pasado). Desafortunadamente, así como nos dolió el encarecimiento de los combustibles derivados del petróleo, nos golpea ahora la suba en el precio de los alimentos (9,4 %), de las frutas y verduras (28,1 %), y de los vegetales (tomate) 37,2 % en particular, por una sequía que perjudicó y por la especulación comercial, entre pequeños y grandes negocios, con culpas todos. Pero saltos de precios en estos rubros ya los hemos tenido en varias épocas anteriores, volviendo a instalarse la normalidad dada la estacionalidad del fenómeno. Además, Argentina ha comenzado a vivir la realidad, con el adiós a los precios artificialmente baratos. De los que meses atrás disfrutábamos en nuestros hogares, con o sin el sello del contrabando, en una canasta familiar menos cara. En términos de comercio exterior nuestras exportaciones van muy bien. Por factores más externos que internos se ha venido dando una suba en la cotización del dólar en marzo-abril (3,3 %), pero no viaja por las nubes, no escala el Everest, no se ha escapado descontroladamente ni hay desborde alguno.
El Banco Central vendió USD 404 millones (USD 325 millones en abril), como lo hace siempre. En igual periodo del año pasado vendió USD 448 millones. En todo el 2021, USD 1.502 millones. Las intervenciones son absolutamente normales, excepto para quienes desde el 2015 vaticinan el derrumbe de la economía paraguaya, justamente por tener un dólar bailarín. Las reservas internacionales del Banco Central bajaron casi USD 600 millones con respecto al nivel récord de USD 10.746 millones, lo que también es normal en el sube y baja característico, pero no nos vamos a quedar sin reservas, las que tenemos equivalen al 22 % del tamaño de la economía, nivel que pocos países tienen. Y finalmente, tenemos récord en la recaudación de impuestos, con un adicional de USD 460 millones en casi ocho meses. En abril, el monto anualizado es de USD 4.671 en recaudación de impuestos, frente a USD 4.266 millones frente a abril de 2023.
En solo dos jornadas se colocaron en el mercado local bonos soberanos en guaraníes por el equivalente a USD 373 millones. El 75 % de los compradores son bancos, financieras y cooperativas. ¿Desconfianza? En el mundo se colocaron bonos soberanos en guaraníes (primera vez en la historia) equivalentes a USD 500 millones. ¿Desconfianza? Patrioterismo es hablar bien de tu país y joderlo al mismo tiempo. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885
“Solo quiero ver mi casa”: víctimas no hallan respiro en la tragedia en Brasil
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El motor de “Gulu”, la lancha de Ricardo Frediani, ruge surcando las aguas del río Guaiba, que inundó la ciudad brasileña de Porto Alegre. Corre hacia la devastada Eldorado do Sul. Volverán las lluvias y el tiempo apremia para salvar lo que aún sea posible. Mientras tanto, en el barrio Medianeira, en la misma localidad, Katiane Mello espera que alguna embarcación la lleve hasta la casa que fue su hogar.
Salió de allí hace una semana cuando las torrenciales lluvias que se abatieron sobre el estado de Rio Grande do Sul desbordaron el río y llegaron hasta el segundo piso en el que vivía junto a su esposo James Vargas y su hija Natalia, de 5 años. Las aguas amarronadas del Guaíba registran un incesante ir y venir de embarcaciones que trasladan comestibles para quienes se niegan a dejar sus hogares a pesar del peligro. Una lancha policial vigila la entrada del barrio sumergido.
“¡El agua está bajando muchísimo!”, exclama Ricardo, mientras le pide a su hijo Guilherme, estudiante de odontología de 26 años, que le ayude a estabilizar la lancha con un remo. La bajante causa una fuerte corriente porque las aguas buscan una salida por las calles anegadas.
Hacia la popa, se recorta la silueta moderna de Porto Alegre, una ciudad de 1,4 millones de habitantes enlutada por una tragedia que ya se cobró más de un centenar de vidas. Hacia la proa, la imagen es dramática: casas cubiertas, autos destruidos; comercios inundados; carteles con nombres de calles que se pueden tocar con la mano.
Las cabezas de los tripulantes pasan a menos de un metro de los cables de energía eléctrica, desconectados. Algunas personas observan desde los tejados. Son quienes no quisieron salir “por miedo a saqueos”, explica a la AFP Frediani, un vendedor de lubricantes de 62 años que se toca el corazón cuando se le pregunta por qué se lanza hacia las aguas hediondas arriesgando su propia vida.
Ahora “Gulu” avanza lento, esquivando columnas de alumbrado inclinadas y techos de vehículos semicubiertos. La resistencia del agua obliga a forzar el motor. “Ayer no tenía esta fuerza” la corriente, dice Frediani. A unos 400 metros puede verse movimiento. ¿Serán vecinos o la policía? Los rescatistas afirman que hubo muchos saqueos y la zona se volvió peligrosa. La presencia de efectivos de seguridad fuertemente armados es ostensible.
Katiane está en ese grupo al final de la calle, con la esperanza de poder acercarse hasta su hogar. “Gulu” llega a destino y Katiane pregunta si es posible caminar por el agua. “Perdimos nuestra fuente de sustento, nuestra tienda. Y la casa...”. Su voz se corta. El agua la arrastraría. Frediani y su hijo le ofrecen subir para ir a su casa o a lo que haya quedado de ella. “No sabemos cómo está... ¡Miren la altura del agua!”, exclama la mujer.
Katiane no puede contener las lágrimas. El paisaje es de destrucción total. Era su barrio, su vida y la de su familia. A pocos metros, se yergue la vivienda. “Ahí está ¿Me habrán robado?”. Frediani y su hijo observan la escena en silencio. Katiane contiene el aliento. Alguien la sostiene hasta que ocurre lo que para esta mujer es un milagro...
“¡Está todo intacto!”. James consiguió llegar antes. La falta de señal de celular le impidió contarle las buenas nuevas. Ella se lanza hacia el agua, sube por la escalera y en el camino junta mecánicamente ropa tirada, húmeda, irrecuperable. Las pertenencias de la familia, los juguetes de su hija: todo está allí. Creyó haber perdido lo que con tanto sacrificio construyeron. Se funde en un abrazo con su marido.
En las paredes hay fotos de la pequeña Natalia, de ellos cuando eran jóvenes, de sus padres, hoy viejos y enfermos. Un cartel de madera reza “Amor eterno. Familia”. Frediani y su hijo Guilherme sonríen desde el agua, abrazados a “Gulu”.