El domingo pasado 14 de junio, el rey Mohamed VI de Marruecos fue sometido a una operación del corazón en la clínica del Palacio Real Rabat.

Según la Agencia Marroquí de Noticias (MAP), el monarca de 56 años ingresó al quirófano tras sufrir una recaída de arritmia cardiaca, teniendo como antecedente una operación igual en febrero del 2018.

De acuerdo a medios internacionales, los propios médicos del soberano marroquí dieron a conocer acerca del procedimiento que le habían practicado a Mohamed VI. Manifestaron que le habían realizado una “ablación complementaria por radiofrecuencia” con la que se logró “una restauración del ritmo cardiaco normal” de Mohamed VI. Una operación que el equipo médico califica de “éxito total”; asimismo, el comunicado no establece el período de recuperación que necesitará el monarca.

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Ya en el 2018, el rey había pasado por una intervención debido a un trastorno del ritmo cardiaco, que se llevó a cabo en la clínica Ambroise Paré de París, tras lo cual guardó cincuenta días de recuperación. A diferencia de lo que ha sucedido en esta ocasión, la noticia fue comunicada junto a una fotografía en la que el convaleciente aparecía rodeado de sus dos hijos, el príncipe heredero Mulay Hassan y la princesa Lalla Jadilla; su hermano, el príncipe Mulay Rachid, y sus tres hermanas, las princesas Hasna, Mariam y Asma.

Lo que llamó la atención fue la ausencia de su esposa, la princesa Lalla Salma, que luego semanas después se supo que se habían divorciado. Desde entonces, no han vuelto a aparecer juntos y se desconoce en qué situación ha quedado la princesa.

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Todo esto ha tomado por sorpresa a Marruecos, aunque ha coincidido con una disminución de sus apariciones oficiales. La última vez que fue fotografiado en público fue el pasado 24 de mayo, cuando el rey participó en la oración de despedida del mes del Ramadán.

Las fotografías distribuidas por la casa real marroquí mostraban al monarca orando en palacio, protegido con una mascarilla sanitaria y guardando la distancia de seguridad recomendada respecto de las demás personas que le acompañan, entre ellas su hijo y su hermano.

Medidas tomadas más que prudentes, ya que después unos 128 soldados de la guardia real marroquí dieran positivo a coronavirus, ya que además de sus problemas de corazón Mohamed VI es asmático y, por tanto, forma parte del grupo de riesgo del COVID-19.

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