El periodista de la BBC Martin Bashir, que engañó a la princesa Diana para obtener una entrevista en 1995, se disculpó este domingo con los príncipes Guillermo y Enrique, pero considera “irrazonable” vincular sus actos con la muerte de su madre.
Más de 25 años después de una entrevista que fue explosiva para la monarquía británica, un informe independiente denunció el jueves los métodos “engañosos” empleados por este periodista para conseguirla, lo que llevó a la BBC a disculparse.
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El hermano de Diana, Charles Spencer, había afirmado que Martin Bashir le mostró extractos de cuenta, que resultaron ser falsos, que desmostraban que los servicios de seguridad pagaban a dos personas de la corte para espiar a su hermana. Eso fue lo que le llevó, según él, a presentar el periodista a Lady Di.
Bashir, entrevistado por el Sunday Times, dijo que “lo lamenta profundamente” por los hijos de la princesa, Enrique y Guillermo. “Nunca quise perjudicar a Diana de ninguna manera, y no creo que lo hayamos hecho”, declaró al periódico.
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Según Guillermo, la entrevista contribuyó a deteriorar aún más la relación entre sus padres y “avivó el miedo, la paranoia y el aislamiento de los últimos años” de vida de Diana. Enrique estableció un vínculo entre la muerte de su madre y “el efecto dominó de esta cultura de explotación y prácticas contrarias a la ética”. Diana murió en un accidente de coche en París en 1997, a los 36 años.
“No creo que se me pueda responsabilizar de muchas de las cosas que sucedían en su vida y de los complejos problemas que rodean esas decisiones”, declaró Bashir. “Creo que sugerir que soy individualmente responsable es irrazonable e injusto”.
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La entrevista de 1995 fue vista por casi 23 millones de espectadores en el Reino Unido. Se llevó a cabo siguiendo las condiciones impuestas por Diana, afirmó, y los dos siguieron siendo amigos después.
En el informe publicado el jueves, el exjuez del Tribunal Supremo John Dyson no solo fustigó a Bashir, sino también a la BBC por su gestión del caso pues durante una investigación interna que hizo en 1996 no pidió a Charles Spencer su versión de los hechos. Tony Hall, que dirigió la investigación sobre la entrevista y más tarde fue director de la BBC, anunció su dimisión el sábado como presidente de la National Gallery británica.
“La reputación de la BBC --una de nuestras grandes instituciones-- se ha visto comprometida”, dijo la ministra del Interior, Priti Patel en SkyNews este domingo. “Es hora de que la BBC reflexione sobre las conclusiones de este informe y restablezca esa confianza”, añadió. Según SkyNews, Charles Spencer pidió al jefe de policía de Londres investigar de nuevo las condiciones de la entrevista.
“Tres personas” en el matrimonio
En el Sunday Times, Bashir aseguró que la entrevista se llevó a cabo en los términos establecidos por Diana, y que los dos siguieron siendo muy buenos amigos después. “Mi familia y yo la adoramos”, añadió. Reveló que la princesa Diana visitó a su esposa e hijo recién nacido en el hospital y que organizó una fiesta de cumpleaños para uno de sus hijos en el palacio de Kensington.
Dijo que lamentó las cuentas falsas, pero aseguró que no tenían “nada que ver” con las revelaciones hechas durante la entrevista. Diana afirmó en ella que había “tres personas” en su matrimonio --en referencia a la relación de Carlos con Camila Parker Bowles-- y reconoció haber cometido adulterio.
Bashir era poco conocido en ese momento, pero después tuvo una carrera exitosa y entrevistó a Michael Jackson. La estrella del pop se quejó ante el regulador audiovisual británico de que Martin Bashir había dado una imagen distorsionada de su comportamiento y conducta como padre. El periodista trabajó más tarde para la BBC como corresponsal para los temas de religión hasta que dimitió la semana pasada por motivos de salud.
Fuente: AFP.
