Existen varias instancias para concretar cualquier tipo de proyecto y una de las partes más complejas puede ser la de ordenar las ideas. Este “tablero de inspiración” favorece el proceso creativo e impulsa su desarrollo.

Ya sea que planifiques un viaje, un emprendimiento, evento o reformas, el moodboard tiene la finalidad de plasmar y cuidar cada detalle de esa primera idea. Es como una especie de cuadro sinóptico que se puede elaborar utilizando todos aquellos recursos que nos inspiren para sacar el máximo provecho.

A simple vista puede parecer un collage de palabras sueltas e imágenes, pero en realidad se trata de un popurrí de recursos creativos: imágenes, colores, referencias hechas con intención, estrategia y síntesis de una primera idea.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Esta hoja de ruta se puede elaborar de manera física o digital y entre sus utilidades nos puede ayudar a aclarar ideas, bajar a papel (o pantalla) todo aquello que no inspira, cuidar que ningún detalle quede suelto, alimentar y potenciar la creatividad, descubrir qué estilo irá mejor con lo que proyectamos y a comunicar nuestras ideas.

¿Cómo elaborar un moodboard?

Si bien no hay limitantes a la hora de armar tu propio tablero, lo ideal es que busques sintetizar cada estructura del mismo. En la cúspide o inicio tiene que estar la palabra clave de aquello que se quiere crear, a partir de ahí se desplegarán las ideas de lo que se necesita para llegar a ese objetivo y los plazos de tiempo más detalles a tener en cuenta.

Se pueden implementar imágenes, colores, deco, todo aquello que te mantenga motivada respecto a tu proyecto y sirva como potencial herramienta para desarrollar minuciosamente tu idea.

Si optas por un moodboard físico no es necesario que gastes dinero en materiales, si tenes en casa cartones, cartulinas, hojas de papel que ya no uses, retazos de telas u otro elementos, podes reciclarlos y darle esta utilidad.

Otro punto a tener en cuenta: el desarrollo de un proyecto toma tiempo y a medida que pasan los días las ideas se van renovando y retroalimentando, por eso se recomienda al comienzo no fijar los elementos en el tablero sino ir ordenándolos de a poco utilizando broches y ganchitos.



Déjanos tus comentarios en Voiz