Quizás ya la viste en las redes sociales. Su característica principal es que tienen unas “bolitas” que parecen gelatinas y las bebidas son de distintos y llamativos colores, pero ¿de qué se trata esta infusión y a base de qué está preparada?
Existen dos versiones sobre el origen de este té. La primera y más repetida es que se originó en Taiwán en los años ‘80 y que se extendió su consumo gracias a los flujos migratorios. La otra se remonta al siglo XIX, en el sudeste asiático y durante periodo el colonial cuando los ingleses introdujeron la costumbre de beber té con leche.
Se trata, básicamente, de una bebida fresca y dulce preparada a base de té. La base puede ser de té negro, verde o oolong, conocido también como té azul. Luego la bebida se puede mezclar con leche condensada, leche vegetal, jugos frutales y en el toque final vienen las bolitas agregadas.
Aunque su nombre hace alusión a “burbujas”, en realidad se tratan de bolitas elaboradas con tapioca (harina de mandioca), agua y azúcar. También las llaman “boba” o perlas de tapioca y su estructura, sabor y consistencia es similar al de la gelatina.
Realmente existe una gran variedad de bubble tea en cuanto al sabor se refiere, todo depende de la disponibilidad que tengan los comercios. Si vamos a hablar de esta bebida en cuestión de propiedades y calorías, se puede decir que posee las bondades que el té de base provea -sí o sí antioxidante- y las características de la mandioca, por sus bolitas de almidón.
Pero vale aclarar que se trata de una bebida muy calórica, alta en azucares y grasas. Especialmente si se elige agregar leche condensada, toppings golosos y un vaso XL.
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