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“The Bad Guys 2”: un atraco global que deslumbró en Annecy
- Por David Sánchez, desde Annecy (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
El 11 de junio de 2025, el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy se convirtió en el escenario perfecto para el primer vistazo de “The Bad Guys 2”, la secuela del éxito animado de DreamWorks de 2022. Dirigida por Pierre Perifel y codirigida por JP Sans, esta comedia de atracos presentó 35 minutos de acción trepidante, desde un robo espectacular en El Cairo hasta una aventura espacial que dejó al público ovacionando.
En una entrevista exclusiva con Perifel en Annecy, el director francés reveló detalles fascinantes sobre la película, su universo y su visión. “Es quizás la sexta vez que vengo a Annecy”, confesó Perifel, recordando sus días como estudiante en Gobelins y Émile-Cohl, cuando sus cortos se proyectaban antes de las sesiones en 2004-2005. “Ahora, con The Bad Guys 2, siento que estoy rodeado de leyendas”.
The Bad Guys 2 retoma la historia de Mr. Wolf (Sam Rockwell) y su pandilla —Mr. Snake (Marc Maron), Mr. Shark (Craig Robinson), Mr. Piranha (Anthony Ramos) y Ms. Tarantula (Awkwafina)— ahora convertidos en “Good Guys”. “Es la historia de Wolf y sus amigos, que salen de prisión e intentan vivir como cualquier persona, pero nadie quiere darles una oportunidad”, explicó Perifel. La trama se dispara cuando tres nuevas antagonistas, Pigtail (Maria Bakalova), Suzanne (Danielle Brooks) y Doom (Natasha Lyonne), los obligan a realizar “un último atraco”. “Wolf empieza a cuestionarse si realmente hizo bien en convertirse en un Good Guy”, añadió, destacando el dilema emocional del lobo.
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La película, inspirada en los libros de Aaron Blabey, eleva las apuestas con un estilo que Perifel compara con Mission: Impossible y James Bond. “Vamos de El Cairo a L.A., a un evento de Lucha Libre, una boda, un hangar, una base de cohetes y el espacio”, detalló. Un dato curioso: la química entre Mr. Snake y Doom, descrita como “picante”, robó risas en Annecy. “Natasha Lyonne y Marc Maron grabando juntos… fue mágico. Algunas tomas no las usamos porque se pasaron”, rió Perifel.
Otro detalle del estreno: Perifel tomó un selfie con su equipo al cerrar la presentación, un momento que inmortalizó la pasión del público. “El público de Annecy entiende la animación y nuestras intenciones”, dijo. La banda sonora de Daniel Pemberton, con guiños a Ocean’s Eleven y un cover de “Bad Guy” de Billie Eilish en el tráiler, promete ser un hit. La animación, dividida entre DreamWorks y Sony Pictures Imageworks, mezcla 2D y 3D para un look vibrante.
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La producción, que tomó tres años, no estuvo exenta de retos. “En Hollywood, los recursos son enormes, pero el éxito se mide por taquilla”, reflexionó Perifel, contrastando con el enfoque europeo que prioriza el prestigio. Sin embargo, su “toque francés” —“divertido, sensible y diferente”— le dio libertad creativa dentro del cine familiar. “A veces ajustan si un personaje se desvía o la película es demasiado oscura, pero nunca en los detalles”, aseguró.
