Muchos se preguntan por qué las mujeres tienen la costumbre de cortarse el cabello luego de un cambio importante en sus vidas. Ya sea el inicio de una nueva etapa, la finalización de una relación o la culminación de un proyecto.
Por: Natalia Delgado
Bajo el hashtag #BreakUpHair muchas mujeres en los últimos años se animaron a mostrar el proceso del cambio como himno de renacimiento, dándole la razón a esta creencia popular de “cerrar ciclos” ¿qué tiene que ver el pelo con esto?
El cabello es un símbolo de belleza, empoderamiento y autoestima. Arreglarse de determinada manera para compartir parte de sus gustos, preferencias e ideales, así como también está vinculado al cuidado personal. Básicamente, es un aspecto muy importante en la mayoría de las mujeres.
El cambio de look en el cabello está vinculado con las rupturas amorosas y, según explica Analia Valiente, Licenciada en Psicología, nace de la necesidad de buscar un cambio positivo y exteriorizarlo al entorno.
“Muchas mujeres se cortan el pelo o se tiñen también como un impulso de desahogo; a la mayoría les cuesta lidiar con los sentimientos de decepción, tristeza o angustia y lo canalizan de esa manera”, explaya.
Y continúa: “Puede ser una vía de escape para gestionar esas emociones, pero si una persona siente que está perdiendo su estabilidad emocional, lo ideal es que recurra a un profesional y haga terapia”.
La profesional también menciona que está relacionado con la necesidad de “recuperar el control” ante diferentes acontecimientos que no se pueden revertir, como por ejemplo: la pérdida de un trabajo o, nuevamente, el término de una relación. En el aspecto personal también representa un desahogo y, a su vez, una manera de automimarse.
Es por esto que cortarse el cabello o cambiar de color resulta una herramienta para alimentar el autoestima, la autoconfianza e incluso generar sensación de liberación. Es dejar atrás una antigua versión, para encarar una nueva de manera resiliente.
“El cambio de imagen es positivo, siempre y cuando, se haga con un estilista de forma consciente, pero sobre todo con el fin de sentirse mejor y alimentar la autoestima. Y si esto no funciona, hay que acudir a terapia”, finaliza Valiente.