La iglesia de la Santísima Trinidad fue el recinto sagrado elegido por Andrea Miranda Navarro y Fernando Viveros Filártiga para jurarse amor eterno ante Dios.
Al finalizar la bendición nupcial, los flamantes esposos dieron una fiesta en la sede Surubi’i del Club Centenario, que para la ocasión fue engalanada por la propia madre del novio, la decoradora Sara Filártiga, con la ayuda de Mirta Ferrario.
En el día de su boda Andrea lució espléndida con un vestido de línea clásica, estilismo de Carlos Burró; a modo de tocado llevó un aplique de flores y perlas, creación de Adri Ortiz, y para complementar su look nupcial en sus manos portó un bouquet de flores naturales en tonos blanco y lavanda.
El catering llevó el sello del chef Hermann Soerensen para Stuppendo, mientras que la mesa de dulces fue montada por Cocoa Postres.
La animación musical del festejo estuvo a cargo del DJ David Majul, mientas que la coordinación general del evento fue de Ignacio Amarilla, para Lo De Nacho.