Curiosamente Perifel no planeaba dirigir en Hollywood. “Llegué a DreamWorks en 2008 como animador. Dirigir Bilby en 2018 me dio ganas de seguir”, confesó. Su amor por los libros de Blabey, que describe como “Reservoir Dogs para niños”, lo llevó a crear un universo donde Wolf y Diane Foxington (Zazie Beetz) exploran un romance esperado por los fans. Con un final “que desafía a Vin Diesel”, según JP Sans, The Bad Guys 2 promete ser la aventura animada del verano. The Bad Guys 2 se estrena el 1 de agosto de 2025 en Estados Unidos, el 30 de julio en Francia.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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“Space Cadet”: un viaje cósmico que triunfa en Annecy, Berlinale y Guadalajara
- Por David Sánchez, desde Annecy (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
“Space Cadet”, el debut animado del DJ y artista canadiense Eric San, conocido como Kid Koala, brilló en la sección Contrechamp del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, tras competir en la sección Generation Kplus de la Berlinale y en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Esta fábula sin diálogos, animada en CGI, conquistó corazones con su historia de Celeste, una joven astronauta, y su robot guardián, quienes enfrentan un viaje espacial que reflexiona sobre los lazos familiares.
En una entrevista exclusiva con Kid Koala en Annecy, el director compartió detalles emotivos sobre su creación. “La historia trata de la relación entre padres e hijos, y de esos momentos breves pero significativos que cambian tu perspectiva del mundo”, explicó Koala. Inspirada en su novela gráfica de 2011, escrita tras la muerte de su abuela y el embarazo de su esposa, la película captura instantes como cuando su padre dibujó un acorazado naval, revelando un talento familiar. “Fue un momento existencial, pensando en el pasado y en lo que le enseñaría a mi hija”, confesó.
La producción, que tomó cuatro años en Montreal con el estudio Singing Frog y herramientas como Maya, fue un desafío épico. La recepción en Montreal fue “exuberante”: “Ríen con las bromas, pero también se emocionan sin inhibiciones”. En Annecy, el público, experto en animación, conectó a nivel técnico y emocional: “Lloré, pero de forma catártica”, fue una reacción común, según el director.
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Kid Koala, cuyo apodo nació de su amor infantil por refrescos azucarados, nunca planeó ser cineasta. “Quise estudiar cine, pero era caro. Estudié para maestro, pero firmé con Ninja Tune y me fui de gira”, contó. Su música, que incluye colaboraciones con Gorillaz y Radiohead, acompaña la película, grabada con piano y tornamesas. Un detalle curioso que le ha pasado como director ocurrió en Berlinale, donde un niño del jurado Kplus dibujó un fanart de Celeste, que Koala guarda como tesoro.
Space Cadet no tiene fecha de estreno confirmada en México, Colombia o Perú, pero Urban Sales, que vendió la película a Francia, España y Japón, negocia su distribución global. En Guadalajara, la cinta emocionó por su universalidad (haciendo llorar a la persona que lo entrevistaba), y en Annecy, el público lanzó aviones de papel, un guiño al espíritu libre del festival. “La animación toca una parte más libre y fantástica de las personas”, afirmó Koala, cuya ópera prima es un canto a la vida y el amor que cruza galaxias.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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Annecy 2025: Crunchyroll lleva el animé al mundo
- Por David Sánchez, desde Annecy (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
El 12 de junio de 2025, Mitchel Berger, vicepresidente sénior de Crunchyroll, presentó el panel Crunchyroll Studio Focus: Niche No More – Anime’s Global Growth is Delighting Fans Worldwide en el Festival de Annecy. Entrevistamos a Berger, quien habló claro sobre el auge del anime y el papel de Crunchyroll en este fenómeno global.
“Crunchyroll es una marca de estilo de vida dedicada a llevar el anime al mundo”, afirmó Berger. Más que un servicio de streaming, es una empresa “de 360 grados” que ofrece videojuegos, eventos, comercio electrónico y productos de consumo. “Queremos estar presentes en cualquier momento en que un fan quiera expresar su fandom”, añadió. Su misión: “Llevar el anime al mundo” y “acelerar el fandom” con contenido que conecte.
Berger destacó el crecimiento en América Latina, donde “hay una gran afinidad por el anime”. “Desde México hasta Brasil, vemos un enorme potencial”, dijo, señalando que la Generación Z impulsa esta pasión. Crunchyroll, que evolucionó de videos domésticos a streaming global, permite a fans ver episodios “horas después de su emisión en Japón”. “Esto permite a la comunidad global compartir la experiencia al mismo tiempo”, explicó.
