Aunque no trascendieron fotos del encuentro, la semana pasada, el príncipe Harry y Meghan Markle se despidieron de sus empleados, unas 15 personas que formaban parte de su equipo en su oficina del Palacio de Buckhingham.

La pareja participó de sus últimos actos oficiales como miembros senior de la familia real británica y no quisieron despedirse del Reino Unido sin antes brindar un reconocimiento a sus más cercanos colaboradores; los duques de Sussex organizaron una cena en el hotel The Goring, según el portal Page Six. Se trata de un exclusivo establecimiento de cinco estrellas situado en pleno centro de Londres, muy próximo al palacio de Buckingham (por el sureste), cuyo restaurante Siren está bajo el mando del chef Nathan Outlaw, poseedor de una estrella Michelin. Momentos de mucha emotiva se vivieron en la ocasión; Harry y Megham les agradecieron con cálidas palabras todas las atenciones y el trabajo realizado, sobre todo en los últimos tiempos cuando la pareja pasó por momentos muy críticos por su decisión de retirarse. La noticia de que la oficina de los duques cerraba se conoció en enero, en ella trabajan 15 empleados, que se quedan sin su puesto desde el próximo 1 de abril, aunque los medios británicos afirman que la mayoría podrán ser reubicados en otros dentro de la institución o que negociarán una indemnización por despido. El príncipe Harry se habría estado encargando personalmente de esas negociaciones; entre los afectados por los despidos se encuentra la secretaria privada de la pareja, Fiona Mcilwham. Entre tanto, la pareja ya está de vuelta en Canadá –se dice que está buscando casa para instalarse en Los Ángeles– y no se sabe cuándo regresará al Reino Unido, pero cuando lo haga será simplemente de carácter privado y familiar.