El octavo bisnieto de la reina Isabel II de Inglaterra (93) fue presentado ante los ojos del mundo el miércoles a media tarde; ocasión perfecta con la que muchos curiosos salieron de dudas respecto a la piel que pudiera haber presentado el bebé, nacido de un hombre británico y una mujer afroamericana, bajo el peso de la conservadora Corona. Efectivamente, desde que se conociera la noticia del embarazo de Meghan, la primera mujer negra en la historia de la Familia Real Británica, muchos se preguntaron si cabía la posibilidad de que el cuarto nieto del príncipe Carlos de Inglaterra (70) fuera de color. La primera imagen del bebé, con tez clara e incluso levemente sonrojada, despejó todas las dudas.
El ducado de Sussex optó por publicar una fotografía familiar en blanco y negro.