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Un foco clave es Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle, que llega a cines en julio en Japón y en septiembre en México, Colombia, Perú y gran parte del mundo. “Es una experiencia cinematográfica grandiosa que los fans han esperado”, prometió Berger. Verla en una sala con “doscientas o trescientas personas gritando y emocionándose juntas” es “algo único”.
Los Anime Awards, que celebrarán su décimo aniversario en 2026, son otro pilar. “Unimos a la industria en Tokio con gran éxito”, comentó. La relación con Sony, su distribuidor cinematográfico, ha sido clave: “Como empresa japonesa, entienden visceralmente nuestra misión. Ser parte de la familia Sony ha sido maravilloso”.
En Annecy, el panel mostró avances de series como Metallic Rouge y Anne Shirley, compitiendo en la sección de TV Films. Con 17 millones de suscriptores y un fandom proyectado en 1.5 mil millones para 2030, Crunchyroll está redefiniendo el anime como un estilo de vida global.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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Vida, muerte, fantasía, ilusión, deseo… pulsiones y condición humana
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
“¿Fantasear o desear...?”. Ese era el dilema que, en frecuentes charlas de café, proponía un tan veterano como anónimo polemista que habitaba, cuando la tarde agonizaba, algunas de las selectas mesas en el mítico café La Paz, en la esquina de la avenida Corrientes 1593, cuando esa arteria cordial se cruza con la calle Rodríguez Peña, muy cerca del Obelisco, en Buenos Aires, unos 1.300 kilómetros al sur de mi querida Asunción.
Era los años 70, en el siglo pasado. Enfrente –justo en diagonal– intentaba competir el bar Ramos. En concurrentes habituales estaban cabeza a cabeza. Inolvidables, por cierto. Pero el caso es que, luego de encender la polémica con aquel interrogante, con impostado tono académico, intentaba, aquel sanatero, zamarrearnos.
¡Me parece verlo! Acomodaba prolijamente los dos o tres libros de Sigmund Freud o de Foucault que siempre llevaba con él y lentamente –como buscando las palabras más adecuadas– iba al punto. Fumaba tabaco inglés en una pipa muy gastada y sobre su prominente nariz montaba espejuelos redondos tonalizados verde oscuro.
“El tío Segismundo –ironizaba mientras revoleaba sus manos refiriéndose a Freud– cuando compartíamos algunos puros con amigos en el Café Frauenhuber, en la inolvidable Viena, nos explicaba con claridad, jóvenes amigos, palabra más, palabra menos, que solo fantasean las personas insatisfechas”.
PULSIÓN
Lo seguíamos en silencio. Algunas veces –como la ignorancia nos impedía responder y/o, mucho menos, poner alguno de sus dichos en duda, hacía una pausa que disfrutaba y, si la memoria no me falla, en aquel caso puntual remató: “Cada fantasía surge de una pulsión para cumplir con un deseo insatisfecho, muy deseado, que corrija la realidad”.
Nunca recuerdo su nombre. En verdad, no tengo claro si alguna vez lo supe. Pero sí, sus anécdotas con pretensiones académicas y que se definía como “un libre pensador, diletante”. ¡Nos maravillaba! Aunque –debo admitirlo– teníamos dudas que no confesábamos sobre su presunta sabiduría por aquello de que entre los ciegos un tuerto es rey.
“¡Déjese de joder, farfullante…!”, recuerdo que le dijo –indisimuladamente molesto y a voz en cuello– un reconocido profesional y estudioso freudiano, de quien exclusivamente consignaré sus letras iniciales (G.G.), que incontenible por lo que también escuchó abandonó su café en una mesa cercana y lo increpó sin miramientos.
Un pesado silencio cubrió todas y cada una de las mesas. El increpado no atinó a responder. Se retiró cabizbajo –con sus tres libros bajo el brazo– enmudecido y sin plantarle cara. El increpante nos miró, se disculpó “por interrumpir la conversación sin que nadie me llame” y fue al punto: “Simple y sencillo, muchachos. La fantasía tiene que ver con el imaginario. Con lo que creemos o sabemos que muy difícilmente suceda. Con aquello que suponemos imposible y que, de alcanzarlo, imaginamos sería placentero, pero sabemos que no podrá ser. Desear es converger la fantasía con la realidad más deseada en algún momento de tu vida. ¡No entender esa diferencia es grave… y, pretender explicar desde la ignorancia y la confusión, no lo puedo dejar pasar!”.
Renovó su disculpa y volvió a su mesa. “Como una escuela de todas las cosas...”, como nos enseñó Discépolo cuando escribió aquel tangazo que llamó “Cafetín de Buenos Aires”, así era el bar La Paz. Fantasías. Deseos. Ilusiones. Me atrevo a añadir que, como entonces, en estos tiempos de imágenes exacerbadas y exacerbantes que circulan y atropellan en los avasallantes ecosistemas digitales que facilitan las comunicaciones reticulares contemporáneas, aquellas –junto con la vida y la muerte– emergen como inevitables pulsiones incrustadas en el día a día de nuestros días.
OXÍMORON
Claramente, forman parte de la condición humana. Pese a que, con el correr de los tiempos y a la democratización de las monarquías (¿oxímoron?), con mucho menos frecuencia que algún tiempo atrás y, en aquel contexto, escuchar decir “vida de príncipes”, sorprende porque pareciera ser una expresión que cae en desuso.
Aun así, hay quienes insisten con ella cuando se procura producir sentido respecto de alguna persona que –a juicio de quien así se expresa– tiene allanado el acceso a poderosos y poderosas o cuando dispone de bienes materiales en abundancia o cuando no debe preocuparse por necesidades que –como tales– sí lo son para la mayoría de la humanidad.
En ese contexto, tampoco el futuro debiera ser preocupante para quienes tienen –siempre a la vista de las otredades– tránsitos principescos o, acaso, propios de las realezas. Hambre, desocupación, falta de salud, de educación. En aquel contexto, se suponen alejados de aquellos y aquellas minorías vistosas. Sentires y decires. Pareciera, incluso, que nada ni nadie está exento, alguna vez, de emitir esos juicios o ser depositario de ese tipo de expresiones.
Hasta la muerte –en ciertas ocasiones, por la forma en que se produce y a quien afecta– hace que no sean escasas las voces que se atreven a afirmar que Mengana o Fulano “murió como un príncipe”. En el siglo XIX y buena parte del XX era frecuente que así se significara la partida de este mundo cuando las y los finados eran considerados socialmente como “patricios” o “ricos”.
Curioso, por cierto. Y tanto lo era (y es) que vaya a saber a quién y en qué situación tuvo la lucidez para destacar que “al final de la partida, reyes y peones vuelven a la misma caja”. ¿Sabiduría popular? Tal vez.
LA BODA DEL SIGLO
Aún recuerdo cuando el 29 de julio de 1981 –la tele satelital cuando el mundo era mundial y para nada global– puso “en el aire” (vieja expresión de uso común en la radiotelefonía de entonces, hoy casi olvidada), desde la catedral de San Pablo, en Londres, la que fue llamada como la “boda real o del siglo” porque, aquel día, el príncipe Carlos (32) –hijo primogénito de Isabel Alejandra María Windsor (1926-2022), la reina Isabel II del Reino Unido y de la Commonwealth desde 1952 hasta su muerte– contrajo matrimonio con la joven aristócrata llamada Diana Spencer (20).
Cerca de 800 millones de televidentes lo vimos. “¡Parece un cuento de hadas...!”, escuché decir a dos mujeres que – como otros muchos, frente a una vidriera colmada de televisores– vimos pasar a Carlos, por entonces príncipe de Gales, y Diana recién casados, a bordo del 1902 State Landau, como se conoce al carruaje que, en aquel año, el rey Eduardo VII –tío del contrayente– ordenó construir para ceremonias relevantes.
En la Argentina, desde poco menos de tres años, teníamos tele en colores. La novia, tanto en el ingreso a San Pablo –luego de descender junto con John, su padre, VIII conde de Spencer, de un carruaje vidriado– como en el momento en que salió de esa catedral con su esposo convertida en “alteza real”, tuvo que detenerse varios minutos para que las “damas de honor” acomodaran la cola de su vestido “de casi ocho metros de largo”, relataba la transmisión oficial.
¡Hermoso para ver! Un año y 22 días después –el 21 de julio de 1982– se anunció el nacimiento del príncipe Guillermo, heredero de la corona británica. El 15 de setiembre de 1984 –setecientos ochenta y siete días después que su hermano mayor– nació el príncipe Enrique.
Sin embargo, y como sostiene el dicho popular, “no todo lo que reluce es oro”. El 28 de agosto de 1996 –cinco mil quinientos nueve días después de aquella boda principesca– Diana y Carlos se divorciaron. Con el paso del tiempo la fantasía pública trocó en públicos desatinos vinculares. La princesa descubrió y confirmó que el príncipe tenía como amante a Camilla Parker-Bowles, una amiga de la Casa Real. ¡Crisis!
MULTITUD
Carlos pasó –para muchas y muchos– a ser el “realmente odiado”. Diana, en el transcurso de 1995, decidió no ocultar la situación. Habló con la BBC, la tele pública en el Reino Unido. “¿Cree que Camilla Parker-Bowles fue el factor que desencadenó el fracaso de su matrimonio?”, preguntó el periodista Martín Bashir a “su alteza real”. La respuesta fue simple, breve y clara: “Bueno, éramos tres en mi matrimonio. Y eso es una multitud”. El 31 de agosto de 1997, Diana, Dodi Al-Fayed (1955-1997), multimillonario egipcio, y el chófer, Henri Paul, murieron en un accidente de tránsito ocurrido en el interior del túnel del Pont de l’Alma, en París.
Aquel príncipe, Charles Philip Arthur George (77), desde el 8 de setiembre de 2022, es Carlos III, rey del Reino Unido y de los otros reinos de la Mancomunidad de Naciones. Camilla Rosemary Shand, luego Parker-Bowles (78) –la tercera de aquel matrimonio principesco que “era multitud”, como lo sentenció Diana, “la princesa del pueblo”, como la categorizó para siempre el ex primer ministro Tony Blair, el 31 de agosto de 1997– es reina consorte.
Fantasías. Deseos. Ilusiones. Condición humana. Fantasías. Deseos. Ilusiones. “Cambia, todo cambia”, canta como nadie Mercedes Sosa. Los khasi –una minoría étnica originaria que habita en el estado de Meghalaya, noreste de la India desde antes de las invasiones dravídicas pobladoras del sur en ese mismo país– desconocen quiénes de sus antecesores y cuándo comenzaron a orientar las raíces de los árboles para construir con ellas “puentes vivientes”.
Lejos de aquellas selvas inigualables, recién se supo algo de los que se conocieron entonces también como “los puentes de raíces vivas de Sohra (Cherrapunji)”, cuando era avanzado el siglo XIX. Los exploradores occidentales se asombraron con aquel descubrimiento. En La Sociedad Asiática, un histórico periódico que se publicaba en Calcuta en 1844, se consignó la información. Desde aquellos tiempos, es polo de atracción hasta nuestros días.
“AMOR RECÍPROCO”
Hacia allí, unas tres semanas atrás, partieron en luna de miel el príncipe Raj Raghuvanshi (21) y la princesa Sonam Raghuvanshi (24). Eran marido y mujer porque sus madres –en esa sociedad matrilineal– así lo acordaron. Ambos pertenecían a la misma clase social y casta. Aquel enclave natural que, además, con unos 12.000 milímetros de lluvias anuales es, según Guinness, el lugar más lluvioso de cada año, era perfecto para manifestarse amor recíproco sin interferencias. La actuación crucial de la mehndi, la celebración musical previa, la ceremonia principal, la fiesta posterior quedaron atrás.
Me explican –por Whatsapp, desde Nueva Delhi, tres diplomáticos chimenteros que me pidieron anonimato– que los fastos nupciales se extendieron por cuatro días. Las dos familias en estado de tranquilidad. Espiritual, social y económico. No faltó nada. Se observaron todos los rituales. Homa (la ofrenda al fuego) se concretó. El Panigrahena, los unió como nunca antes. Las siete vueltas al fuego –el Satapadi– hizo celebrar a muchas y muchos, sonreír a las y los más refinados y desear, ilusionarse... soñar, a otros y otras.
Samskara se instaló en la flamante pareja. Luego, silencio. Los días pasaban y... más silencio. Pero irrumpió la angustia. Primero en el que fue el pueblo de ambos, luego en la provincia, la región y, finalmente, en todo el país. “¿Dónde están?” “¿Qué se sabe?”. La falta de novedades fue parte de las informaciones de la agencia de noticias nacional. Se iniciaron las búsquedas. Los supuestos ganaron el espacio público. Las ideas conspiranoides de poderosos y poderosas ingresaron en los circuitos informativos.
Nadie respondía a las incesantes llamadas a los móviles de Raj y Sonam. La policía y los servicios de inteligencia de la India los monitoreaban inútilmente. También el de uno de los hermanos de la princesa. ¡Nada! Pero, cuando nadie lo esperaba, todo cambió. El domingo pasado aquella novia obediente de los acuerdos y mandatos familiares que se mostró alegre, ilusionada, ante los unos y los otros; que fue objeto de los comentarios de sus vecinos e incluso blanco preferente a la vista de aquellas y aquellos que por ser de clases inferiores o de castas poco respetables no debieran haberla mirado, trocaron interrogantes y angustia sociales.
DIMES Y DIRETES
Desde algunos anocheceres en las sacudidas calles de aquel país con 1.400 millones de habitantes, se sabía por trascendidos –que más tarde se confirmaron– que el cadáver de Raj fue encontrado y recuperado de las profundidades de un precipicio con abundante vegetación. Fue el momento de los dimes y diretes. Se conoció el escabroso detalle de que el cuerpo lo encontraron con el cráneo partido con dos golpes duros aplicados con algún objeto contundente y cortante.
¡Horror! Rescatistas e investigadores tuvieron la convicción de que fue asesinado. Así lo dejaron trascender. No murió como un príncipe. Pero las honras fúnebres sí lo fueron para despedir a su alteza real. Sonam, esposa por un breve tiempo –geolocalizada desde el momento en que se comunicó con uno de sus hermanos– supo por quienes la hallaron que era viuda.
Gritó. Se ahogó en llanto. Insistió con el deshilachado argumento de que fueron víctimas de secuestro. Pero no tenía una coartada que generara, por lo menos, una duda. También supo que Rai Kushwaha, un chófer a su servicio, estaba preso en otra celda. Fue apresado en su pueblo natal, Madhya Pradesh. Contrastaron sus respuestas. Eran amantes desde tiempo antes de que Sonam y Raj protagonizaran una boda principesca.
Como en el caso de Carlos y Diana –con Rai– también se constituyeron en multitud. El amante capturado también confesó. Señaló a los tres criminales que asesinaron al príncipe –sus cómplices– a los que convenció para que ejecutaran al joven esposo de la mujer que también amaba.
Los sicarios fueron apresados. Abrumados, admitieron. La exprincesa viuda dejó de ser víctima para ser victimaria. La justicia la acusa de ser quien incitó a su frustrado enamorado de la necesidad de asesinar a Raj. Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.